martes, 13 de marzo de 2012

Desempolvando archivos: Operaciones encubiertas de la CIA en Laos

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) se creó en 1947 para reunir y calibrar las informaciones sobre los "enemigos" de Estados Unidos en todo el mundo. En la predominante atmósfera de la "Guerra Fría", estos enemigos eran invariablemente las fuerzas del comunismo y, puesto que el Sudeste asiático era una zona susceptible de expansión comunista, la CIA empezó pronto a actuar profundamente en Vietnam, Laos y Camboya.

Esta participación adoptó numerosas formas más allá del rutinario estudio de informes. Ya en 1954, el coronel Edward G. Lansdale organizó escuadras de "reserva" de anticomunistas en Hanoi mientras los franceses se marchaban, y fue uno de estos grupos, el dirigido por el comandante Lucien Conein, el que vertió ácido en los suministros de petróleo de la ciudad en un esfuerzo por detener todo el transporte público. Al mismo tiempo, la propia aerolínea de la CIA, Air America, empezó a entregar suministros al gobierno laosiano para mantener su lucha contra el Pathet Lao. De hecho, mientras se extendían las operaciones de la CIA en Laos, Air America, junto con Continental Airways, aportaron una flota de unos 60 aviones utilitarios desarmados, desde aviones monomotores hasta grandes transportes C-123, y una amplia gama de helicópteros.

Otra vía consistió en asegurar la supervivencia de los regímenes no comunistas existentes, y aquí el éxito fue más sólido, aunque apenas menos controvertido. A comienzos de los años sesenta, Lansdale aseguró la supervivencia del presidente Diem en Vietnam del Sur, en parte usando fondos de la CIA para sobornar a sus adversarios para que se uniesen al gobierno. Sin embargo, esto no impidió a la CIA ofrecer apoyo encubierto a los generales disidentes que expulsaron a Diem en 1963. A pesar de las vigorosas negativas, una política similar pudo haber ayudado a Lon Nol a arrebatarle el poder al príncipe Sihanouk en Camboya siete años después. Fue en Laos, no obstante, donde la Agencia llevó a cabo sus más extensas operaciones en el Sudeste asiático.

Mantenía una red de más de 200 aeródromos de hierba y tierra a través de las montañas laosianas. Algunos de ellos eran de alto valor estratégico, como el de la montaña Pathi en el nordeste de Laos, cerca de la frontera con Vietnam del Norte. Éste alojaba funcionarios de la CIA, un destacamento de la USAF, una radiobaliza de navegación y ayudas electrónicas para guiar los aviones norteamericanos emplazados en Tailandia a bombardear blancos en el delta del río Rojo nordvietnamita. El 11 de octubre de 1968, la guarnición de la base de la montaña de Pathi fue atacada y no sobrevivió ni un solo oficial de la CIA. La USAF quedó ciega sin la radiobaliza de Pathi.

La CIA consiguió instalar un modelo de actividad que continuaría hasta la retirada norteamericana de 1973 y la victoria comunista dos años después. La idea de las escuadras de "reserva", por ejemplo, fue desarrollada en otra infiltración, con comandos sudvietnamitas entrenados por la CIA y enviados al Norte en sampanes o paracaídas para conseguir información y provocar disturbios. Pocos de estos grupos sobrevivieron, planteando serias dudas sobre la eficacia de la política de la CIA.

En Laos, la combinación de los logros nordvietnamitas y la ineficacia del Real Ejército laosiano hizo estallar la estrategia cuasi-guerrillera de la CIA. Ésta reclutó a los mejores oficiales del Ejército laosiano y creó las Compañías de Defensa Auxiliar (ADC) provinciales, que ya había empleado para reconocimiento armado en el margen occidental de la Ruta Ho Chi Minh, en Unidades Guerrilleras Especiales (SGU), que los oficiales encargados pagaban y controlaban directamente.

La CIA también empleó sus fondos y sus instalaciones de adiestramiento para crear grupos anticomunistas entre varias tribus del Sudeste asiático. Este proceso empezó en Laos, donde el pueblo meo fue entrenado y apoyado en su lucha contra el Pathet Lao. A comienzos de los sesenta, este proceso se había extendido al pueblo de los Montagnard de las Tierras Altas Centrales de Vietnam del Sur, de los que surgieron los eficaces Grupos de Defensa Irregular Civil (CIDG), entrenados por las Fuerzas Especiales norteamericanas. Los CIDG no se utilizaron sólo para defender las zonas tribales, sino también para organizar incursiones al otro lado de la frontera, en Laos y Camboya. Desgraciadamente, cuando esto se extendió a otros lugares, bajo los auspicios del Programa de Apoyo al Desarrollo Revolucionario y Operaciones Civiles (CORDS), fue a dar contra una fuerte infraestructura del Vietcong. Los intentos por eliminarla, (el programa "Phoenix") desacreditaron a la Agencia. Y cuando los norteamericanos salieron de la región, abandonaron simplemente a su suerte a las diversas tribus. Los meo aguantaron en el norte de Laos todo lo que pudieron, pero fueron gradualmente barridos. Cogidos entre las fuerzas comunistas y las tailandesas, sólo fueron más carne de cañón en otra de las muchas guerras sucias de la CIA.

Extraído de la obra "Nam. Crónica de la Guerra de Vietnam 1965-1975", Editorial Planeta.

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