Posada pide la libertad de Arocena |
Percy
Francisco Alvarado Godoy
27
de diciembre de 2011.
Eduardo
Arocena, terrorista y criminal como Luis Posada Carriles y un sinnúmero de
asesinos entrenados por la CIA, espera verse pronto el libertad gracias a un
incremento de las solicitudes hechas a la administración Obama para que éste
sea indultado. En ese clamor desesperado, en que se le presenta arrepentido y
como tierna oveja, participan los más sobresalientes verdugos de la mafia
cubano americana, encabezados por los seis jinetes apocalípticos de la
ultraderecha mafiosa dentro del Congreso, a saber, Ileana Ros-Lehtinen, Mario
Díaz Balart, David Rivera, Marcos Rubio, Albio Sires y Bob Menéndez.
La
presión sobre Obama al respecto es intensa, intentando tirar un manto oscuro
sobre los crímenes cometidos por Arocena para ocultarlos con desparpajo y
confabulación. Para ello no solo se valen del tinglado mediático con el que
cuentan, sino también de sus asalariados blogueros pagados por la propia
contrarrevolución anticubana radicada en Estados Unidos, sino también empleando
el dinero desembolsado por la USAID y otras oscuras fuentes de financiamiento
asociadas a la CIA y a la ultraderecha norteamericana.
Esta
creciente campaña, fomentada luego de la liberación bochornosa de Posada
Carriles, Santiago Álvarez y otros terroristas, gracias a la veleidosa y
corrupta justicia estadounidense, llena de jueces parcializados y fiscales complacientes, parece revivir otras
ya realizadas con anterioridad, hace algunos años, para procurar la liberación
del ya fallecido Orlando Bosch Ávila y en el caso del propio Arocena.
No
extrañan, pues, las apariciones de convocatorias, solicitudes de dinero a los
aún incautos que pululan en La Florida, lagrimeos y reclamos, para lograr la
libertad del criminal al que denominan, absurdamente, “el preso político más antiguo en los Estados Unidos”.
Campaña en Miami |
PLANES
ACTUALES PARA EXCARCELARLO
El
pasado 20 de diciembre apareció en Blogs de Cuba un mensaje titulado Free Eduardo Arocena, en el que se pasa
vulgarmente el cepillo: “El hermano
EDUARDO AROCENA. Preso Político anti-Comunista Cubano. Preso en Estados Unidos
casi 30 años necesita de nuestra ayuda. Por favor enviar Money order of cheque
por lo que sea a Defensa Legal, Eduardo Arocena…P.O. Box 831451, Miami,
Florida, 33183. (…) Su esposa Miriam Arocena visita el P.O. Box todo los días.
Eduardo tiene ya un abogado. Necesita nuestra ayuda.”
Tres
días antes, apareció en Superpolítico Blog, una petición dirigida al Sr. Ronald
L. Rodgers, Procurador de Perdón,
denominada Carta de Apoyo para la conmutación de la sentencia a Eduardo
Arocena (Caso # 12573004), en la que se solicita la clemencia para el asesino,
con el argumento de que “no constituye
una amenaza para la comunidad, ha tenido una conducta intachable, ha
aprovechado las oportunidades que el sistema carcelario le ha ofrecido para
elevar su nivel intelectual, se ha esforzado por rehabilitar su conducta, y ha
soportado estoicamente la separación de su familia y seres queridos. Sin duda
el Sr. Arocena ha cumplido los standards que se requieren en la Sección 1-2.113
que consideran las peticiones de conmutación de penas, del manual de standards
del procurador de los EU para considerar la petición de clemencia. Se subrayan
algunos, entre los cuales el haber servido parte de una larga condena, la
avanzada edad, etc.”
Agregan
los “ilustres” miembros de la Comisión
por la libertad de Eduardo Arocena, con desfachatez y fingido sentimentalismo,
en dicha carta: “Por lo que no existe la
necesidad de mantener al Sr. Arocena encarcelado por más tiempo.
Respetuosamente también le pedimos interceda ante el Presidente Barack Obama y
le conmute la pena al Sr. Eduardo Arocena que está en prisión desde el 22 de
julio de 1983, con el consecuente sufrimiento para él y su familia. Pues en
estos 28 años su esposa lo ha podido visitar 8 veces, sus hijos y nietos 3, y
su madre que tiene 85 años de edad ha visitado la prisión 5 veces. Durante todo
este tiempo ha estado en 12 cárceles siempre lejos de sus familiares.”
