domingo, 28 de julio de 2013

A 60 años de notable victoria militar de Corea del Norte sobre EE UU



La República Popular Democrática de Corea celebra hoy el 60 aniversario de su victoria sobre las tropas norteamericanas. Habrá actos, desfiles y festivales artísticos recordando ese triunfo y honrando a sus tres millones de caídos.

Los detractores de Corea del Norte creerán que los festejos por la victoria de hace sesenta años contra las tropas de Estados Unidos consistirían en desfiles militares. Error. También los habrá, como forma de “mostrar los dientes” a la superpotencia que entonces, a mediados del siglo XX y ya entrado el actual, no cesa en su intento de agredirla. Sin embargo, además de sus tanques T-72 y sus aviones, sus soldados masculinos y femeninos desfilando con paso marcial, etc, el país socialista realizó actividades culturales y deportivas. Es una nación feliz por haber sobrevivido a la invasión de 1950 y a los planes de arrasarla con bombas nucleares, como propuso entonces sin éxito el general Douglas MacArthur al presidente Harry Truman.

En Pyongyang arrancó el 22 de julio el Arirang, o Festival del Sol, “la mayor representación gimnástica del mundo, con la actuación sincronizada de miles de jóvenes, efectos de luz y fuegos artificiales”, según la agencia norcoreana KCNA.

El cable refirió que esa función “arrancó la efusiva ovación de los espectadores al combinar perfectamente las músicas, danzas, gimnasia y circo, la pizarra humana en constante cambio, los originales aparatos de escenografía y los aparatos de iluminación”

En el campo de juego y en las tribunas actuaban decenas de miles de personas “coordinados a la perfección, a los que acompañan las acrobacias y bailes sincronizados de miles de jóvenes entre espectaculares efectos de luz y pirotécnicos”.

El Festival del Sol se hace todos los años pero tuvo una versión especial, por coincidir con el sexagésimo aniversario del armisticio que puso fin a la Guerra de Corea.

A propósito, el cable contiene una información que el cronista desconocía y posiblemente mucha gente también. ¿Cuál es el estadio de fútbol con más capacidad de espectadores? ¿El Maracaná de Brasil, el del Real Madrid de España, el del Bayern Munich de Alemania o el del Manchester inglés? No. El Festival Arirang se celebra “en el estadio de fútbol más grande del planeta, el Reungrado 1 de Mayo de Pyongyang (150.000 espectadores)”.

¿El mayor estadio de fútbol del mundo en Corea del Norte y uno no lo sabía? Y hay pulpos que manejan el grueso de la información planetaria y allí lo que tenga que ver con la RPDC está interdicto o tergiversado.

Socialismo dinástico

El cronista siente admiración por las proezas culturales y deportivas norcoreanas en la actualidad, su victoria de 1953 y por su continuidad política como estado socialista soberano que no se derritió como otros socialismos europeos.

Pero hay un aspecto que hace un poco de ruido: el estilo de sucesión gubernamental y partidaria. Desde 1948 en que se proclamó la república popular e independiente, luego de una durísima guerra de guerrillas contra el imperio japonés, su presidente fue el extraordinario líder comunista Kim Il Sung.

Cuando Kim falleció en 1994, tomó la posta estatal su hijo, Kim Jong il, con antecedentes en cargos dirigentes desde varios años antes. Este segundo Kim murió de un infarto en diciembre de 2011, cuando viajaba en tren como parte de un buen estilo de gobierno de estar relacionado con la gente.

Y lo sucedió su hijo de 29 años, Kim Jong Un, ascendido también a comandante en jefe del Ejército, un instrumento decisivo en la defensa de una plaza constantemente sondeada para su agresión por parte del vecino (Corea del Sur) y el intruso (EE UU).

Abuelo, hijo y nieto en la línea sucesoria. Parece mucho para un sistema como el socialista, tradicionalmente basado en el debate, las luchas, los congresos, las promociones, depuraciones y síntesis superadoras.

Los “avanzados” británicos, españoles, suecos, japoneses y holandeses no podrían criticar ni una línea a los norcoreanos, pues ellos tienen sus reyes, celebran sus casamientos y pase de coronas como en Holanda, o los nacimientos de los príncipes como hace días en Londres. 

Otros pueblos mucho más valiosos, como los originarios, también suelen transmitir los cacicazgos de padre a hijo, y tendrán sus culturas y razones para hacerlo. Puede que los norcoreanos cuenten con motivos para ese aspecto casi dinástico de su socialismo con ideología juche. Las dudas del cronista siguen intactas...

¿Quién es el peligroso?

