domingo, 4 de noviembre de 2012

Sesenta años después de la primera prueba termonuclear

Científico norteamericano Edward Teller
Hace 60 años, el 1 de noviembre de 1952, EEUU realizó la prueba del primer dispositivo termonuclear en el Océano Pacífico.
En aquel momento las armas nucleares pasaron a otra etapa de desarrollo en la que la potencia de las bombas apenas estaba limitada. Los estadounidenses explotaron el primer dispositivo termonuclear, es un hecho indiscutible. Pero se suscita una aguda polémica en torno a la siguiente cuestión: ¿Quién realizó la prueba de la primera bomba termonuclear?
El desarrollo de armas termonucleares fue un proyecto complicado que la Unión Soviética y EEUU realizaron de modo independiente, pero sacando casi las mismas conclusiones.
Máquina para modificar relieve
El 1 de noviembre de 1952, se modificó drásticamente el relieve en el atolón Eniwetok de las Islas Marshall. El islote Elugelab que formaba parte del atolón quedó destruido. Esto sucedió a raíz de una prueba exitosa bajo nombre en clave de ‘Ivy Mike’, que era la primera explosión de una bomba termonuclear realizada por EEUU.
Pero es imposible calificar de ‘bomba’ el dispositivo probado en Eniwetok. Se trata de una estructura complicada de 74 toneladas y de la altura de un edificio de dos pisos, una máquina de alta tecnología dotada con equipo criogénico dentro del cual fue instalado el propio elemento de fusión termonuclear (un isótopo pesado de hidrógeno o deuterio) en estado líquido y a bajas temperaturas.
El ‘corazón’ de esta estructura fue el llamado ‘salchicha’ (Sausage), un dispositivo alargado de dimensiones de 6 por 2 metros, de unas 54 toneladas de peso, que fue cubierto con una capa de acero de 30 centímetros de espesor, por debajo de la que estuvo otra capa de uranio (tamper) de peso superior a 4,5 toneladas. La fisión de esta capa de uranio liberó una energía sin precedentes equivalente a 10,4 megatones de trilita.
En el lugar de la explosión apareció un cráter gigantesco de 1.900 metros de diámetro y de hasta 50 metros de profundidad. La explosión y las olas oceánicas derrumbaron casi todas las plantas de la isla.
“Este vino tiene potencial”, diría un perito al evaluar los resultados. En realidad, una bomba desarrollada posteriormente en la URSS y hecha de metal (АN602 que se conoce con el apodo de ‘la bomba del Zar’) liberó en 1961 una energía equivalente a 58 megatones de trilita al detonarse en el archipiélago de Novaya Zemlya en el Ártico.
Pero fue suficiente destruir el islote de Elugelab para entender que la humanidad disponía de un fuego capaz de reducir a cenizas su estrecho espacio común.
Disparador para núcleos ligeros
La idea de desarrollo de armas termonucleares se radica en el uso creativo del balance energético de las reacciones nucleares. Se pueden fabricar armas nucleares si las reacciones de fisión o fusión de átomos liberan una gran cantidad de energía.
Desde este punto de vista, los elementos más interesantes en la Tabla Periódica de Mendeleev están en su inicio y en su final.
En la final de la Tabla se encuentran los elementos con núcleos pesados, la reacción de fisión en cadena es la que libera energía. Así las cosas, se puede crear armas nucleares tradicionales con el uso de uranio-235 o plutonio-239.
Al inicio de la Tabla se ubican los elementos cuyos núcleos ligeros son capaces de fundirse con la liberación de energía (se trata de la reacción de fusión nuclear). La cantidad potencial de energía liberada en este caso es mucho más que durante la fisión de núcleos pesados. Por consiguiente, la potencia destructora de las armas hipotéticas también será mayor.
Surge el único problema. Para la fisión de núcleos pesados simplemente es necesario que la masa de elementos fisionables sea mayor que la masa crítica, lo que se puede provocar por ejemplo por su compresión durante la explosión.
Pero los núcleos ligeros necesitan condiciones naturales para la fusión. La fusión nuclear es posible a temperaturas muy altas, cercanas a las de las estrellas. La reacción de fusión produce la energía del Sol y otras estrellas. En caso contrario, los núcleos ligeros no pueden fundirse.
Pero los científicos y militares disponían de un ‘disparador’ de la fusión nuclear, es decir, de la bomba atómica tradicional. Se planteó la tarea de explotar esta bomba de modo que esto pudiera desencadenar la fusión termonuclear. En este caso se podría devastar continentes enteros.
Patrimonio de Edward Teller y Andrei Sájarov
Los físicos de ambas costas del Océano Atlántico se rompieron la cabeza en el desarrollo de este ‘disparador’ termonuclear que parecía muy fácil a primera vista.
En 1942, el científico estadounidense, Edward Teller, propuso un esquema teórico ‘Classical Super’ que representaba una realización directa del ‘disparador’: una bomba atómica dentro del deuterio líquido. En 1946, Teller modernizó este esquema al convertirlo en el llamado ‘despertador’ (‘Alarm Clock’). En este caso, la carga nuclear fue envuelta en 10 o 15 capas del deuterio y tritio.
Los esquemas de Teller fueron muy complicados. Ni siquiera la propuesta de emplear un combustible sólido termonuclear (deuterido de litio) que era más eficiente, hecha por el físico en 1947 no pudo resolver problemas sistémicos.