Esta
Comisión Por la Libertad Eduardo Arocena, engendro que aglutina a mercenarios y
asesinos, fue fundada el domingo 20 de noviembre de 2011, bajo el
consentimiento del Colegio Nacional de Periodistas en el exilio, radicado en
Nueva York y Nueva Jersey, así como de su presidente, Félix Paret. A la demanda
se sumaron los mercenarios quintacolumnistas dentro de Cuba, representados por
los hermanos Miguel, Ariel y Guido Sigler Amaya, éste último recién llegado a
Estados Unidos. Junto a ellos firmaron viejos socios de correrías de Arocena y
otros comprometidos con sus crímenes o en actividades terroristas o de detracción
contra Cuba, como son los casos de Dionisio Villanueva, Antonio Acosta, Pablo
Laserna, Israel Abreu, Félix Lam, Héctor Lemagne Sandó, José González, Santiago
Medina y otros.
Apenas
hace menos de dos meses, el pasado 31 de octubre de 2011, dentro de este
esfuerzo mafiosos por liberar a uno de sus ídolos, se dio a conocer el Premio
Internacional Eduardo Arocena, promovido por la Latin Heritage Foundation, entre cuyas bases
se deja en claro su compromiso con el terrorismo: “Paradójicamente, el presidente de Estados Unidos, los demás miembros
de su gabinete y los generales de la CIA, el Pentágono y el FBI mantienen
durante más de un cuarto de siglo a Eduardo Arocena, un líder y combatiente
anti castrista, sometido a un enclaustramiento cruel, indefinido y denigrante,
acusado de cometer actos similares a los cometidos por el presidente, los
generales del Pentágono, la CIA y el FBI y por los cuales estos personajes
reclaman la condición de héroes y el aplauso general del universo.”
Esta
crítica abierta e irrespetuosa contra el sistema de terror que ha dominado a
los gobernantes norteamericanos, se complementa con la no mal disimulada
venganza que movió a estos hombres a asesinar al propio presidente Kennedy,
cuando expresan: “Eduardo Arocena ha
cumplido ya 27 años de prisión. La insania de su largo cautiverio adquiere
cierta inteligibilidad exclusivamente vista a través del prisma de la traición
que nos retrotrae a las arenas de Playa Girón, donde los combatientes
anticomunistas de la Brigada 2506 luchaban y morían heroicamente, abandonados y
traicionados por el gobierno de Estados Unidos. La historia no se repite, es la
misma.”
La
presión sobre Obama, nada diferente a la que se ejerció contra el presidente
George W. Bush en julio de 2008, cuando fue creado el Comité Pro Libertad de
Presos Políticos Cubanos, cuenta con el apoyo de los mismos congresistas
mafiosos en el Congreso, ignorando que Arocena, empleando el seudónimo de Omar,
dirigió a la organización terrorista Omega 7, responsable de colocar una serie
de bombas en Miami, Nueva Jersey y Nueva York, así como de realizar varios
asesinatos de ciudadanos como el diplomático cubano Félix García Rodríguez y el
ex canciller chileno Orlando Letelier.
Por
estas razones, fue declarado culpable de asesinato, intento de asesinato y de
varios atentados con explosivos el 9 de noviembre de 1984, siendo condenado a
cumplir una condena de cadena perpetua, más 35 años de prisión. Su prontuario
lo responsabilizó con la colocación de 55
artefactos explosivos en EE UU y 6 en Puerto Rico. También fue quien se vinculó
a otros asesinatos como el de Eulalio Negrín y el joven boricua Carlos Muñiz
Varela, así como planificó la muerte de los diplomáticos cubanos Raúl Roa-Kourí
y Ramón Sánchez Parodi, embajador y jefe de misión. Arocena planificó y ejecutó
la introducción en Cuba de varias armas bacteriológicas, entre ellas el virus
del dengue hemorrágico, el cual cobró la vida de 158 personas, entre ellas 101
menores de edad. Hoy purga condena, identificado con el número 12573-004 y con
posibilidades de aplicar para la libertad condicional en el año 2050.
A
instancias de Luis Posada Carriles, Enrique Encinosa y sus socios de Alpha 66: Ernesto
Diaz Rodríguez, Osiel González y Reinol
Rodriguez, Arocena pidió a su esposa que escribiera una “Carta Abierta al
Exilio”, el pasado 24 de septiembre de 2011. Llena de viejo rencor, impotencia
y sensiblería, pide a los terroristas amigos de su esposo el incrementar las
campañas para lograr su liberación.
