domingo, 10 de marzo de 2013

David Scott Palmer: “a medio plazo las relaciones entre EEUU y Venezuela mejorarán”

Maduro con el puño en alto a la salida del funeral de Hugo Chávez

Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. La muerte de Hugo Chávez abre muchas interrogantes. En el plano internacional sobresale la incógnita sobre el sendero por el que marcharán las relaciones entre la Venezuela del chavismo sin Chávez, con Nicolás Maduro al frente muy probablemente, y los Estados Unidos.
El profesor David Scott Palmer, de la Universidad de Boston, es uno de los principales especialistas en política latinoamericana de Estados Unidos y un reconocido experto en la política peruana. Palmer habló con Infolatam coincidiendo con su participación la semana pasada en el II Curso de Especialización “Las Relaciones Internacionales de América Latina: desafíos estratégicos y oportunidades de aprendizaje”, organizado por el Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca.
Palmer cree que el estado de las relaciones entre ambos países es en el momento actual “correctas aunque no buenas” y que “a corto plazo habrá pocos cambios con respecto a la herencia de Chávez en el tema de las relaciones con Estados Unidos. Por ahora le sigue interesando colocar a EEUU como un enemigo número 1 que solidifique a sus partidarios”.
El futuro de las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos
Justo esto es lo que ha ocurrido y encaja con las palabras de Maduro cuando insinuó que detrás de la muerte del Comandante estaba el gobierno de Barack Obama:  ”ya tenemos pistas sobre la enfermedad del presidente … Ha sido provocada por los enemigos de la Revolución bolivariana”. Según Maduro, la enfermedad de Chávez “fue inoculada”.

Maduro jura su cargo como presidente de Venezuela

Además, el rango de la representación del gobierno de Obama en el funeral fue menor (dos legisladores, el demócrata por Nueva York Gregory Meeks y su copartidario William Delahunt, ex congresista por Massachusetts), aunque quizá lo importante es que al menos hubo presencia estadounidense.
A pesar de todo, Palmer considera que Maduro es más dialogante y menos histriónico que Chávez lo cual hará más fácil la relación con Estados Unidos: “a medio plazo las relaciones mejorarán debido a los vínculos económicos que unen a ambos países por lo que tendrán a normalizarse”.
En esa misma línea van otros analistas como Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, quien considera que Maduro «es alguien que, al igual que muchos políticos, puede ser muy duro en la retórica, pero que entre bastidores es alguien con quien se puede hablar y negociar», y como líder sindicalista, sabe que tiene que “negociar”.
EE.UU. considera que la expulsión de dos militares de su embajada en Caracas no significa que Venezuela haya abandonado su intención de normalizar relaciones con Washington, y mostró su disposición a continuar el proceso.
Un alto funcionario del Departamento de Estado, que pidió el anonimato, dijo que EE.UU. ve la expulsión de su agregado aéreo y el ayudante de éste como “parte de una campaña electoral” que comenzaba a prepararse en Caracas ante el grave estado de salud del presidente Hugo Chávez, que falleció poco después.
“No creemos que estuviera directamente relacionado con el proceso” para normalizar las relaciones, que comenzó a finales de noviembre pasado con una llamada entre el vicepresidente Nicolás Maduro y la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, aseguró la fuente.
En lo que al equilibrio regional se refiere, “con Chávez desaparece el principal promotor y sostén del ALBA y en el horizonte no se atisba un posible sustituto o recambio. La Cuba de los Castro está en una delicada situación económica y en plena transición hacia un nuevo modelo, el Ecuador de Rafael Correa tiene sus propios problemas y dinámicas internas y solo Evo Morales goza de un importante liderazgo internacional y fuerte dinamismo”, asegura Palmer.
Consecuencias geopolíticas de la desaparición de Chávez
Lo cierto es que con el fin de la era de Hugo Chávez en Venezuela desaparece uno de los más importantes referentes del antiimperialismo en América latina y un líder que poseía un proyecto propio para la región. Ese vacío puede ser ocupado por las dos grandes economías emergentes como México y Brasil.

Foto oficial de la VI Cumbre de las Américas en Cartagena (Colombia)

Palmer subraya que las relaciones con México son cruciales por muchas razones sobre todo porque “dos de los tres grandes problemas que tiene que afrontar en breve Estados Unidos con respecto a la región implican a México, el tema de la inmigración, y la lucha contra los cárteles del narcotráfico, siendo el otro el deterioro medioambiental”.
Además de las relaciones con México, el otro punto clave serán las que consiga construir con Brasil, país que sin Chávez en el horizonte consigue una primacía clara en la región. Es claramente la única superpotencia sudamericana y una economía emergente.
Para Palmer “Brasil no es más o menos importante  que México, pero claramente es el país más grande de Sudamérica, el más dinámico y con claras ambiciones de asumir un liderazgo internacional. Las actuales relaciones son buenas y deben incluso ir a mejor en el corto plazo”.
Todas estas novedades (auge de Brasil y México, decadencia del “socialismo del siglo XXI”, nuevos proyectos de integración como la CELAC o la Alianza del Pacífico) van a obligar a Estados Unidos a replantearse algunos de los items de la relación con la región pues como dice David Scott Palmer Latinoamérica ha logrado hacerse más autónoma con respecto a Estados Unidos al diversificar los mercados a los que exporta y por crecer a mayor velocidad que su vecino del norte.

Tomado de http://www.infolatam.com

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