Este nuevo episodio, pone en la palestra la dramática situación de
los refugiados palestinos desplazados de sus hogares por Israel y
forzados a vivir por generaciones en una inhumana y cruel diáspora.
El año 1948, y como parte de la estrategia sionista de vaciar
Palestina de sus históricos habitantes, grupos armados sionistas
atacaron y asesinaron a miles de palestinos, generando un caos que
culminó con la expulsión de casi el 80% de la población palestina que
vivía en la parte que pasó a ser el estado de Israel (78% de la
superficie de Palestina histórica).
Estos refugiados a pesar del clamor mundial (Resol. ONU 194 y otras),
nunca se les permitió regresar a sus hogares. Hoy son casi 6 millones
de palestinos que viven en la diáspora y varios millones aún en
campamentos de refugiados administrados por la Organización de Las
Naciones Unidas ONU, a través de su agencia llamada UNRWA.
En Siria, hoy a lo menos 400 mil refugiados palestinos viven en este
país. El campamento Al Yarmuk, es el más grande donde viven más de 150
mil refugiados.
Durante la actual guerra en Siria, Al Yarmuk, ha sido escenario de
enfrentamientos y combates entre el ejército de Siria y los distintos
grupos rebeldes. Centenares de palestinos han fallecido y hoy el
campamento no cuenta con electricidad, agua, alimentos y la mayoría de
las precarias viviendas se encuentran destruidas, lo que ha obligado a
los refugiados a “refugiarse” de nuevo en países cercanos,
principalmente El Líbano.
Esta terrible situación, ha llevado a que muchos caigan en manos de
las mafias que trafican con las vidas y esperanzas de los desesperados,
promediándoles destinos más “seguros” para ellos y sus hijos a cambio de
fuertes sumas de dineros.
El día sábado recién pasado, un pequeño bote de madera zarpó desde
las costas libias con unos 200 refugiados palestinos a bordo, con
destino a Italia. Este bote fue perseguido por un grupo armado de Libia,
no se sabe si fueron militares libios o uno de los centenares de
milicias, paramilitares y mafias que hoy rondan por Libia después de la
reciente guerra civil en ese país.
El Bote con los refugiados, fue atacado con armas de fuego y hundido.
Gracias a la intervención de guardacostas italianos y malteses, se
logró evitar la muerte de los 200 refugiados. Sin embargo se estima que
33 de ellos han fallecido.
Este dramático episodio, es una más de las tragedias que los
refugiados palestinos han tenido que enfrentar a lo largo de estos 65
años de diáspora y desesperanza. Ellos son impedidos por Israel a
retornar a sus hogares que hoy son ocupados por colonos extranjeros (de
religión judía), llegados de todos los rincones de la tierra. Ellos no
pueden desarrollar una vida “normal” en los países donde se encuentran y
además, son normalmente el blanco de violencias, venganzas y ajustes de
cuentas de los distintos intereses creados en los países del Medio
Oriente. Estados Unidos con su afán de seguir explotando el petróleo, el
gas y las riquezas naturales, y con el apoyo de Israel, su brazo armado
en la región, han establecido y apoyado dictaduras, gobiernos
corruptos, milicias armadas y grupos de poder para mantener el caos, las
divisiones y los conflictos, y de esta forma seguir explotando y
llevando estas riquezas. Paradójicamente, esa región, que debiera ser la
más rica y próspera del mundo, es la más pobre, inestable y
conflictiva.
A su vez, Israel con su afán de eliminar y desvirtuar la lucha y el
anhelo de los palestinos de regresar a sus hogares usurpados, ha apoyado
directa e indirectamente las agresiones y conflictos contra los
palestinos, (Septiembre Negro en Jordania, la guerra civil del Líbano,
Sabra y Chatila, Irak, etc.), para dispersarlos y obligarlos a luchar
por la sobrevivencia y el pan de cada día y no centrarse en la lucha por
los derechos humanos y el legítimo derecho del retorno al suelo patrio y
al hogar histórico.
Tomado de http://www.tercerainformacion.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario