La residencia papal en el Vaticano está vacía. Desde que el último día de febrero renunció Benedicto XVI, el papa número doscientos sesenta y cinco, la Santa Sede permanece vacante.
En espera del cónclave y su dictamen, el mundo se pierde en conjeturas procurando adivinar quién será el próximo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Romana. Los candidatos son muchos, tanto de Europa, como de otras partes del mundo. 
Hipotéticamente, cualquier católico puede llegar a ser el Papa, si es hombre y no está casado. Pero la costumbre de los últimos siglos es elegir al Papa estrictamente de entre los cardenales. El último quién llegó a ser el Papa sin haber sido cardenal fue Urbano VI en 1378. Hoy en día, la Iglesia Católica cuenta con un poco más de doscientos cardenales. Por eso, resulta prácticamente imposible definir quién será el próximo Pontífice de Roma. Sin embargo, existen favoritos papables en diversas partes del mundo. La mayoría de los países europeos apuestan por un cardenal italiano. La razón es simple: en las dos ocasiones anteriores los Papas no eran italianos, así que es hora de recuperar la secular tradición, dijo a La Voz de Rusia el gerente ejecutivo de la editorial franciscana en Moscú, Ígor Baránov:
—Entre los ciento dieciséis participantes del cónclave, más de la mitad son cardenales europeos. En total, sesenta. De ellos, la mayoría son italianos. Prácticamente, el 20 % de los cardenales representan la iglesia italiana. Por eso, la probabilidad de que sean elegidos cardenales como, por ejemplo, Angelo Scola, es muy alta.  Él tiene una trayectoria gloriosa. Fue rector de la Universidad Luterana de Roma y luego patriarca de Venecia. Ahora, dirige la más poderosa cátedra de Italia, la de Milán. Tiene buenas relaciones con activistas sociales y políticos. Ha fundado y está dirigiendo una organización que promueve el diálogo entre los cristianos y musulmanes, lo que es muy importante para Europa hoy día.   
En Polonia también hablan más de un Papa de origen italiano, contó a La Voz de Rusia el redactor de la Agencia Informativa Católica, Krzysztof Tomasik:
Según mis experiencias de muchos años, es difícil adivinar quién de los cardenales será elegido al Papa. Es bueno recordar que son un total de ciento quince y aún no han llegado a la edad de ochenta años, o sea tienen derecho a votar. Quién de ellos será el Papa de Roma, no lo sé. El interés de los periodistas se centra principalmente en al arzobispo de Milán, de setenta y un años: el cardenal Angelo Scola. Pero tampoco podemos descartar que la Santa Sede sea ocupada por un representante de otro continente.
La probabilidad de que el próximo Papa no sea de Europa, ni tenga piel blanca es muy alta. Entre los cardenales papables figuran dos representantes de África: Francis Arinze, de Nigeria, y Peter Kodvo Appiah Turkson, de Ghana. Este último es el favorito entre los dos. Tanto por la edad, porque el cardenal de Nigeria tiene ochenta años, y el de Ghana apenas sesenta y cuatro, cuanto también porque Turkson es más conocido en la Curia Romana, ya que durante el papado de Benedicto XVI, fue presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz. Ambos cardenales africanos son personas muy dignas, prosigue Ígor Baránov:  
El continente africano es uno de los que registran el mayor crecimiento de católicos últimamente. En Europa son cada años menos. En Latinoamérica y EEUU las cifras se mantienen más o menos iguales. Y en África, el  número de católicos está creciendo. Aunque yo personalmente no creo que el Papa sea elegido de entre los cardenales africanos, al menos porque son candidaturas algo extraordinarias.  
Otro candidato no europeo mencionado con frecuencia es el prefecto de la Congregación para los Obispos, el cardenal canadiense de sesenta y ocho años, Marc Ouellet, que tiene fama de tradicionalista y detractor vehemente del aborto. Lo peculiar de él es su postura por revisar el canon del celibato para los sacerdotes católicos.
Cabe recordar que Benedicto XVI hizo algunas enmiendas al procedimiento del cónclave. Si la votación no aporta resultado, la elección continuará sin los dos principales favoritos que tendrán que revocar sus candidaturas. En tal caso, surge una pequeña probabilidad de que sea elegido un representante de Europa del Este, aclara Ígor Baránov:
Yo no descartaría a una candidatura tan prometedora, como el cardenal Peter Erde, de Hungría. Es presidente de las Conferencias Episcopales de Europa, una figura muy poderosa en la UE. Es bastante joven lo que puede ser un plus para la Iglesia.
La Iglesia Ortodoxa Rusa también tiene sus preferencias entre los candidatos al papado. Benedicto XVI ha hecho mucho para afianzar el diálogo entre ambas iglesias. “Esperamos que el próximo Papa siga trabajando en este sentido”, dijo el jefe de la secretaría de relaciones intercristianas en el Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, el arcipreste Dmitri Sizonenko:
Entre los que figuran en la lista de papables, hay grandes amigos de la Iglesia Ortodoxa Rusa, como, por ejemplo, el actual jefe del Consejo Pontificio para la Cultura, el cardenal Gianfranco Ravasi, que se entrevistó en más de una ocasión con el metropolita Hilarion, aprecia mucho la cultura rusa y respeta las tradiciones de Iglesia Ortodoxa. Por supuesto que, si lo eligen el próximo Papa, esto sería magnífico para el desarrollo de las relaciones entre los católicos y ortodoxos.  
Hay quienes señalan como papable al cardenal Tarcisio Bertone, camarlengo de la Iglesia Católica Romana. Si llega a ser el Papa, será tan solo el sexto Pontífice elegido de entre los chambelanes papales en toda la historia del catolicismo. 
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La Voz de Rusia