¿Es Carlos Saladrigas el promotor de una visita de Yoani Sánchez a la Casa Blanca?

Manuel Lagarde acaba de publicar en su blog Cambios en Cuba un artículo de Le Monde Diplomatique titulado “¿Quién financia la gira de la opositora cubana Yoani Sánchez?”. A esta altura nadie puede venir con el cuento de que Yoani viaja gracias a colectas en internet porque se trata de una bloguera humilde que no tiene ni tomates para poner en la mesa de su casa. Creo que lo que toca ahora es ir investigando e informando sobre quiénes son las instituciones y personas específicas, con nombres y apellidos, que se han encargado de fabricar esta estrella de la internet sin ninguna base social entre el pueblo y sus vecinos de Cuba, pero cuyos desinformadores párrafos son traducidos automáticamente a casi dos decenas de idiomas para envidia de la misma ONU. Difamaciones y calumnias que han servido de pretexto para que absurdamente se le considere una de las cien personas más influentes del mundo y una de los diez intelectuales más prominentes de Hispanoamérica.

Una fuente muy creíble me ha informado, a partir de un hecho público, que el empresario cubanoamericano Carlos Saladrigas sería uno de los misteriosos promotores de la visita de la bloguera Yoani Sánchez a Estados Unidos. En comentarios circunstanciales del Director Ejecutivo del Cuba Study Group Tomás Bilbao, a propósito de la edición del programa “Choque de Opiniones” de CNN en Español el domingo 3 de marzo en que participó junto a dos conocidos académicos, además de defender puntos de vista de un Informe del Cuba Study Group relució el tema de Yoani Sánchez; Tomás Bilbao comentó luego sobre la intolerancia de Miami con la bloguera para la que miembros del Cuba Study Group, que Preside Carlos Saladrigas, estarían negociando que sea recibida en la Casa Blanca por el Presidente Obama y en el Congreso de Estados Unidos. Eso sí, acompañada por legisladores y figuras de buena cara, de posición moderada; y lejos de la mano de los congresistas y senadores cubanoamericanos con los que, exceptuando quizás a Joe García, Saladrigas no tiene muy buenas relaciones ni históricas ni políticas (contribuciones y algunos intereses aparte). Al miembro de su grupo se le ha ido la lengua diciendo que lo ideal sería mantener a la famosa bloguera en un círculo académico, pero si dan ese paso lo del academicismo no se lo creería nadie.

Para ganar más en información y no tener que basarme en fuentes alternativas, emplazo a Saladrigas y a su vocero Tomás Bilbao a que contesten directa y sinceramente las siguientes preguntas: ¿Es  verdad que están organizando una visita de Yoani Sánchez a Washington DC? ¿Es verdad que quieren llevar a Yoani a la Casa Blanca y al Congreso? Cuando dicen que no la quieren juntar con esa rancia derecha cubanoamericana de los Marco Rubio, Ileana Ros-Lehtinen, Mario Diaz- Balart, Mauricio Claver-Carone y el resto de la pandilla en Miami, ¿lo estarían evitando por prudencia política, por disfrazar al lobo de oveja o por simple antipatía personal? Aunque lo que he tenido que decir sobre Calos Saladrigas ya lo he dicho en un artículo del 5 de abril del 2012 (http://latardesemueve.com/archives/751), tengo que repetir que sigo sin entender las contradicciones políticas de este caballero.


No me extrañaría que Saladrigas quiera servir de puente entre Yoani Sánchez y la Casa Blanca para “decidir el futuro de Cuba” y hasta cambiar su gobierno. Ya a Marcelino Miyares se le fue también la lengua en un programa de televisión de Miami agradeciendo a Carlos Saladrigas que sirviera de mediador para conseguir una teleconferencia desde México entre miembros del llamado Partido Demócrata Cristiano de Cuba y un grupo de llamados opositores al gobierno cubano en la que el mismo Marcelino llamó Embajada de Estados Unidos en La Habana. A este sumiso y entreguista gesto me referí también hace poco en un artículo titulado “Miami es un circo”. (http://latardesemueve.com/archives/1136) No me extrañaría tampoco que a Saladrigas se le ocurra la demencial idea política de “mediar” entre el gobierno cubano y la llamada oposición o disidencia en la misma isla porque ya en La Habana, en el Centro Cultural Félix Varela dependiente del Arzobispado de esa capital, Saladrigas se derramó en elogios a los llamados opositores Oscar Espinosa Chepe y Dagoberto Valdés, este último un connotado contrarrevolucionario con probadas relaciones con agencias extranjeras interesadas en un cambio de régimen en Cuba.


Vuelvo a repetir: Saladridas es un hombre lleno de contradicciones. Como empresario ha tenido éxito, como político no me merece mucho respeto. Lo respetaría más si en verdad se atreviera a negar o afirmar públicamente si es él una de las personas que está detrás del viaje de Yoani Sánchez a los Estados Unidos y que estaría ocupándose de garantizar su visita a La Casa Blanca y al Congreso norteamericano. Yo creo que si a Saladrigas verdaderamente le gusta mediar y cabildear, lo que tendría que hacer es pedir por un diálogo entre el Presidente de EEUU Barack Obama y el Presidente de Cuba Raúl Castro, que son las autoridades que corresponden. 

 

Edmundo García .
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