Solamente en 1951, fue hecha una propuesta realmente interesante. Uno de los colaboradores de Teller, Stanislav Ulam proveniente de la ciudad de Lvov (Ucrania actual), propuso colocar una carga nuclear en una extremidad y el ‘disparador’ en la otra de un recinto y comprimir el combustible de la fusión y conseguir su encendido con el uso de la “implosión de la radiación”.
Este mecanismo bautizado como ‘diseño de Teller-Ulam’ dio a los estadounidenses la posibilidad de pasar a las pruebas prácticas del dispositivo termonuclear iniciadas en el atolón Eniwetok hace 60 años. Antes de aquel momento, se realizaron pruebas de explosión de cargas nucleares con reacción termonuclear (por ejemplo, la prueba George que tuvo lugar en mayo de 1951), pero estos artefactos no eran termonucleares.
La URSS desarrolló armas termonucleares independientemente
Últimamente se suele decir que la URSS desarrolló su proyecto nuclear, gracias a un buen trabajo de sus servicios secretos que literalemente retiró de EEUU pilas de información secreta.
En cuanto al proyecto nuclear, esto es justo. El grupo de físicos soviéticos encabezados por Igor Kurchátov sí que desarrollaron la bomba atómica tomando en consideración los resultados de cálculos y pruebas estadounidenses revelados por el servicio de inteligencia de la URSS para reducir tiempo para el desarrollo de soluciones tecnológicas poco eficaces.
Mientras, el proyecto termonuclear se desarrolló en la URSS independientemente. El físico ruso Yakov Zeldóvich desarrolló desde 1948 un proyecto similar al esquema teórico ‘Classical Super’ de Edward Teller que en la Unión Soviética fue bautizado como ‘Tubo’. Este proyecto sin perspectiva sí que fue desarrollado en base a los datos obtenidos por los servicios secretos soviéticos de EEUU en la época en la que los propios científicos estadounidenses estaban dispuestos a abandonarlo.
Pero en cuanto al ‘Despertador’ de Teller, este proyecto fue desarrollado en la URSS de modo independiente hacia los principios de 1950 por Andrei Sájarov y Vitali Guínzburg. En marzo de 1949, Guínzburg propuso usar el sólido deuterio de litio en vez del deuterio líquido. A finales de 1953, Víctor Davidenko propuso crear una bomba termonuclear de dos etapas. El proyecto similar al ‘diseño de Teller-Ulam’ con la implosión de la radiación fue desarrollado por los físicos soviéticos hacia la primavera de 1954.
Pero hasta aquel momento pasó mucho tiempo, mientras que los científicos rusos tenían muchas ideas interesantes. Al considerar erróneamente que el diseño del dispositivo bajo nombre código de ‘Ivy Mike’ era similar al 'Tubo', los físicos soviéticos que hacia aquel momento ya entendieron todos los problemas del respectivo esquema concentraron su atención en el desarrollo de un proyecto más eficaz. El 12 de agosto de 1953, la URSS realizó la prueba del dispositivo RDS-6S que fue denominado como “la primera bomba termonuclear soviética”.
A diferencia de una enorme estructura empleada en el atolón Eniwetok, el dispositivo soviético fue de dimensiones más pequeñas debido al uso del sólido deuterio de litio. A pesar de que durante la prueba anunciada la carga nuclear fue instalada en una torre, en teoría, el RDS-6S podría arrojarse desde el bombardero Тu-16.
Así es la diferencia principal entre un dispositivo que, de hecho, solo muestra la existencia de una tecnología física y las municiones que se emplean en las armas.
A pesar de una prioridad formal en la creación de armas termonucleares, el diseño del dispositivo desarrollado por Sájarov dejaba mucho que desear. El efecto útil de la liberación de energía fue inferior al 20%. Los cálculos demostraron que era imposible crear una ‘buena’ bomba termonuclear de potencia equivalente a más de 750 kilogramos de trilita en base a este diseño. La estructura se derrumba y pierde la eficacia.
En 1954, EEUU explotó en el atolón de Bikini (Islas Marshall) el dispositivo ‘Shrimp’ (Camarón) construido en base al diseño de Teller-Ulam con el uso del sólido deuterio de litio. Por eso EEUU opina que fue el primero en crear la bomba termonuclear. Según los estadounidenses, el RDS-6S no es un verdadero armamento termonuclear, a diferencia de las bombas creadas partiéndose del diseño de Teller-Ulam.
Al realizar la prueba en el atolón de Bikini, EEUU cometió un error. No se liberó la energía equivalente a cuatro o seis megatones de trilita, como se esperaba, sino la equivalente a 15 megatones. Esta fue la prueba de la bomba de hidrógeno más potente jamás probada por Estados Unidos.
En la URSS esta historia fue conocida como el incidente que provocó la caída inesperada de ceniza radiactiva que afectó una embarcación de pesca japonesa ‘Fukuryu Maru No. 5’ (Dragón feliz). Todos los 23 tripulantes del barco padecían el síndrome radiactivo agudo, mientras que el operador de radio del barco murió dentro de cinco meses.
Después de las pruebas realizadas en el atolón de Bikini, desde diciembre de 1955, EEUU empezó a fabricar bombas Mk-21 de cuatro megatones. La URSS realizó la prueba de su primera bomba desarrollada según el diseño de Teller-Ulam (RDS-37) el 22 de noviembre de 1955. RDS-37 pasó a ser la primera bomba en el mundo de potencia de varias megatones que fue arrojada desde un avión. EEUU realizó una prueba similar sólo en mayo de 1956.
Desde aquel momento, las municiones termonucleares empezaron a desempeñar el papel clave teniendo en cuenta una guerra hipotética. Las superpotencias obtuvieron al fin y al cabo las superarmas y superposibilidades de destrucción mutua.

Konstantín Bogdánov, RIA Novosti

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