El
rechazo de los británicos a participar en posibles ataques aéreos
contra el régimen sirio ha dado paso a una situación inesperada: un dúo
Estados Unidos-Francia, dos países con relaciones fuertes, cuya historia
ha sido a menudo tumultuosa.
Al final de la tarde del viernes, el
presidente francés, François Hollande, dialogó durante 45 minutos con
su homólogo estadounidense, Barack Obama, sobre la crisis siria. Según
la presidencia francesa, ambos dijeron que compartían, incluso antes de
que los inspectores de la ONU presenten su informe, 'la misma certeza
sobre la naturaleza química del ataque' del 21 de agosto, cerca de
Damasco, así como sobre 'la responsabilidad inequívoca'. Al parecer,
ambos están decididos a lanzar ataques aéreos.
Esta nueva
situación conlleva varias paradojas. La primera: dos hombres que siempre
juraron que actuarían por el canal único de la ONU podrían lanzarse en
una intervención sin la luz verde de la ONU. Francia siempre dijo que
actuaría en función de una resolución del Consejo de Seguridad, mientras
que el presidente Barack Obama se dio a conocer, en 2003, por su
oposición a la guerra en Irak.
Segunda paradoja: el principal
aliado de Estados Unidos es un presidente socialista. La reflexión puede
hacer sonreír, pero es importante en Estados Unidos, donde los
franceses en general son despreciados y donde Barack Obama ha tenido que
responder en numerosas ocuasiones a las acusaciones de 'socialismo'
lanzadas por sus rivales republicanos.
En la noche del jueves, los
observadores estadounidenses, aún sorprendidos por el 'No' de los
británicos, hablaban de una posible acción solitaria de Estados Unidos,
olvidando que Francia se había declarado la 'lista' para movilizar sus
fuerzas militares.
-- Una relación especial --
En Twitter,
en uno de los escasos comentarios que evocaban a Francia, Jon Williams,
periodista estadounidense del canal ABC, resumía así el cambio de
paradigma para Estados Unidos: '¿Un relacionamiento especial? ¡No! ¡Una
relación especial!', en referencia a la 'relación especial' que une a
los estadounidenses y británicos.
El secretario de Estado
estadounidense, John Kerry, Un francófono y un francófilo, recordó el
viernes que Francia era el 'aliado más antiguo' de Estados Unidos, una
referencia al papel de los franceses en 1776, durante la Guerra de la
Independencia.
Tras el sorprendente voto de los diputados
británico, los libros de historia se vuelven a abrir. ¿Cuándo estuvieron
por última vez, franceses y estadounidenses, preparando una
intervención militar ? Bueno, precisamente, durante la lucha por la
independencia de Estados Unidos, cuando el marqués de La Fayette luchaba
junto a los norteamericanos contra los británicos.
Si, en 1950,
el presidente estadounidense Harry Truman ayudó a las fuerzas francesas
que combatían en Indochina, fue con un simple apoyo logístico.
Pero
la gran ironía de la crisis siria es que el decidido compromiso de
Francia al lado de Estados Unidos se produce diez años después de la
crisis de Irak, que provocó tensiones sin precedentes entre Washington y
París, que se opuso de forma decidida a la invasión
anglo-estadounidense de Irak.
En esos días, los franceses eran
tratados de 'monos capituleros comedores de queso' y Condoleezza Rice,
la consejera para la seguridad nacional del presidente George W. Bush,
resumía así el sentimiento que prevalecía en Washington: 'Debemos
ignorar a Alemania, perdonar a Rusia y castigar a Francia'.
El
viernes , el presidente francés desmintió cualquier aventurerismo, algo
como la invasión estadounidense de 2003. 'La operación en Irak apuntaba a
derrocar al régimen. Nada que ver con la respuesta que se encara para
Siria ', dijo Hollande, entrevistado por el diario Le Monde.
Tras
la sopresa de Londres, el jefe de Estado francés declaró que la posición
de Francia se mantenía sin cambios. 'Cada país es soberano de
participar o no en una operación. Esto se aplica a Gran Bretaña y a
Francia', indicó.
'Estamos en una situación exactamente inversa a
la de 2003', subraya Bruno Tertrais, de la Fundación para la
Investigación Estratégica. 'Estados Unidos no necesita a nadie en el
plano militar, pero es sumamente importante para ellos no quedarse solos
en el plano político', precisó.
Queda por ver cuál será el
compromiso concreto de Francia y que medios pondrá a disposición de
Estados Unidos. París tiene la capacidad de disparar misiles de crucero
con aviones de combate y submarinos.
François Hollande no descartó
una acción militar aliada antes de una reunión del Parlamento francés,
el miércoles, en la que no habrá votación y en la que se debatirá la
crisis.
En Francia, la clase política se muestra cautelosa sobre
la participación de Francia en acciones armadas. El exprimer ministro
François Fillon sumó sus reservas a las formuladas por otros dos jefes
de gobierno, al declarar que Francia 'no puede actuar a la ligera y como
remolque a nadie, aunque se trate de los aliados y amigos
estadounidenses'.
PARÍS (AFP)
Tomado de http://horacero.com.pa
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