viernes, 29 de junio de 2012

La CIA opta por fusiles para francotiradores en Venezuela.

Cheytac M200
El fusil de francotirador es un tipo de fusil de largo alcance, caracterizado por su precisión y que le permite eliminar blancos, tanto estático o móviles,  en dependencia de sus características y las del francotirador. Aunque es usual en la guerra y en los cuerpos policiales, se ha convertido es un arma de gran eficacia para la realización de magnicidios, sobre todo con la aparición de modelos más sofisticados. Está dotado de mira telescópica y, últimamente, se apoya en el empleo del láser.

Estos fusiles varían en su calibre, también en correspondencia con el tipo de blanco a eliminar, niveles de protección del mismo y las condiciones en la que se ejecutará su cometido. Los más populares en los últimos tiempos han sido .308 Winchester o el .223 Remington, usualmente empleados por la OTAN. Hace algunos años han cobrado popularidad el .50 BMG, en la propia OTAN, al Barret M82A1, el AI AS50, el Armalite AR-50, el AI Artic Warfare, que emplean el calibre 50 y alcanzan disparos efectivos hasta los 2000 metros de distancia.


Ha de recordarse que el Barret 380 ha sido empleado por la CIA y la FNCA para planificar la ejecución de magnicidio contra Fidel Castro, tanto durante la Cumbre Iberoamericanas de Jefes de Estado de Cartagena de Indias (1994), como en la de Isla Margarita, en Venezuela (1997).

El francotirador se mueve generalmente en un pequeño grupo móvil, en el que cada uno tiene pre establecido cuál será su papel:guía y apoyatura. Cuentan igualmente con apoyo aéreo para la localización del blanco.

No existe una difundida preferencia sobre cuál es el mejor fusil para los francotiradores y muchos de ellos se familiarizan con algunos en específico, según sus propias preferencias y personalidad. Hay algunos que prefieren nuevos modelos empleados por la infantería de marina de EE UU,  en Afghanistán, entre los que se destacan los Barret M95, a los que le pueden adaptar visores nocturnos del tipo  Simrad KN-200F Mk-III, de fabricación noruega. Existen, empero, francotiradores que aún prefieren fusiles de cerrojo como el SV98 o el M40AS, mientras otros se alinean a favor de los semiautomáticos MK 11 o el SKS.

Ultimamente se ha difundido el empleo de nuevos fusiles como el  semiautomático M110,  el LWRC SABR 308, también semiautomático; el TAC M50 de cerrojo; el M 40 LAPUA, de cerrojo; el Stealth Scout, de cerrojo; el M99 Barret, con cerrojo; el semiautomático AS-50; el Artic Warfare Super-Magnum, con cerrojo; el semiautomético Barret M107 y el  Cheytac M200, con cerrojo. Todos ellos, obviamente, aunque difieren en calibre, poseen sofisiticadas miras telescópicas y otros adelantos.

Con independencia de que Estados Unidos ha diseminado el empleo de drones para lograr la eliminación física de ciertos objetivos, existen factores políticos, geográficos y de otra índole, que le hacen seguir apostando por el empleo de los fusiles más sofisticados para francotiradores. Uno de ellos es el  Modelo Barret 82A1M/M107, versatiles y capaces de ser usados en el campo, selvas y ciudades. Luego de haberse empleado en Irak y Afghanistán, existen evidencias de que son usados actualmente por grupos irregulares colombianos que penetran la frontera venezolana. Cuenta con un Sistema de Cálculo de Alcance Óptico de Barrett (BORS, con un visor LSD) y una mira  Leupold.
Rusia, por su parte,  también manifestó su intención de desarrollar cuatro nuevos modelos de fusiles destinados al uso de francotiradores, con todos los adelantos que este tipo de armamento requiere.
Fuentes cercanas han confirmado que el Pentágono ha suministrado considerables cantidades de armamento a sus aliados en Latinoamérica, incluyéndose algunos drones y este tipo sofisticado de fusiles  para francotiradores. Dentro de los planes del Pentágono y la CIA se encuentran introducir teams de este tipo para ejecutar acciones de eliminación física de dirigentes bolivarianos en los días previos a las elecciones o durante el proceso del 7 de octubre, en un claro intento de caotizar la institucionalidad dentro del país.

Estos equipos entrarán por la frontera colombo venezolana y otras vías, sabiéndose que ya se encuentran entrenándose varios francotiradores en países como Colombia, México, Uruguay, Paraguay, Perú y Panamá, así como en los propios Estados Unidos.

El empleo de este tipo de armamento es parte de los planes de la CIA que han comenzado a entrar en vigor, desde hace meses, para contrarrestar una victoria de Chávez.

Percy Francisco Alvarado Godoy


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