jueves, 10 de mayo de 2012

La hipocresía de Roberta Jacobson


Roberta Jacobson
El pasado 8 de mayo, el diario inglés BBC Mundo reproducía en su titular una afirmación tan ridícula como hipócrita:Diplomática de EE.UU. critica posición de la región frente a democracia en Cuba. Al mismo tiempo, otros medios de menor difusión pero que sí suelen tratar con mucha agresividad las cuestiones cubanas, como El Nuevo Herald y CubaEncuentro, titulaban, respectivamente, “Diplomática de EEUU lamenta falta de presión por democracia en Cuba” y “Diplomática de EE UU lamentó indiferencia de América Latina ante la dictadura castrista.

Los tres artículos reproducían minuciosamente, y casi con actitud reverencial, las palabras de Roberta Jacobson, encargada de la diplomacia estadounidense para América Latina, quien –refiriéndose a lo ocurrido el mes pasado en la Cumbre de Cartagena- calificó de “decepcionante que a veces algunos países cuyas transiciones democráticas fueron clave para su actual éxito y que son defensores de los derechos y la democracia en el mundo, hagan una excepción en este caso (de Cuba)”.
Además, la diplomática afirmaba, hablando de la supuesta falta de libertad de prensa en Cuba, que “Disentir no es una conducta criminal. Oponerse a un gobierno no es una conducta criminal y la libertad de expresión no es una conducta criminal”.

Más que ingenuidad, de esas declaraciones sale toda la hipocrecía que guía la labor de la citada diplomática. Habría que recordarle a Roberta Jacobson en qué consisten precisamente la libertad y la democracia que -históricamente- ha carcaterizado a los miembros de la Organización de los Estados Americanos (todos los países del emisferio, excepto Cuba) y cual ha sido su “utilizo” por parte de Estados Unidos a lo largo de la guerra fría.

Solo por hacer un único ejemplo, habría que recordarle a la diplomática norteamericana lo que ocurrió apenas en 1954, es decir seis años después de la Conferencia de Bogotá que creó dicha organización. 
 
En esa fecha, aviones de la CIA bombardeaban Ciudad de Guatemala, mientras un grupo de mercenarios guatemaltecos, guiados por el Coronel Castillo Armas, entraban en el país y derrocaban el gobierno democrático de Jacobo Arbenz, sin que la OEA moviera ni un solo músculo.
 
Esa mezcla de indiferencia (de la OEA), de apoyo (por los EEUU) y de mercenarismo (de la oligarquía guatemalteca) se debía a que el presidente Arbenz se había atrevido a promulgar una reforma agraria para el pueblo guatemalteco y que -claramente- perjudicaba a la bananera United Fruit Company en la que tenían intereses personales dos hermanos llamados Allen Welsh Dulles (el entonces director de la CIA) y John Foster Dulles (el entonces Segretario de Estado del Presidente Eisenhower).
 
OEA 

Guatemala, bajo el mando del tirano Castillo Armas y tras su muerte, durante un total de 30 años entró en una sangrienta guerra civil que provocó lo muerte de 200 mil indígenas guatemaltecos.

Siguiendo este sendero, los Estados Unidos, durante más de medio siglo, han utilizado dicha organización para sus guerras imperialistas en el emisferio y para apoyar el poder de los varios tiranos que llenaron de sangre a esa región bajo la absurda escusa del contenimento del comunismo soviético-cubano que nada más era que la justificación histórica más “razonable” para llevar adelante la antigua Doctrina Monroe y sus sucesivos corolarios.

Tras haber sembrado sangre y terror en un continente entero, ahora -como si estuviéramos hablando de una historia antigua y olvidada- personas que ya habían nacido durante la dictadura de Pinochet o el apoyo norteamericano a los Contras en Nicaragua, como la citada diplomática, pretenden hablar como exponentes absolutos de ideas y de conceptos tan usados que por fin se han quedado sin significado alguno, de palabras que a menudo suelen salir en la propaganda norteamericana, como libertad, democracia, paz, derechos humanos. Todo ello....mientras se representa la voz de un gobierno que todavía está manchado con la sangre de centenares de miles de latinoamericanos, víctimas directas o indirectas de su sed de poder.

2 comentarios:

  1. Gracias Percy por publicar mi texto

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  2. Roberta Jacobson merece ser condenada a cadena perpetua por decir falsedades públicamente. Lo cierto, es que el embargo estadounidense a Cuba (aunque no tiene población indígena) terminará el domingo 14 de septiembre 2014. Durante mucho tiempo, en una época posterior a la Segunda Guerra Mundial, los países no anglófonos eran aparentemente aliados de Estados Unidos pero en realidad no, siendo sólo los anglófonos sus eternos aliados porque cuando una gran cantidad de países hablan un mismo idioma, más fáciles se llevan a cabo las relaciones diplomáticas, económicas y políticas, ya que los dialectos en común facilitan el entendimiento. Es por eso que los otros países anglófonos siempre han sido los eternos aliados de Estados Unidos.

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