sábado, 26 de octubre de 2013

Los nuevos rollos de José Daniel Ferrer



Parece que las cosas no andan nada bien para José Daniel Ferrer, el bandido de Palmarito del Cauto, quien actúa como un caudillo, imitando torpemente a los jefes tribales de Afganistán. Esta vez volvió a cometer la torpeza de "deshacerse" de quienes lo opacan o cuestionan, recurriendo a la misma fórmula insidiosa y nada honesta: acusarlos de pertenecer a la seguridad cubana. Esta vez parece haberle tocado el turno al contrarrevolucionario Daniel Sanjurgo -ya ex miembro de UNPACU, pues fue expulsado del grupúsculo-,   por haber cuestionado, tras bambalinas, las frecuentes estafas de su ex jefe.

La decisión de José Daniel Ferrer ha sido cuestionada por otros miembros de UNPACU, quienes han manifestado abierta inconformidad con esa decisión. Ya hay quienes hablan, incluso, de dejar este negocio de la contrarrevolución que solo problemas les trae y pocos beneficios ($$$) les hace obtener.
 
Amigos cercanos expresan su inconformidad con la decisión tomada por José Daniel Ferrer.

La razón de estos desaciertos de José Daniel Ferrer son varias cosas que están sucediendo. Está pasando en estos precisos momentos serias perocupaciones. Al parecer, otro mercenario está tratando de desbancarlo en el nada digno papel de liderato entre los contrarrevolucionarios en la provincia de Santiago de Cuba. Ya muchos de los miembros de UNPACU han decidido seguir a Ovidio Martín Castellanos, quien parece ser más hábil en eso de prometer ganancias y salidas al exterior. Muchos comentan:

- "¿Qué salida del país puede garantizarnos José Daniel si él mismo no puede hacerlo?" Obviamente, muchos envidian a los ya famosos mercenarios viajeros como Yoani, el Coco Fariñas, Orlando Luis Pardo Lazo, Berta Soler, etc., etc., quienes se pasan la vida en lujosos hoteles, degustando opíparos manjares y recibiendo dinero por doquier.

Al respecto, uno de los miembros de UNPACU -muy, pero muy cercano a Ferrer-, manifestó su pleno desacuerdo a una de mis fuentes. Encabronado, le comentó: "Mira, chico, casi todos nosotros estamos cabreados con este tipo. Realmente es un pillo. Nos roba el dinero que nos toca y, si protestamos, nos bota de la organización. El descarado nos pone el cartelito de ser miembros del G-2 para librarse de quien lo estorba. (...) Hay quienes pensamos que es él el infiltrado del G-2, pues hace y dashace a su antojo, y nada le pasa."

Otro miembro de UNPACU, sobre el que pesa un abundante prontuario delictivo, es aún más enfático. En un parque de Santiago de Cuba, donde se encontraba de visita, comentó a otra fuente sus resquemores y dudas, mientras consumía varios vasos de ron: "Este tipo me prometió, que si entraba a UNPACU, me sacararía de esta mierda y podría irme pa´ la yuma. Imagínate, yo pensé, primero que todo el el baro (dinero) que tendría en mis manos y en la jama (abundante) que tendría. ¿Te imaginas los jamones y el whisky que me metería en la panza? Pero no, todo ha sido un cuento chino, nagüe." (...) Para él lo importante es tener baro y jebitas."


Otra cosa que tiene irritado a José Daniel fue que le negaron el permiso de salida para asistir al Congreso de Unión Progreso y Democracia, a celebrarse el próximo mes en Madrid. Realmente, parece ser, no quisieron renovarle el pasaporte por considerarlo persona de "interés". Ya él había comentado a algunos de sus socios de correría que era seguro que se encontraría por allá con su hermano Enrique y le echarán mano a tremenda paella. En realidad, aunque su discurso ha sido el de "permanecer luchando en Cuba", en realidad - y pocos lo saben-, quiere viajar en Miami y vivir de sus dudosas glorias.

Los planes de escape de Ferrer se han frustrado y ahora se encuentra preocupado porque se ha metido en varios "negocitos sucios", ajenos a su labor contrarrevolucionaria, y piensa que no falta mucho para que lo descubran y lo lleven a tribunales por esta causa.

La tragicomedia que vive el susodicho bandido de Palmarito está matizada de suspenso, nerviosismo y otras críticas amenazas, despertando en él una sicósis y paranoia que no puede esconder.

Nada, como dice el dicho: "Quien fabrica sus rollos, él mismo se enrolla".

La suerte de este truhán está echada.

Percy Francisco Alvarado Godoy

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