Probablemente Facebook ha cambiado muchos aspectos de las relaciones
de pareja, pero sobre todo uno: aquel momento después de que se acaba
una relación en el que los examantes deciden espiarse entre ellos.
Antes se hacía en reuniones sociales a las que ambos estaban
invitados, por ejemplo. Pero ahora se puede hacer con un click: en la
red social –que ya tiene más de mil millones de usuarios– es simple ver
sin mucho esfuerzo las fotos, los links e incluso las cosas que hace una
expareja.
Muchos tratan de evadirlo. Activan la posibilidad de que no les
llegue información de su expareja o incluso la eliminan de su lista de
amigos. Pero eso no les quita la posibilidad de abrir el perfil del
examante en un momento de alta incertidumbre.
Cualquiera que sea el método, entonces, parece ser un hecho que Facebook le facilitó a las personas espiar a sus exparejas.
Pero, ¿por qué los usuarios inciden en el Espionaje Interpersonal Electrónico (IES, por sus siglas en inglés)?
Miedo
Un reciente estudio de las profesoras Jesse Fox y Katie M.
Warber –del departamento de comunicaciones de las universidades de Ohio y
Wittenberg, en EE.UU.– se puso como tarea responder dicha pregunta.
Cuestionaron a 145 hombres y 183 mujeres de entre 18 y 48 años con
diferentes preguntas como “¿Visitas el perfil de tu expareja?” o “¿Cuán
seguro estás de su relación actual?”. De los 328 encuestados, 201
estaban en una relación y 127 habían terminado en el último año.
Para generar sus hipótesis, las profesoras calificaron los diferentes
tipos de apego en las relaciones, que fueron identificados por los
psicólogos Kim Bartholomew y Leonard Horowitz en 1991: la seguridad, la
preocupación, el desapego y el miedo.
El estudio encontró que, posiblemente por el alto nivel de ansiedad,
los individuos cuyas relaciones encajan en la categoría de la
preocupación (que elevan a su pareja porque se sienten inferiores) y el
miedo (que no gustan de las relaciones cercanas por el sufrimiento que
implican) tienden más que otros a incurrir en el IES.
La ansiedad que genera la incertidumbre sobre la relación hace que los usuarios espíen a sus exparejas.
En cambio, los individuos que están en relaciones seguras (que están
cómodos condigo mismos y su pareja) y de desapego (que tienen una
percepción positiva de sí mismos y negativa de los otros) no son tan
propensos a espiar a sus parejas o exparejas.
Preguntas como “qué va a pasar con la relación” o “qué pensará el otro de mí” es lo que lleva a las personas a practicar el IES.
Ojos que no ven…
Las autoras reconocen que el estudio tiene
varias limitaciones: no tiene en cuenta otras redes sociales y se enfoca
sobre todo en individuos heterosexuales.
Sin embargo, dicen que el análisis "contribuye
en los estudios de las relaciones y las nuevas tecnologías", puesto que
revela que el marco del apego patentado por Bartholomew y Horowitz
"sirve para explica por qué incurrimos en el IES".
En efecto, otro de los descubrimientos del
estudio es que cometer IES no satisface del todo la ansiedad que genera
la incertidumbre, sino que la exacerba.
Si bien Facebook provee fuentes a las que el
usuario le da mucha credibilidad, como las fotos, la red social
usualmente no genera certezas sobre lo que pasa, y por eso dispara la
ansiedad.
El estudio concluye que al espiar a sus amantes,
los usuarios están más propensos a interpretar el contenido ambiguo en
un sentido negativo, lo que puede crear más conflicto o tensión en la
relación.
Es la lógica del famoso dicho: ojos que no ven, corazón que no siente.
Tomado BBC
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