La compañía Izhmash ha sido oficialmente
rebautizada como Consorcio Kaláshnikov. Este ha sido un paso más hacia la creación de un holding de integración
vertical de armas de fuego, desde que el vice primer ministro de Rusia, Dmitri
Rogozin, lo comunicara oficialmente el 13 de agosto.
"Le deseo un feliz cumpleaños. Y éxito en
los grandes negocios". Así felicitaba a la empresa Rogozin en su Twitter.
La presentación y la inauguración oficial del
consorcio con la participación de las figuras más importantes del gobierno está
prevista para el 19 de septiembre en Izhevsk y el 21 de septiembre en Moscú.
Izhmash estaba dispuesta a ofrecer a
Kaláshnikov entre 45.000 y 90.000 dólares por el uso de su nombre en el
consorcio. Sin embargo el creador del legendario AK, de 93 años de edad,
accedió a dar su nombre gratuitamente considerándolo un “gran honor".
Una
marca única para luchar contra las falsificaciones
La idea de la creación de un consorcio de
armas de fuego bajo una marca única surgió después de los resultados de 2011,
según la cual las pérdidas de Izhmash, el principal productor de armas militares ruso, eran de 1.650 millones de
rublos (377 millones de euros).
La iniciativa de Dmitri Rogozin de unificar
varias empresas bajo la marca Kaláshnikov alrededor de Izhmash tuvo el apoyo
del presidente Vladímir Putin y hasta el mismísimo constructor Mijaíl
Kalashnikov, que trabajó muchos años en Izhmash, dio el visto bueno a la
utilización de su nombre. A partir de ahora un equipo especialmente creado para
ello se ocupará de la marca y su desarrollo, entre sus obligaciones también
estará el trabajo con las empresas que utilicen la marca sin licencia.
La antigua compañía Izhmash era el
mayor fabricante ruso de armas automáticas y de francotirador,
proyectiles dirigibles de artillería, así como de un amplio espectro de
productos de uso civil. La empresa, fundada en 1807, vende su producción
en 27 países del mundo, incluido EE UU, Gran Bretaña, Alemania, Italia y
Tailandia.
"No solo restableceremos la producción de
armas de fuego modernas en Izhevsk, que superan en fiabilidad y capacidad a sus
equivalentes extranjeros, sino que terminaremos con la producción ilegal de
Kaláshnikov en los países del Komsomol de la OTAN”, escribió Rogozin en su
Twitter en noviembre del año pasado.
No solo
serán fusiles
Además de Izhmash, en el consorcio Kaláshnikov
deberían entrar la empresa estatal Izhmej, la fábrica Viatsko-Polianski
mashinostroitelni zavod Molot, el instituto de investigación científica
Progress, la oficina de construcción L. N. Koshkin, así como otras empresas del
sector de las armas de fuego y las municiones.
El nuevo consorcio deberá consolidar los
activos y los recursos del sector de las armas de fuego y las municiones ruso.
Además de esto, la creación del consorcio está llamada a reforzar la posición
de la Federación Rusa en el mercado de las armas de fuego de uso civil.
"Nos hemos impuesto la tarea de optimizar
la estructura de gestión y de procesos, desarrollar la cooperación en la
producción para que la unión traiga solo ventajas para todas las partes.
Kaláshnikov tendrá dos bases separadas: Izhmash e Izhmej. La producción y los
talleres no se trasladarán pero se unificarán. Ningún trabajador será
despedido", aseguró el director general de Izhmash, Konstantín Busiguin.
Añadió que la creación del consorcio provocará un descenso de las pérdidas en
logística y transporte así como en la fabricación de instrumental, maquinaria y
equipos.
Ya es conocido que junto con las otras
empresas que entrarán en el consorcio, la antigua Izhmash tendrá contratos con
el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa para la venta de misiles Vijr-1
por un total de 13.000 millones de rublos (297 millones de euros).
Como declaró el vicedirector general de
producción de Izhmash, Andréi Semión: "Este contrato será un gran empujón
para el desarrollo de las empresas del consorcio". En su opinión el pedido
permitirá crear más de 300 nuevos puestos de trabajo para trabajadores e
ingenieros de alta cualificación.
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