Cinismo a la carta.
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| Cessna de José Basulto |
El más absurdo de los shows anticubanos lo acaba de realizar la organización terrorista asentada en Miami, conocida como Consejo por la Libertad de Cuba (CLC), quien ignorando que todos sus principales dirigentes han estado vinculados al terrorismo contra Cuba, tienen la desfachatez de solicitar una orden internacional
de captura a Interpol, dirigida contra los supuestos culpables del derribo de dos avionetas
de Hermanos al Rescate en 1996.
Ninoska Pérez
Castellón, casada con Roberto Martín Pérez, ha estado involucrada, junto a su esposo, en acciones que han causado la muerte a centenares de cubanos inocentes. Digna de quien carece de moral y pudor, la consumada difamadora, declaró a los medios: “Los asesinos no van a quedar impunes”.
Parece haber olvidado la cúpula del CLC que la muerte de los provocadores de Hermanos al Rescate, Carlos Alberto Costa, Mario
de la Peña, Pablo Morales y Armando Alejandre, Jr, tuvo lugar el 24 de febrero de 1996, como consecuencia de su propio irrespeto contra la soberanía cubana y luego de haber violado reiteradamente nuestro espacio aéreo de forma descarada.
Si hay que buscar culpables, cúlpese, primero que todo, a José Basulto, el terrorista y provocador, jefe de Hermanos al Rescate, quien condujo a una muerte deliberada a estas personas, luego de que Cuba advirtió públicamente que no aceptaría más una de estas provocaciones.
Si hay que buscar un culpable, cúlpese a la entonces administración de Clinton, la que hizo oídos sordos a las notas diplomáticas de nuestra Cancillería, advirtiendo el carácter provocador de estos hechos y, particularmente, su potencial peligro para la navegación aérea en la zona.
La absurda pretensión de interponer una querella en contra del
general de división Rubén Martínez Puente, ex jefe de la fuerza aérea cubana; así como contra el ex director de la DGI, general de brigada Eduardo Delgado Rodríguez;
y los pilotos Lorenzo Alberto Pérez Pérez y Francisco Pérez Pérez, sorprende más aún cuando sus promotores son consumados criminales que no han vacilado a recurrir al terrorismo para lograr alcanzar sus malsanos intereses políticos.
Tanto la actual requisitoria a Interpol, como el show mediático que constituyó el juicio federal montado por mafiosos y jueces corruptos en agosto del 2003, no representan para los cubanos más que una bufonada más de las que emplea la mafia anticubana de Miami para intentar viciar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Hace dos días, el detractor de oficio Luis Domínguez, quien administra la página Cubaaldescubierto.com, quiso lograr un malsano efecto mediático al dar a conocer supuestos números telefónicos y direcciones de nuestros compañeros, como si ello constituyera realmente una hazaña, capaz de opacar a James Bond.
A tenor con esta campaña anticubana, y no dejando escapar una oportunidad para mantener su enfermiza guerra ideológica contra Cuba, la apocalíptica jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de
Representantes, Ileana Ros-Lehtinen, manifestó su apoyo a la misiva enviada por los terroristas del CLC a Ronald K. Noble, Secretario General de Interpol. La Loba feroz, con la mira siempre puesta en nuestros dirigentes, y haciendo gala de su odio enfermizo a Fidel y Raúl, declaró: "Comparto el mismo
compromiso y misión de Interpol de combatir el crimen y el terrorismo
alrededor del mundo (...) En ese contexto es
prudente para nosotros buscar justicia en nombre de los pilotos Carlos
García, Armando Alejandre, Mario de la Peña y Pablo Morales, que fueron
asesinados hace dieciséis años en aguas internacionales por los aviones
militares cubanos".
Siguiendo el ritmo de las maracas, Radio Martí difundió el ridículo dossier fabricado por el CLC contra nuestros militares, contenido en 13 páginas de infundios, al que tituló: "Hermanos al Rescate, 16 años sin justicia".
Además del grupo de oficiales de las FAR ya mencionados con anterioridad, incluyen en el apócrifo y idículo documento a Juan Pablo Roque, ex colaborador de nuestros órganos de la seguridad, a los oficiales Emilio Palacio Blanco, piloto de otro MIG 23 ML, a quien culpan de estar involucrado en la llamada operación Escorpión; así como a los coroneles José Francisco Odriozola y Daniel Eutimio Salas.
Oscuros fines.
Revivir este fatídico incidente, del que Cuba no es legítimamente responsable, tiene el oscuro pretexto de validar la próxima incursión provocadora que planifican, junto a Basulto, varios renombrados terroristas como Ramón Saúl Sánchez Rizo, Luis Posada Carriles, Santiago Álvarez fernández-Magriñá, Luis Zúñiga Rey, Francisco José Hernández Calvo, Guillermo Novo Sampoll y otros, en ocasión de la venidera visita del Papa Benedicto XVI a nuestra Patria.
Para concluir, simplemente, me pregunto: ¿Con qué moral una organización de criminales se sienten en el derecho de acusar a oficiales cuya misión fue la de defender la soberanía de Patria? ¿Hará caso la Interpol a criminales que han sido acusados por Cuba en su condición de terroristas? ¿Se prestará realmente a esta patraña?
El futuro lo dirá.
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