Tiene una misión especial: "Mantener la superioridad
tecnológica militar de EE.UU". Así reza el credo mayor de la Agencia de
Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (Darpa, en sus siglas en
inglés), una suerte de "laboratorio de ideas" del Pentágono creado en 1958 como respuesta al desafío soviético que suponía el lanzamiento del "Sputnik".
Independiente de otras agencias de EE.UU., Darpa solo rinde
cuentas al Departamento de Defensa y junto a pymes y universidades
-detalle este último fundamental en su desarrollo- alienta los avances
tecnológicos en el campo militar una vez que ha trazado la prioridad del
momento a modo de "concurso". Por ejemplo, su último reclamo a la
industria e investigadores decía así: "Se solicitan propuestas
innovadoras multidisciplinares para desarrollar rápidamente medios de
detección de explosivos a distancia y sin contacto". Es el denominado
programa MEDS ("Methods for Explosive Detection at Standoff").
Internet, GPS o el fusil M16
Un vistazo a los últimos proyectos de Darpa sirve para
constatar cuán diferente será la guerra. Proyectos en robótica,
ciberguerra, biodefensa, vehículos no tripulados, espumas para frenar
hemorragias internas o el entendimiento del cerebro humano para aplicaciones tecnológicas
son algunas de las prioridades para Darpa, que cuenta con una platilla
de unos 250 empleados -la mayoría científicos e ingenieros- que manejan
un presupuesto de 2.800 millones de dólares (un 40% del presupuesto
global del Ministerio de Defensa español), todo ello bajo estrictas
medidas de confidencialidad y organizados en seis oficinas o grupos de
trabajo.
En el haber de Darpa se encuentra el desarrollo de inventos
tales como Arpanet -origen de esa herramienta que hoy conocemos como
internet-, el GPS, el fusil de asalto M16 o los aviones sigilosos.
Uno de sus más llamativos proyectos ahora es el denominado
"Legged Squad Support System" (LS3), más conocido como la "mula
robótica", artilugio que podría aliviar la carga de los militares
estadounidenses en el teatro de operaciones. En uno de sus últimos
comunicados sobre este proyecto Darpa informó de que la "mula robótica"
ya sigue el dictado de órdenes verbales, según probaron efectivos del
Laboratorio de Guerra del Cuerpo de Marines durante dos semanas de
pruebas en los bosques de Virginia, cerca de las instalaciones militares
de Fort Pickett. (Acredita el avance con un vídeo en su página web:
www.darpa.mil).
"El programa LS3 también busca que los robots interactúen
con las tropas como si se tratasen animales adiestrados", explica Darpa,
que estima en unos 200 kilos el peso aproximado que estas "mulas
robóticas" pueden portar en todo tipo de escenarios y condiciones.
En diciembre del pasado año Darpa anunció uno de los avances de sus "inventos" que
más repercusión podrían tener en la vida civil: una espuma que
inyectada en el cuerpo podría frenar las hemorragias internas, algo
vital en caso de accidentes de tráfico.
Con el objeto de aumentar las probabilidades de vida de un
soldado herido durante la "golden hour" (hora de oro) -tiempo aproximado
de que dispone un herido en combate antes de poder ser trasladado a un
hospital militar- Darpa convocó el programa "Sistema para inmovilizar
heridas" ("Wound Stasis System"). Las investigaciones llevadas hasta
ahora permiten a Darpa estimar que el invento en cuestión "puede frenar
hemorragias internas abdominales elevando a un 72 por ciento el ratio de
supervivencia a las tres horas de que se produzca el inicio de la
hemorragia".
La compañía Arsenal Medical Inc. fue finalmente la que
obtuvo la solución inicial y fue designada para desarrollar la nueva
tecnología médica militar, recibiendo un contrato de 15,5 millones de
dólares para su desarrollo. Por cierto, el experimento aún en fase de
desarrollo se basó en modelos de heridas abdominales producidas en
animales como los cerdos. ¿De qué materia está fabricada la espuma
milagrosa? Poliuretano que pasa por dos fases líquidas para luego, en
una sólida, convertirse en armazón de la cavidad abdominal.
Guerras del futuro
Lo "no tripulado" ("unmanned") también es una de las
prioridades de Darpa. Tanto en aviación como en mar. Dos son los últimos
proyectos que ha lanzado: dotación de aviones no tripulados en buques de guerra y submarinos no tripulados capaces
de detectar a submarinos convencionales enemigos. Ciberguerra,
biodefensa, munición "inteligente" son otros de los proyectos sobre los
que investiga este laboratorio de ideas que se vanagloria de contribuir a
evitar "sorpresas tecnológicas que puedan dañar la seguridad nacional
de EE.UU.".
Otra de sus peticiones a la comunidad científica
estadounidense está relacionada con el "mejor entendimiento del
funcionamiento del cerebro humano". Para ello Darpa invertirá 50
millones de dólares en 2014. Y no solo para "investigar", sino para
desarrollar capacidades biomoleculares. Esa sí que es todavía una guerra
del futuro.
Esteban Villarejo
Tomado de http://www.abc.es
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