Durante la cumbre de las Azores, el 16 de marzo de 2003,
George W. Bush, Tony Blair y José María Aznar -promotores de la guerra-
lanzan el último ultimátum a Sadam Husein. (AP)
El director de Política Internacional de la Fundación FAES, Rafael Bardají, ha afirmado este miércoles que una intervención en la guerra de Siria "hubiera sido más sencillo" al principio del conflicto porque ahora es "una alternativa del diablo" al no haber "ningún objetivo estratégico salvo castigar al régimen" ni "ningún bando al que poder apoyar" y ha advertido de que intervenir "no va a poner fin a la violencia".
MADRID. "Esta intervención no va a poner fin a la violencia y
lo único de lo que se trata es de decir que, frente al uso de armas
químicas, la comunidad internacional o algunos países de ella no lo
toleran", ha declarado Bardají, en una entrevista en la Cadena Cope,
recogida por Europa Press.
Desde su punto de vista, no será necesaria una "resolución del
Consejo de Seguridad Nacional" para intervenir en Siria porque "ha
habido otras situaciones donde se ha actuado sin ella". "El problema, en
este caso concreto, es que no hay ningún objetivo estratégico salvo
castigar al régimen de Damasco", ha destacado.
"Ya se ha dicho por el portavoz de la Casa Blanca, que no se
persigue el cambio de régimen y, por lo tanto, lo único es limitar la
capacidad militar del presidente de Siria, Bashar al Assad. Poco más. Lo
que se intenta quizá, como mucho, es equilibrar de nuevo las fuerzas en
presencia y que ninguno de los dos campos esté en la situación de creer
que puede ganar al otro", ha indicado.
Asimismo, ha señalado que "todavía hay margen para saber cuál
puede ser la respuesta" de la comunidad internacional, aunque "parece
que después de haber cruzado la línea roja por segunda vez de la
utilización de armas químicas, el presidente americano se siente en la
obligación de hacer respetar su palabra y castigar de alguna manera,
aunque sea muy limitada, al régimen de Damasco".
"Aún así, todavía hay tiempo. Si rusos, chinos, iraníes, en
fin... hay una serie de oposiciones muy fuertes a una intervención
militar", ha declarado, para después añadir que además "no hay nada
claro" sobre los "objetivos estratégicos a conseguir con esa
intervención" y señalar que "a lo mejor el presidente se lo piensa dos
veces aunque parece poco probable".
"NINGUN BANDO" AL QUE APOYAR
Preguntado sobre si no sería una paradoja que EEUU respalde a
los rebeldes protegidos por Al Qaeda, ha contestado que "ese es uno de
los graves problemas" y es que "después de dos años de dejar pudrirse la
situación, no hay ningún bando al que poder apoyar".
"La victoria de cualquiera de ellos, de los rebeldes que están
dominados por las fuerzas más radicales del islamismo, incluso, por
grupos terroristas vinculados a Al Qaeda, sería un desastre para la
región y para los intereses internacionales, europeos y americanos", ha
subrayado.
Finalmente, ha advertido de que "la continuación del régimen
de Bashar al Assad tampoco resuelve nada" porque es una "marioneta del
régimen de Irán". "La no intervención y la no acción contra él hace más
atrevidos a aquellos que le apoyan desde Hezbolá al régimen iraní. Por
lo tanto, tampoco es bueno", ha afirmado.
"¿Se tendría que haber intervenido al principio? Hubiera sido más
sencillo, más fácil. Ahora es una alternativa del diablo. No hay ninguna
situación que sea buena", ha sentenciado, el director de Política
Internacional de la Fundación Faes.
Tomado de http://www.noticiasdenavarra.com
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