jueves, 8 de marzo de 2012

Mi opinión es mi opinión y mis principios no los cambio.

Vino Santos a La Habana y trajo una noticia que no era sorpresa para alguien. Colombia no podrá invitar a Cuba a la próxima Cumbre de las Américas, a celebrarse  en Cartagena de Indias, al no existir consenso entre los participantes para que la Isla asista al evento. Estaba claro que EE UU había hecho prevalecer su arrogancia hegemónica por sobre la soberanía de varias naciones latinoamericanas.

Como no soy político y no ostento cargo público alguno, me arrogo el derecho a decir que otra vez naciones como Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Guatemala Chile, Honduras, y otras que actuaron más solapadamente, le dieron la venia  al Gigante de las 7 leguas para que impusera su arbitrario capricho. 

Otra vez la dignidad de América fue pisoteada impunemente. Otra vez se trató de aislar a Cuba.

El famoso subterfugio de la falta de  consenso esconde la cobardía de los gobernantes que dieron la espalda al espíritu solidario de sus pueblo hacia nuestra Patria. Simplemente, como Poncio Pilatos, se lavaron las manos en el estercolero del entreguismo y la genuflexión.

En mi criterio personal, le corresponde ahora actuar a los países de   la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA).  Rafael Correa, lo sabemos, será fiel a su compromiso hecho público ante el mundo de no asistir a este bochornoso concierto con quien se cree regente de nuestras naciones. Una vez el ALBA fue demasiado lento ante el golpe de estado que EE UU asestó a Honduras, lo cual dije claramente en su momento, y confió en la innecesaria OEA. Hoy el ALBA debe mostrar su carácter monolítico, sostenido esencialmente por la solidaridad entre sus naciones. Hoy el ALBA debe actuar con dignidad.


Cuba, por su parte, calificó hoy de inaceptable e injustificable la postura de Estados Unidos de excluirla de la próxima Cumbre de las Américas, posición que enmarcó en la tradicional hostilidad de la Casa Blanca hacia la isla. Así lo confirmó hace unas horas el canciller cubano Bruno Rodríguez: "No ha habido ninguna sorpresa, ha sido la crónica de una exclusión anunciada (...) Estados Unidos con su desprecio y arrogancia ofende a la patria grande".

Como latinoamericano y amigo entrañable de Cuba, no aceptaré jamás la participación del ALBA en esa Cumbre, pues ello mostraría una seria debilidad ante EE UU y su arrogancia, a la par que significaría una debilidad hacia los procesos integracionistas que se han iniciado con el ALBA y la CELAC. Sería un tácito espaldarazo a la prepotencia y un escupitajo a la solidaridad.

Hoy es el momento urgente de revivir al Che, a su desconfianza permanente en el Imperio, del que llamó, acertadamente, a no confiar "pero, ni un tantito así".

La ausencia de todos los paises del ALBA, no afectaría a la América Latina. Por el contrario, la vindicaría y serviría para demostrar que nuestra región está viviendo un verdadero tiempo de cambio, en que la voluntad de nuestras naciones debe ser tenida en cuenta.

Insto, pues, a mis hermanos latinoamericanos, a hacer todo lo posible por impedir que, a inicios del siglo XXI, todavía se intente pisotear nuestra dignidad y soberanía. ¡Nosotros tenemos la palabra!


Percy Francisco Alvarado Godoy

8  de marzo de 2012.

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