“Empresas occidentales han equipado al régimen de Baréin con tecnologías
de escucha y espionaje para perseguir a los opositores”, denunció el
sitio web "WikiLeaks", revelando que una de estas empresas es la
compañía Trovicor, que antes era una rama de la Nokia Siemens.
El activista opuesto a la monarquía, Abdul Ghani Al Khanjar, fue rastreado y detenido gracias a la tecnología de espionaje de la mencionada compañía.
"Wikileaks", añade que tras el derrumbe de los regímenes gobernantes en Egipto y Libia, los revolucionarios de esos países denunciaron cámaras de escucha en las que hubo tecnologías fabricadas por la empresa británica Gamma, de las cuales formaba parte, el programa de espionaje “FinFisher”. Ahora tales tecnologías se emplean también en Baréin.
Asimismo, la empresa francesa “Amesys”, la china ZTI y otra sudafricana, figuran entre las compañías que han entregado estas tecnologías a otros países.
“En la actualidad, la producción de equipamiento de escucha se ha convertido en una industria oculta extendiéndose a 25 países del mundo. Parece que la producción de tales sistemas está en manos de contratistas que pertenecen a los servicios de inteligencia occidentales”, afirma la página web "Wikileaks".
“La industria de la fabricación de material de espionaje y escucha es una industria libre de todo control y vigilancia, permitiendo a las fuerzas de inteligencia, la policía, el ejército y demás fuerzas de seguridad escuchar a los otros y rastrear a los opositores sin problema alguno”, concluye.
fe/rh/hnb
El activista opuesto a la monarquía, Abdul Ghani Al Khanjar, fue rastreado y detenido gracias a la tecnología de espionaje de la mencionada compañía.
"Wikileaks", añade que tras el derrumbe de los regímenes gobernantes en Egipto y Libia, los revolucionarios de esos países denunciaron cámaras de escucha en las que hubo tecnologías fabricadas por la empresa británica Gamma, de las cuales formaba parte, el programa de espionaje “FinFisher”. Ahora tales tecnologías se emplean también en Baréin.
Asimismo, la empresa francesa “Amesys”, la china ZTI y otra sudafricana, figuran entre las compañías que han entregado estas tecnologías a otros países.
“En la actualidad, la producción de equipamiento de escucha se ha convertido en una industria oculta extendiéndose a 25 países del mundo. Parece que la producción de tales sistemas está en manos de contratistas que pertenecen a los servicios de inteligencia occidentales”, afirma la página web "Wikileaks".
“La industria de la fabricación de material de espionaje y escucha es una industria libre de todo control y vigilancia, permitiendo a las fuerzas de inteligencia, la policía, el ejército y demás fuerzas de seguridad escuchar a los otros y rastrear a los opositores sin problema alguno”, concluye.
fe/rh/hnb
Tomado de HispanTV
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