domingo, 7 de julio de 2013

Mossad versus estadounidenses adversos al estado sionista

 
Gracias a su red de poderosos aliados internos y externos, el aparato de espionaje doméstico opera impunemente. Ramas relacionadas del gobierno, como la agencia impositiva (Internal Revenue Services, IRS) cooperan proporcionando información y persiguiendo a grupos e individuos bajo vigilancia, Israel es aliado clave del IRS.

Dos firmas israelíes de alta tecnología (Verint y Narus) vinculadas con la policía secreta israelí (MOSSAD) proveyeron el software de espionaje usado por la NSA, abriendo una ventana hacia el espionaje israelí contra estadounidenses opuestos al estado sionista.

El Mossad, usando de mampara sus empresas, desde hace tiempo roba arbitrariamente información comercial e industrial, debido al poder e influencia de los presidentes de las 52 organizaciones judío-estadounidenses; los funcionarios del Ministerio de Justicia dieron la orden de suspender decenas de sus casos de espionaje.

Los estrechos vínculos entre Israel y el aparato de espionaje de Estados Unidos evitan un escrutinio de las operaciones y de los objetivos políticos. Una pléyade de trasnacionales de la dupla Estados Unidos/Israel está vinculada al complejo militar industrial de ambos países.

El vicealmirante Michael McConnell participó en el diseño del nefasto Total Information Awareness (TIA). Las empresas privadas se han vuelto supermillonarias por escudriñar la información privada de los ciber-ciudadanos para beneficio de esas naciones.

Uno de los más importantes contratistas de NSA es Narus, que desarrolla un software crucial de telecomunicaciones que permite a las agencias del gobierno y trasnacionales monitorear inmensas cantidades de datos que fluyen en los cables de fibra óptica.

Un solo dispositivo de Narus (de origen israelí) hoy subsidiaria de Boeing, puede analizar un millón 250 mil correos electrónicos de mil caracteres por segundo: más de 100 mil millones de correos al día. Tal tecnología reconstruye todo on line y luego lo traslada al almacenaje de NSA para su ulterior análisis, que incluye correos, llamadas telefónicas y Skype.

Dado que aún existía un 20% que escapaba al ciberespionaje, NSA creó en 2006 el programa Prisma, para vigilar la base de datos de los proveedores de los servicios de Internet (Google y Yahoo) y así cerrar la brecha.

Expertos de seguridad israelí fueron contratados para asesorar al Departamento de Seguridad Nacional de Pennsylvania en su trabajo de investigación; y la represión gubernamental contra críticos y ambientalistas. Cuando ello fue revelado, en 2010, el Director James Power tuvo que renunciar.

Es una pequeña muestra para ilustrar la magnitud de la intersección entre las tácticas del estado policial israelí y la represión interna en EU, quienes comparten información. Los individuos y grupos que expresan posturas críticas de la política interior y exterior del gobierno son catalogados como un “riesgo”; aquellos que protestan activamente están en la categoría de “riesgo mayor”, aunque no hayan violado ley alguna.

Cientos de hogares, sitios de trabajo de personas bajo sospecha, han sufrido redadas. Decenas de millones de ciudadanos respetuosos de las leyes, que tienen posturas críticas de la economía interna y de las guerras en el extranjero, han sido censurados por el miedo a las masivas operaciones ejecutadas por el estado policial.

Varios servicios secretos occidentales se encuentran bajo la influencia de la agencia de Inteligencia de Israel (El Mossad), quien ha establecido su control sobre la CIA en Estados Unidos y el MI6 en el Reino Unido.

Los analistas dicen: en la historia de Estados Unidos no ha existido una filtración más importante que la divulgación del material de la NSA (National Security Agency) por parte de Edward Snowden.

Lo describen como “un traidor a eliminar”, únicamente porque sus documentos impiden que la NSA pueda seguir negando ante el Congreso la realización de una serie de actividades de todos conocidas desde hace mucho tiempo. Hasta ahora, las denuncias de las operaciones masivas de espionaje son un paso positivo.

Por Gustavo-Adolfo Vargas *

 * Diplomático, jurista y politólogo

Tomado de http://www.elnuevodiario.com.ni

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