Diego García, procurador general del Estado ecuatoriano,
denunció este lunes la intercepción de correos internos al Gobierno de
Ecuador e incluso correos del primer mandatario, Rafael Correa.
Explicó que los mismos pretendían ser utilizados por la empresa
petrolera Chevron en un juicio en Nueva York, contra un grupo de
afectados por la contaminación causada en el país andino.
“Están siendo espiadas las autoridades del Estado y esa información que
intentó ser utilizada en Nueva York, es parte de la información que hoy
pretende ser filtrada por el diputado opositor, Cléver Jiménez”, afirmó
García a un medio de comunicación local.
Subrayó que los mensajes colectados de forma ilegal al Gobierno de
Ecuador, incluye comunicaciones del jefe de Estado ecuatoriano, las
cuales de manera inexplicable llegaron a una corte de Nueva York, donde
se presenta un juicio de Chevron contra el abogado estadounidense Steven
Donziger, quien se encargó de representar a los pobladores ecuatorianos
que ganaron una multimillonaria demandapor daños ambientales en la
Amazonía.
El espionaje al Gobierno ecuatoriano al que hace alusión el
procurador, se conoció tras una denuncia presentada por el opositor
Cléver Jiménez, quien señaló en su momento que las autoridades
ecuatorianas contrataron a profesionales del derecho para defender en
varias oportunidades las demandas internacionales a ecuatorianos que
trabajaron en un determinado momento en la empresa estadounidense.
En 2012, Chevron fue condenada a pagar 19 mil millones de dólares,
pero el fallo todavía debe ser ratificado por el máximo tribunal
ecuatoriano. Por otra parte, Texaco operó en Ecuador entre 1964 y 1990 y
fue adquirida por Chevron en 2001, que generó un gran índice de
contaminación para la Amazonía.
En septiembre de 2013, el presidente de Ecuador, Rafael Correa,
mostró al mundo las manos suciasde la contaminación producida por la
empresa Chevron tras su visita a uno de los miles de pozos en la
provincia de Sucumbíos (norte) deteriorados por la empresa petrolera
desde hace más de 30 años y que hasta la fecha se niega a cancelar por
estos daños.
Correa hizo un llamado a los accionistas a no ser cómplices
indirectos de uno de los mayores desastres de la humanidad. De igual
forma, afirmó que la compañía no quiere reconocer su responsabilidad por
el daño causado a la Amazonía. Recomendó a los habitantes de América
Latina y del mundo a no comprar los productos de una irresponsable
organización comercial llamada Chevron.
Contrainjerencia
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