+ Obama, CIA, torturas, Oscar, Osama + Dicen no a heroína real de Zero Dark
Una profunda crisis interna agobia a la Agencia Central de
Inteligencia de los EU (CIA, por sus siglas en inglés) por el expediente
abierto de torturas a prisioneros que llevaron al asesinato del líder
terrorista Osama bin Laden, con efectos en la geopolítica de EU y
algunos chicotazos en México.
Si en los EU hubo alegría por la
muerte del responsable de los terribles ataques criminales del 9/11 de
2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y tres aviones comerciales
de pasajeros, la cola política sigue resquebrajando la fortaleza de la
CIA: la agente responsable de la operación de tortura para obtener el
sitio de refugio de Bin Laden había sido apenas designada jefa de
servicios clandestinos, pero esta semana fue marginada.
Y si bien
los estadunidenses tienen aún mucho que agradecerle al profesionalismo
de la funcionaria de inteligencia y su pasión en la cacería del líder
terrorista de Al Qaeda, el nuevo director de la CIA, John Brennan, tuvo
severos problemas en el congreso para obtener la confirmación.
Senadores de los dos partidos lo censuraron duramente por ser el
responsable del programa de aviones asesinos drones, el programa de
torturas y el programa autorizado por el presidente Obama de asesinato
de terroristas.
El caso de Brennan y la misteriosa oficial de
inteligencia que atrapó a Bin Laden --dibujada como la heroína en la
película Dark Zero Thirty de la cineasta Kathryn Bigelow-- podría llevar
a un conflicto tipo Watergate: el tropiezo final del presidente Nixon
ocurrió cuando entregó cintas grabadas en la Oficina Oval pero con 18
minutos borrados.
La recién nombrada y luego destituida jefa de
operaciones clandestinas de la CIA habría sido la responsable de haber
destruido las cintas en las que se grababan torturas a prisioneros
árabes y que involucraban al agente José Rodríguez, de acuerdo con
información publicada en varios medios, sobre todo el The Washington
Post.
El asunto tiene varias derivaciones, no sólo la mala suerte
para la oficial de inteligencia heroína en la película Dark Zero pero
que fue quemada --en lenguaje de inteligencia-- precisamente por hacerla
más visible en la película, y más cuando el propio Congreso citó al
director interino de la CIA a audiencias secretas para tener más datos
del programa de torturas porque en la película se agradecía el apoyo de
la agencia de espionaje en la aportación de datos.
La otra
derivación hablaría de las relaciones sospechosas de algunas instancias
de comunicación con la comunidad de los servicios de inteligencia.
En los premios de la Academia, Zero Dark se quedó sin ninguna estatuilla
y la mejor película --otro ejemplo de la propaganda de los servicios de
inteligencia-- la ganó Argo, basada en otra operación exitosa de la CIA
durante la crisis de los rehenes en Irán 1979-1981.
Y hubo una tercera.
El periodista Greg Miller, del The Washington Post, fue finalista
--junto con sus colegas Karen DeYoung and Julie Tate-- en la categoría
de reportajes nacionales de los Premios Pulitzer por sus revelaciones
sobre la existencia de los drones para el asesinato de terroristas, un
tema vinculado estrechamente al tema de las torturas a terroristas, pero
el galardón lo obtuvieron periodistas de un diario local por denuncias
sobre contaminación ambiental.
La designación de un nuevo jefe de
operaciones clandestinas de la CIA desplazó a la heroína del asesinato
de Bin Laden, quien apenas duró unas cuantas semanas en el cargo, al
parecer nombrada sólo como premio temporal.
De todos modos, la caída
de la oficial de inteligencia en la Operación Gerónimo ha revelado
conflictos al interior de la oficina de inteligencia, podría ser un
factor para desalentar la entrega de los agentes en operaciones sucias
de la agencia y revelaría pasos en la azotea de la CIA provenientes del
Congreso.
El nuevo director John Brennan fue aprobado con muchas
restricciones, pero el Congreso aún no cancela el expediente de las
torturas que fue avalado por el procurador Donald Rumsfeld del gobierno
de George W. Bush pero luego mantenido por el gobierno del presidente Barack Obama.
La Operación Gerónimo se realizó justamente en el gobierno de Obama,
contó con todo el apoyo de la Casa Blanca y siempre se tuvo la certeza
de que se trataba de una cacería humana basada en la tortura a algunos
terroristas árabes encarcelados en Guantánamo, la cárcel que por cierto
Obama prometió cerrar y sigue y seguirá abierta para tener ahí a
prisioneros sin cumplir con el respeto a los derechos humanos que los EU
exigen a los demás países y ellos no cumplen.
El desplazamiento
de la heroína real de la cacería de Bin Laden busca alejar de la CIA un
poco las pesquisas del Congreso que involucran aún al nuevo director de
espionaje Brennan.
Senadores demócratas y republicanos han
bombardeado a la CIA exigiendo información y responsabilidades en el
programa de torturas e inclusive, reveló el The Washington Post, el
pasado 7 de mayo la senadora Dianne Feinstein, demócrata por California y
presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, llamó al director
Brennan para plantear sus preocupaciones por el hecho de que una persona
estrechamente ligada al tema del uso de torturas en prisioneros
extrajudiciales pudiera estar al frente de la operación de servicios
clandestinos de la agencia y por la posibilidad de que la tortura
pudiera ser ya práctica común en la CIA.
El asunto es de interés
internacional por el hecho de que las operaciones clandestinas de la CIA
se realizan en todo el mundo y sobre todo en zonas geopolíticamente
calientes --como México-- y por la prioridad del terrorismo como el
factor de justificación para la intervención de los EU --vía la CIA-- en
países clave de la seguridad nacional de Washington.
Ahora mismo,
al calor de la lucha contra el crimen organizado, la CIA ha incrementado
sus actividades en México y de México hacia Centro y Sudamérica.
Por Carlos Ramírez
Tomado de http://www.elmanana.com
www.grupotransicion.com.mx
carlosramirezh@hotmail.com
@carlosramirezh
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