lunes, 11 de noviembre de 2013

Cuba: se acabó la dictadura



“Abajo la dictadura”, “Abajo Machado”, “Abajo Batista”, “Abajo los asesinos”, muchos “Abajo” son los que me contaron mis abuelos y muchos los que leí en los libros de historia de Cuba. Carteles que amanecían en los alrededores de la Universidad, en los muros o paredes espaciosas, en los rincones oscuros, en ocasiones acompañados de un cuerpo inerte asesinado por un esbirro o un carro policía a puro estilo gangsteril.

Sin embargo pasaban los años 80 y mi cuerpo crecía sin que pudiera yo ver con mis propios ojos algún ejemplo real de las historias contadas o leídas, no habían “Abajo” en paredes, muros o calles de mi barrio, mucho menos un joven asesinado o un policía metralleta en mano.

Fue de este modo curioso que siendo un adolescente con muchas lagunas todavía para considerarme portador de una definición política, empecé a notar que Cuba no podía ser una dictadura aunque se repitiera un mismo líder o presidente. Desconocía sobre nuestras elecciones, las escuchaba mencionar pero no las entendía.

Pensé entonces que podía tratarse de un presidente a la fuerza, cual era poco probable pues sería el único caso en perdurar tantos años… No pudieron hacerlo asesinos nombrados como Hitler, Mussolini, Franco, Pinochet, Somoza (estos dos últimos aliados económica y políticamente de los EE.UU), entre otros… ¿o sería acaso que el pueblo de Cuba era un pueblo cobarde, de esos que se dejan mal gobernar o reprimir?

Una simple lógica sobre la historia de mi país me enseñó lo contrario. El cubano siempre ha sido un pueblo rebelde y corajudo. ¿A Machete contra un ejército español armado, uniformado, atrincherado y rodilla en tierra con armas de fuego? es solo una actitud de hombres dementes o de hombres valientes y decididos. Aquellos mambises eran sin duda hombres del segundo tipo… y a machete limpio enviaron a los españoles de retorno.

Después vino el robo y la república neocolonial. ¿Y que hizo el pueblo cubano? pues a tiros, protestas y coraje patearon en 1933 al asesino Gerardo Machado, alias el “Asno con Garras”, según Villena.

La historia continuó, los embajadores yanquis, los presidentes serviles y corruptos se pusieron de moda y la figura del más grande de los dictadores cubanos, Fulgencio Batista, incursionó repetidas veces en nuestra vida política, hasta que en 1952 su golpe de estado y la represión que le siguió instauraron años de terror en las calles cubanas. ¿Y que hizo el pueblo cubano? En clandestinidad, con coraje, entrega y muchas vidas de valerosos jóvenes siguieron al abogado Fidel Castro, que les mostró como derrotar no solo al ejército más poderoso de América Latina y sus esbirros, sino a un gobierno que funcionaba como un protectorado yanqui.

Llega el año 1959, Fidel y los Rebeldes toman el poder. Nace la Revolución cubana. ¿Y que hizo el pueblo cubano? Derrotar en 48 horas una invasión mercenaria, apoyar por mayoría abrumadora la constitución de 1976, acompañar a su líder en lucha abierta a las agresiones del todopoderoso imperio, pelear, resistir, trabajar… eso hizo ese pueblo… La conclusión era sencilla, “Fidel aprieta…” y todas aquellas contagiosas consignas salían del corazón de un pueblo, un pueblo que amo y consagró su vida a la de un líder intachable. En Cuba había Fidel por que Cuba quería a Fidel.

Pasaron los 80 y vi ese mismo pueblo acompañarle en  resistencia tenaz y sin precedentes frente a un recrudecimiento oportunista del bloqueo gringo cuando la isla perdía el 85% de su comercio exterior y todo apoyo político con la desaparición de la URSS, le vi sobreponerse a esa etapa y avanzar en una odisea increíble… le vi con mis propios ojos pero también lo viví con mi propio sacrificio… ya para entonces mi mente tomaba partido: ser fidelista y antimperialista era una decisión.

Hoy veo ese mismo pueblo en un proceso de actualización y cambios que haga más eficiente el Socialismo cubano, se sigue amando al eterno lider, al mismo tiempo que se repudian o ignoran a los que con ansias de protagonismo (entiéndase de dólares o euros) han preferido mentir y hacer de ello un modo de vida… se acabaron los “Abajo” es algo que no acaban o no les dejan entender… para mi queda claro: “pa´lo que sea Fidel”.

Por Ramón Bernal Godoy.

Miradas/Nicaragua Socialista 

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