miércoles, 19 de junio de 2013

Nota de Juan Pablo Roque




Recientemente la Editorial Arte y Literatura publicó el libro “Los últimos soldados de la Guerra Fría” del escritor brasileño Fernando Morais. Este libro como bien se explica tiene elementos de testimonio, novela, suspenso, etc. . En este libro se hace referencia a mi persona, Juan Pablo Roque González y quiero comenzar  por su editorial que publicó en Cuba este libro para darle mi criterio personal y de un número bastante grande de compañeros en mi entorno que compartiendo mi criterio me han pedido insistentemente que me pronuncie ante tantas inexactitudes y una gran variedad de afirmaciones que no se ajustan a la verdad de lo que realicé por misión en Miami, Estados Unidos. 

Fui a los Estados Unidos cumpliendo una misión de la Seguridad del Estado. Todo lo escrito en este libro “novelesco” está alterado extremadamente y me refiero única y exclusivamente a mi persona, a pesar que conozco poblado de inexactitudes.

Durante mis años en los Estados Unidos recibí muchos estímulos que sin lugar a dudas eran fruto de mi trabajo en los grupos contrarrevolucionarios y dentro del FBI. Me preparé en Cuba y en la antigua URSS. Mi última academia terminada fue la Academia Lenin de Moscú donde compañeros que hoy integran el Buró Político y la Jefatura del MINFAR culminaron antes que yo o junto conmigo. Tuve que ver mucho en esos años con los temas editoriales y su comportamiento ideológico.

El personaje, para llamarlo de alguna forma, de esta “novela”,   existe  y lo publican con nombre y apellidos no con (seudo).  Para los que lean el libro, los jóvenes, mis hijos, etc. estoy totalmente identificado. No caí preso en los Estados Unidos, pero sin lugar a dudas mi actitud hubiera sido la misma de los otros cinco compañeros, la mía de otros que estamos aquí. 

Cita textual de la página 141:

… insatisfechos con su desempeño y sobre todo con lo que consideraban «comportamiento exhibicionista» de Roque en la Florida, a fines de 1995 la Dirección del Departamento de Seguridad del Estado decidió retirarlo de los Estados Unidos en forma segura, y para ello desencadenó una acción a la cual se le dio el sugestivo nombre de Operación Vedette

Fin de la cita 

El señor Fernando Morais vino a Cuba en el año 2005 y me vio 15 minutos el Primero de Mayo, jamás lo vi más no fui avisado ni consultado de este enfoque. A él lo mandó el compañero Miguelito del despacho del compañero Ricardo Alarcón.

Es realmente de interés de alguien permitir este concepto insolente ¿A quién beneficia? ¿A quién humilla? ¿Por qué semejante calumnia?

Juan Pablo Roque
Junio 05 de 2013

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