El contenido de una inspección ordenada por la Casa Blanca y
que ha investigado a diversos agentes del segmento de las
telecomunicaciones que operan en EE.UU., concluye que no hay pruebas
suficientes para acusar al fabricante chino de espionaje a través de su
equipamiento. Se relaja la tensión inicial.
No obstante, y según este análisis de 18 meses de duración y que concluyó, como informa Reuters, a principios de este año, considera que sí hay riesgos a la ahora de trabajar con Huawei.
Estos tienen que ver, lejos de objetivos políticos, con la presencia de vulnerabilidades que abren la puerta a los exploits de hackers. No se especifica si los agujeros de seguridad son intencionados.
¿Contradice la Casa Blanca la reciente e incendiaria investigación
del informe del Congreso? No; se apoyan partes del escrito, aunque
relaja las especulaciones de un supuesto espionaje y afloja la tensión diplomática.
“Sabíamos que algunas partes del gobierno querían realmente”
encontrar una evidencia de espionaje. “De haberla habido la hubiéramos
encontrado”, aseguran fuentes anónimas cercanas a la Casa Blanca.
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