Según fuentes
responsables, la Fundación Konrad-Adenauer-Stiftung
e.V. (KAS) prepara en México, para la primera quincena de setiembre, un
nuevo evento anual de los ya usuales denominado “Caminos para una Cuba democrática”
–con el permanente apoyo de los partidos Partido Acción Nacional (PAN) y
Partido Revolucionario Institucional (PRI), así como de ONGs financiadas por el
gobierno USA tales como la NED, la USAID y sus subsidiarias como las
fundaciones la Organización Demócrata Cristiana en América (ODCA), Rafael
Preciado Hernández, Impulsa Tu Desarrollo, Indesol, Cemefi, Cenpros, entre
otras– con el propósito de apuntalar al proyecto “Propuesta 2020” de Cuesta
Morúa. El primero de estos eventos se realizó en diciembre de 2014 y el cual
abrió las puertas a la creación de la MUAD; luego lo repetirían en los años
siguientes de manera anual hasta llegar a este próximo que sería el quinto de
ellos.
Los vínculos
permanentes de varios líderes del PAN y el PRI con el contrarrevolucionario
Manuel Cuesta Morúa son de vieja data y fueron ya denunciados por mí en un artículo anterior.
Estos dirigentes del PAN y el PRI se han comprometido con apoyar las
actividades subversivas de la contrarrevolución interna dentro de Cuba, en un
abierto desconocimiento del respeto a la soberanía del que siempre ha hecho
gala México. De la misma forma se crearon los entendimientos para
asesoramiento, apoyo logístico y apoyo mediático a la autodenominada
“disidencia opositora” cubana. Como señalé en el citado artículo: “Para nadie, pues, resulta hoy ajeno que en
México se ha ido desarrollando un proceso de conformación de una base de
operaciones para la guerra mediática anticubana, contando con el apoyo de
sectores dentro de congreso de esa nación y la complacencia de las autoridades
de ese país que permiten la tenebrosa actividad de varias organizaciones como
ODCA, KAS, NED, CIPE, IRI y otras, confabuladas en preparar y apoyar a grupos
subversivos anticubanos, en abierta violación del principio de la no injerencia
en los asuntos internos de otras naciones y en el respeto a la soberanía de las
mismas.”
El discurso
contrarrevolucionario de la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD) cuyo
liderzuelo es Manuel Cuesta Morúa, pretende imponer a los cubanos cambios
constitucionales que representarían un desmantelamiento del socialismo en la
Isla. Con poca influencia y debilitada por las contradicciones internas de la
contrarrevolución que llevaron al abandono de la misma por parte de la Unión
Patriótica de Cuba (UNPACU), la OCDH, la FNCA y el Frente Antitotalitario Unido
(FANTU). Cuesta Morúa ha sido acusado de excesivo protagonismo, mal uso del
financiamiento y de tratar de crear cotos de poder a favor suyo y de otros
mercenarios como como Siro del
Castillo, Boris González Arena, Wilfredo Vallin Almeida, Roberto Díaz Vázquez,
María Elena Mir Marrero, entre otros.
Al evento, en el que participarán cerca de 30 “invitados” de la KAS –fundamentalmente
asentados en el exterior ya que sobre algunos mercenarios radicados en Cuba
pesan prohibiciones de salida del país– entre los que podrían estar presente
algunos mercenarios a los cuales Cuesta Morúa facilitó la salida definitiva del
país, como genuino traficante de personas, tales como Lisbety Darias González, Juan Carmelo
Bermúdez Rosabal,
Lilianne Ruiz Andarcio, Yasnay Losada, Sandra Margarita Borges, Edwin
Rosabal, Rosa Rosabal, Ana Niurka Jiménez, Nelson Álvarez Matute, José Acosta y Yurelxis Gonzales.
Luego del fracaso de
su proyecto “Otro 18” para presentar a contrarrevolucionarios como candidatos
en las elecciones generales de 2018, Cuesta Morúa trata de buscar apoyo por
medio de la KAS a su “Propuesta 2020”, remedo de constitución alternativa que
no cuenta más que con el apoyo de sus cuatro gatos a su alrededor. Cuba, por supuesto,
no permitirá que estos mercenarios, salvo alguna excepción, participen en este
nuevo circo anticubano fraguado por la derecha mexicana, la contrarrevolución
externa e interna y Estados Unidos.