Cincuenta y cuatro países colaboraron con la CIA
estableciendo prisiones secretas en su territorio tras los atentados del
11-S, señaló el martes una organización de derechos humanos que
aprovechó para pedir una mayor responsabilidad a los gobiernos
implicados.
El informe de la Open Society Foundation hace una
lista exhaustiva de los países que colaboraron con Estados Unidos en lo
que los críticos señalan como excesos cometidos por el gobierno del
entonces presidente George W. Bush luego de los atentados del 11 de
setiembre de 2001.
Bush autorizó "ejecuciones extrajudiciales"
-el traslado de personas sin el debido juicio- para permitir que las
agencias de inteligencia estadounidenses y de otros países interrogaran a
los supuestos extremistas, al margen de las garantías existentes en
Estados Unidos.
La Open Society Foundation indicó que, según la
evidencia recogida, las formas de asistencia abarcaron desde albergar
prisiones de la CIA, interrogar sospechosos, abrir el espacio aéreo para
vuelos secretos o la cooperación con los servicios de inteligencia.
Los
países que colaboraron con el gobierno estadounidense en muchos casos
son aquéllos que han luchado durante muchos años contra militantes
islamistas dentro de su propio territorio, como Afganistán, Egipto,
Pakistán y Arabia Saudita.
Según el informe, también figuran
aliados cercanos de Estados Unidos, como Australia, Gran Bretaña,
Canadá, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Irlanda, Italia, Polonia,
España, Suecia, Turquía y Tailandia.
Sudáfrica también se
encuentra en la lista, debido a las denuncias de que el gobierno de
Pretoria habilitó al gobierno estadounidense para secuestrar a Saud
Memon, paquistaní acusado de asesinar al periodista del Wall Street
Journal Daniel Pearl.
La lista también inclue a Irán, señalando
que a pesar de su limitada relación con Estados Unidos, Teherán entregó a
Washington a 10 sospechosos -en su mayoría árabes- de manera indirecta,
a través del gobierno de Kabul.
Las prisiones secretas de la
CIA, donde estuvieron los cinco sospechosos detenidos actualmente en
Guantánamo por los atentados del 11 de setiembre, se ubicaban en
Tailandia, Rumania, Polonia y Lituania.
El informe identifica a
136 personas detenidas o transferidas por la CIA. Mientras algunos eran
miembros de la organización Al-Qaida, según el informe muchos otros
fueron arrestados por error, en una amplia campaña antiterrorista
llevada adelante por el gobierno estadounidense luego de los atentados
del 11 de setiembre.
La organización llama a la responsabilidad
tanto de Estados Unidos como de los gobiernos que colaboraron con él,
señalando que "no hay duda" de que el gobierno de Bush autorizó
violaciones de derechos humanos.
"Al llevar a cabo tortura y
otros abusos relacionados con las detenciones secretas y ejecuciones
extrajudiciales, (Estados Unidos) disminuye su autoridad moral y mina el
apoyo a los esfuerzos contra el terrorismo que realiza en todo el
mundo", apunta el documento.
Pero señala que los otros países
también son responsables. Sólo Canadá se ha disculpado por su rol en
estos procedimientos, mientras que otros tres países -Australia, Gran
Bretaña y Suecia- han ofrecido compensar a las personas particulares.
Italia es el único país en donde un tribunal condenó a los responsables
involucrados en estas operaciones.
El presidente Barack Obama
ordenó la suspensión de los interrogatorios severos cuando asumió la
presidencia en 2009. Pero la Open Society Foundations criticó a Obama
por permitir continuar con las detenciones secretas y negarse a publicar
los documentos relativos al programa de detenciones de la CIA.
La
comisión de Inteligencia del Senado aprobó en diciembre un informe de
6.000 páginas sobre las tácticas de la CIA, pero el contenido es
clasificado como secreto. La presidenta de la comisión, Dianne
Feinstein, dijo que las detenciones secretas y las severas técnicas de
interrogatorio eran "errores terribles".
Tomado de http://noticias.terra.es
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