Mientras Estados Unidos decide qué hacer con un terrorista doméstico
de 19 años, que mantuvo en vilo a toda la nación y se recupera de las
heridas sufridas cuando era perseguido por la policía, los máximos
responsables del FBI se convirtieron en blanco de críticas por haber
ignorado las advertencias que le transmitió Rusia desde 2011 sobre la
presunta radicalización de Tamerlán Tsarnaev, sospechoso de cometer
el ataque que causó la muerte de 3 personas y dejó más de 170 heridos en
esta ciudad.
En el día después de una operación que fue elogiada y festejada de
costa a costa, los responsables del FBI reconocieron que los hermanos
Tsarnaev no eran unos desconocidos para sus servicios. De hecho, a
través de un comunicado oficial, el FBI admitió haber entrevistado a
varios miembros de la familia desde 2011 para determinar hasta qué punto
las versiones del gobierno ruso, sobre una presunta radicalización de
Tamerlán, se correspondían con la realidad.
“En respuesta a esa petición (de Rusia), el FBI entrevistó a Tamerlán
Tsarnaev y a miembros de su familia. Tras estas entrevistas, el FBI no
encontró rastros de actividad terrorista doméstica o internacional. Los
resultados fueron entregados a ese gobierno en el verano del 2011”,
concluye el comunicado emitido a última hora del viernes y que hoy pone
al FBI en evidencia y en medio de denuncias por negligencia.
Entre ellas, las que les llueven desde la propia familia Tsarnaev que
les acusa de haber seguido muy de cerca a Tamerlán en el curso de los
últimos 3 años. “El FBI sabía todo lo que hacía mi hijo. Conocía los
sitios deinternet que visitaba. Lo estuvo aconsejando durante 3 o 5
años. ¿Cómo pudo haber ocurrido esto?. ¿Cómo es posible que ahora lo
acusen de este acto de terrorista?”, dijo Zubeidat Tsarnaev, madre de
Tamerlán y Dzhokhar Tsarnaev, a CNN.
Según reveló ayer The New York Times, Tamerlán pasó seis
meses en Daguestán el año pasado. Sin embargo, el FBI nunca siguió sus
pasos a su regreso a EU, pese a la previa advertencia rusa ante
un sospechoso que se había radicalizado mientras renunciaba a ir en pos
del sueño americano.
En medio de este embrollo, que podría demeritar la exitosa operación
de ejecución y captura de los hermanos Tsarnaev, el FBI se mantenía
enfocado en el menor de los hermanos que se recupera en un hospital de
esta ciudad, en medio de un estrecho cerco de seguridad y junto a
las víctimas del atentado terrorista perpetrado por él y su hermano.
Dzhokhar Tsarnaev, el joven de 19 años que ayer mostraban como un
trofeo de caza los agentes del FBI y la policía local, permanecía grave
en una unidad de cuidados intensivos, sin poder declarar, mientras se
recupera de las heridas en el cuello y una pierna y de la hemorragia
sufridas durante casi 24 horas de intensa persecución en Boston y en sus
alrededores. Tras su estabilización médica, agentes especializados del
FBI y la CIA se encargarán de entrevistarlo para tratar de desentrañar
el móvil del atentado y atar los cabos que fueron incapaces de amarrar
en el verano de 2011.
De forma paralela, la maquinaria legal se encargará de demostrar la
responsabilidad criminal de Dzhokhar y su hermano Tamerlán en un estado
como Massachusetts, donde no existe la pena de muerte, pero sí la cadena
perpetua. Por el momento, se sabe que en el momento de la detención,
los agentes del FBI no le leyeron a Dzhokhar sus derechos.
El asunto es sensible ya que, el detenido, es además ciudadano de
Estados Unidos. En previsión de una disputa de carácter judicial, el FBI
adelantó que, bajo situación excepcionales para la seguridad nacional
—como era el caso—, no es necesario leerle sus derechos al detenido. La
agencia federal fue respaldada por los senadoresJohn McCain y Lindsay
Graham, republicanos, que insisten en que Dzhokhar debería ser tratado
como “combatiente de guerra”. Disquisiciones legales aparte, más
complicado será ir más allá de la verdad judicial para conocer los
motivos del atentado contra el maratón de Boston.
The Lede, un blog del Times y la edición online
de Forbes reportaron que Dzhokhar utilizó su cuenta de Twitterunas horas
después del atentado y publicó la letra de una canción del rapero
Jay-Z: “No hay amor en el corazón de la ciudad, permanezcan seguros,
gente”. Entre tanto, El presidente Barack Obama, se reunió ayer con el
Consejo de Seguridad Nacional para tratar la investigación de los
atentados de Boston del pasado lunes.
(Con información de agencias)
Tomado de http://pulsoslp.com.mx
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