viernes, 5 de julio de 2019

Rosa María Payá y la génesis del escándalo de repudiada fake news en RTV/Martí.


Fuentes confiables han confirmado que la contrarrevolucionaria Rosa María Payá fue quien preparó la entrada a Nicaragua del periodista falsario de RTV/Martí Tomasito Regalado y su cámara  –en confabulación con los miembros de la Juventud LAC en esa nación,  Sergio Miguel Jarquin y Edipcia Dubón–, con vistas a desarrollar varios montajes mediáticos para acusar al gobierno de Daniel Ortega de realizar cuestionables acciones represivas contra la población, particularmente contra los jóvenes nicaragüenses.
De acuerdo con esta fuente, la Payá organizo la aventura de Tommy Regalado, hijo del  Director de la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB) y de su camarógrafo, Rodolfo Hernández, en contubernio con miembros de la derecha nica, en la que Edipcia Dubón se encargó de preparar los montajes adecuados para crear escenarios de supuesta represión contra la población.
Edipcia Dubón y Almagro
El descubierto invento de un supuesto ataque con mortero contra ellos durante su estancia en Nicaragua fue parte del plan, particularmente el 27 de junio de 2018, que vendió al mundo la fake news en la que Tommy declaró que  “un proyectil de mortero impactó a menos de 2 pies de mí”, fue desnudado cuando se supo que este ataque nunca ocurrió. Todo fue un montaje coordinado por Regalado con unos jóvenes que explotaron, previo acuerdo, un artefacto casero que no suponía amenaza alguna para ellos.
Lo penoso del asunto es que esta mentira alborotó el avispero de los enemigos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, quienes la usaron para pedir el fin de la supuesta represión y acentuar sus críticas contra estas naciones. Este timador no podía ser perdonado en esta oportunidad, ni su padre quiso meter por él las manos en la candela. Principalmente por hacer quedar mal parado al propio aparato mediático de la administración Trump.
La Payá y Almagro
Para salvar el deteriorado prestigio de RTV/Martí y la OCB, cuestionada en los últimos tiempos y puesta en la picota pública, hubo que poner a una cabeza de turco, sin importar sus apellidos. Tommy fue suspendido por la Agencia de Medios Globales de Estados Unidos (USAGM).
Los implicados en esta farsa como la Payá y la Dubón escaparon por los pelos, aunque indican mis fuentes que han perdido credibilidad entre sus patrocinadores, quienes valoraran delicadamente el volver a usarlas para planes y conspiraciones. Por desgracia, a Washington y la derecha siempre le sobran las cabezas de turco sacrificables. ¡Cuidado, Almagro!
Hoy por hoy el reciente escándalo sucedido pone cada vez más en duda todo el discurso de la guerra mediática sustentada por USA y sus socios. Saque usted sus propias conclusiones.