En aquel análisis debe tenerse en cuenta, sin que lo explique todo, la circunstancia excepcional que vive un país pequeño, con 24 millones de habitantes, sometido a la amenaza militar. Al sur del paralelo 38, que lo divide de Corea del Sur, están las tropas bien armadas de su mal vecino y las bases norteamericanas, donde hay casi 30.000 soldados.

Además, cuando hay maniobras militares conjuntas con Corea del Sur, las cifras aumentan. En marzo y abril pasado hubo un ejercicio entre tropas de Seúl y 10.000 marines de Washington, llamado “Foal Eagle”. Y en mayo otro, del que participaron 70.000 soldados y numerosos barcos de guerra, incluido el portaaviones nuclear Nimitz. 

En el primero de los ejercicios se emplearon “bombarderos furtivos” B-2 Spirit, que debutan en la península, y los grandes bombarderos B-52, que pueden llevar armamento atómico. 

Se estima que en total EE UU cuenta con 55.000 ojivas nucleares. Una parte de las mismas está localizado en Corea del Sur, con permiso o pactos con el gobierno de la presidenta Park Geun-hye, del partido conservador e hija del ex presidente Park Chung-hee, uno de los más belicosos con sus vecinos.

La RPDC tendría a lo sumo 6 u 8 armas nucleares rústicas, con misiles que aún están en etapa de experimentación. La superpotencia tiene los 55.000 mencionados, con misiles desde tierra, agua y aire, en su territorio y en varias de sus 872 bases militares en el mundo. ¿Quién es el peligroso entonces para la paz?

La extrema dureza con que los norteamericanos tratan a Corea del Norte no tiene que ver solamente con las virtudes del gobierno de Pyongyang. EE UU tiene de blanco estratégico a China y ocupar Corea del Norte sería ganar una posición más ventajosa para atacar a Beijing, última escala de su viaje en el Pacífico...

Primera derrota de marines

Se suele discutir cuál fue la primera derrota de los ejércitos norteamericanos, en particular desde que en 1945 emergió de la Segunda Guerra Mundial como la cabeza del bloque de países capitalistas, desplazando al Reino Unido.

Suele creerse que ese primer traspié le fue propinado por el Vietnam de Ho chi minh y el general Nguyen Giap, quienes condujeron la guerra de liberación comenzada en 1964 y terminada en 1975. Y efectivamente esa fue una gran derrota, probablemente la mayor en su tipo, por la duración de la misma y los modernos armamentos empleados en contra de los vietnamitas.

A propósito, y aunque parezca increíble, la Academia premió con el Nobel de la Paz a Henry Kissinger, secretario de Estado de Richard Nixon, uno de los mayores responsables de aquel genocidio.

Otra victoria popular largamente celebrada, en particular por los sectores populares latinoamericanos, fue la de Cuba, frente a la invasión mercenaria de Bahía de Cochinos, en abril de 1961. La joven revolución de enero de 1959 quiso ser destruida con un contingente armado, financiado y organizado por la CIA y el Pentágono, con bases en Nicaragua y Guatemala, pero fue desbaratada por la resistencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y la población cubana.

De todas maneras, sin quitarle ningún mérito a esa enorme victoria cubana, hay que recordar que los norteamericanos no intervinieron directamente en combate, salvo algunos aviadores y en el acompañamiento logístico naval.

China y Corea, hermanas

La guerra ganada por el Ejército Popular conducido por el presidente Kim puede ser caracterizada como la primera derrota bélica sufrida por los marines. Duró tres años, entre 1950 y 1953, justamente hasta el 27 de julio de ese año, cuando se cerró con un armisticio, sin firmarse la paz entre los dos bandos.

El heroísmo de los norcoreanos fue más que decuplicado por el sentimiento de estar defendiendo su propia nación. Por eso en algún momento de sus contraataques llegaron a entrar en la misma Seúl, a 60 kilómetros de su frontera. Fue entonces cuando MacArthur propuso repelerlos con la bomba nuclear, lo que hubiera generalizado su uso cinco años después de Hiroshima y Nagasaki. Sí emplearon armas bacteriológicas...

El gran mérito de esa victoria fue de los norcoreanos, con un aporte especial de los Voluntarios del Pueblo Chino, enviados por Mao Tsé tung (uno de sus hijos murió allí en combate).

La relación de los dos países es muy estrecha. El jueves 25 el Comité de Defensa Nacional de la RPDC ofreció en Pyongyang un banquete en honor de la delegación de veteranos de Voluntarios del Pueblo Chino y los veteranos y familiares de mártires del mismo cuerpo, de visita en Corea. 

China y Corea festejan unidos el 60º aniversario del triunfo, donde sufrieron más de 3 millones de muertos. Los yanquis no se la llevaron de arriba porque tuvieron 1.567.000 bajas, entre muertos y heridos, según un cable de Prensa Latina.


EMILIO MARÍN



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