El
8 de mayo de 2010 Arocena publicó una carta en el Nuevo Acción Blog, en la que
todavía muestra sus odios y que aún
habitan dentro de él los instintos criminales que movieron su tormentosa y
despreciable vida. Sin tapujos, declara en la misma: “Por lo que se viene viendo actualmente dentro de la problemática cubana
toda, en sus tantas vertientes; el final está a la vuelta de la esquina. Solo
falta el seguir presionando en esa dirección. Lo demás caerá por su propio
peso.” Ingenuo como sus socios, planea la más criminal venganza contra
nuestro pueblo revolucionario.
Detención de Arocena |
UNA
TRISTE HISTORIA QUE CONTAR Y UN PRONTUARIO DE TERROR
La
esencia criminal del actual defendido de los mafiosos y sus representantes
dentro del Congreso no pueden callar la verdad sobre este asesino, puesta de
manifiesto en la causa 84-1390, seguida contra Eduardo Arocena, también
conocido por alias como Omar, Napoleón, Andrés, Alejandro Medina y Víctor. El jurado encontró culpable de Arocena
de veinticinco cargos, incluyendo asesinato en primer grado de un diplomático y
dos conspiraciones para asesinar a otros diplomáticos cubanos; daños
intencionales a la propiedad por explosivos utilizados en el comercio, con lesiones
personales resultantes; posesión de 6 artefactos explosivos; dos cargos de
conspiración; y falso testimonio ante el Gran Jurado.
Aunque
en el juicio el líder de Omega 7 trata de desmentir sus largas confesiones ante
el FBI, al que acusó de haberlo
maltratado, estas pruebas, así como el testimonio de 85 testigos y otras
pruebas físicas y forenses, fueron suficientemente inculpatorias para él. La
colocación de bombas en áreas pobladas como el Avery Fisher Hall, Madison
Square Garden, el aeropuerto JFK, la oficina de billetes de Aeroflot, el
consulado mexicano en Manhattan, el Consulado de México en Miami, la Misión Soviética
ante las Naciones Unidas y la Misión de
Cuba ante esa misma organización internacional, entre 1975 y 1982, fueron
evidencias de su desalmado actuar. También Arocena aseguró disponer entre 600 a
800 kilos de explosivos de alta potencia para ser detonados en Miami, así como
una gran cantidad de armamento.
Arocena
también reveló al FBI estar vinculado al narcotráfico mediante Manuel Fernández,
Maximiliano Lora y Luis Fuentes.
Félix García Rodríguez, asesinado por Arocena |
Fueron
tales las pruebas contra Arocena que la propia CIA, quien lo integró como
miembro de la ultra secreta Operación 40, no pudo salvarle el pellejo, aún
cuando muchos de sus delitos fueron realizados por órdenes y supervisión de la
propia Agencia.
Eduardo
Arocena, como jefe de Omega 7, ordenó y preparó, igualmente, los explosivos que
fueron detonados el 1 de febrero de 1975 en el Consulado de Venezuela, en Nueva York; el 11 de febrero de 1975 en el Campus
Banquet Hall, en Nueva York; la bomba
contra el barco soviético "Iván Shipetkiv", atracado en Port Elizabeth,
Nueva Jersey, el 16 de septiembre de 1976; la bomba colocada el Restaurante El
Español, en Nueva Jersey, el 20 de diciembre de 1977; entre otras.
CONCLUSIONES
Si
la justicia norteamericana manchó su pureza y su prestigio con la absolución de
Luis Posada Carriles en el mediático juicio en El Paso, Texas, donde se ignoró
deliberadamente su pasado terrorista y sus crímenes, poco puede esperarse de
ella. Obama tiene ante sí un enorme reto, al que supo rehuir George W. Bush. Si
se indulta a Arocena, criminal, terrorista, narcotraficante y asesino, caerá
una enorme vergüenza ante esta administración, renuente a indultar a Cinco
héroes cubanos cuyo delito fue, simplemente, defender a su pueblo de terroristas
como Arocena y Posada Carriles.
Obama
podrá complacer a los mafiosos de Miami y coquetear con ellos a cambio de
votos, pero ello le convertirá, aún más, en cómplice de los que causaron el
terror en su propia patria, ni diferentes ni distintos al demonizado Osama Bin
Laden.
Que se pudra en la carcel y pague, como no pudo pagar su complice Luis Posada Carriles
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