La
oligarquía colombiana y su infraestructura política fascista no se
esperaban la reacción popular a propósito de la arbitraria destitucion
del Alcalde Gustavo Petro y el sabotaje deliberado al Plan de Desarrollo
Bogotá Humana que avanza en sus propósitos de reforma social, política y
ambiental. Les salio el tiro por la culata (Marta Ruiz dixit http://www.semana.com/opinion/articulo/el-milagroso-por-marta-ruiz/368571-3 )
Calcularon
mal. Pensaron aprovechar las vacaciones de fin de año para dar un golpe
en seco sin que se diera la explosión popular presenciada en los días
recientes. Tres gigantescas asambleas (lunes, martes y viernes) en la
Plaza de Bolivar, con millones de tele videntes y de activistas en las
redes sociales acompañándolas, han sido un demoledor terremoto contra el
Estado plutocrático dominante.
Pocas
veces en la historia de la nación han ocurrido movilizaciones similares
a las de la última semana en apoyo de Petro, las cuales no ocurren
aisladas de la potente protesta desplegada por diversos movimientos
sociales en los años recientes contra el modelo neoliberal y sus
trágicas consecuencias en las condiciones de vida de millones de
personas.
Miles
de estudiantes, campesinos, camioneros, trabajadores mineros,
ambientalistas, usuarios del sistema de salud, víctimas de la violencia,
educadores, madres comunitarias, han sido protagonistas de una
sostenida rebelión demandando por sus derechos, la paz, derechos
democráticos y contra la corrupción de los politiqueros tradicionales
asentados en las corporaciones legislativa y en los enclaves
estratégicos de la administración estatal en todos sus niveles.
Por
cuenta de los paros, protestas, bloqueos de vías y marchas
multitudinarias, Colombia ha encontrado nuevas formas del ejercicio
político para disputarle el poder a las élites oligárquicas que
configuran un bloque de dominación autoritario y violento, al margen del
viciado y corrupto sistema electoral, legislativo, judicial y
gerencial.
Las
expresiones de rechazo hacia el golpe propinado a Petro desde la
Procuraduría, se ha convertido en un catalizador de todos los
movimientos contra el neo liberalismo. Hay un "movimiento de
movimientos" que alcanza niveles revolucionarios propiciando la unidad
de la verdadera izquierda nacional. El campo progresista y avanzado está
concurriendo en una gran alianza política que suma Verdes-progresistas,
comunistas, Unión Patriótica y movimientos sociales (agrarios, obreros,
estudiantiles y cívicos).
Petro
ha convocado la movilización permanente de toda la ciudadanía en las
siguientes 3 semana proyectándose la fecha del 10 de enero para reunir
en Bogotá el mayor número de colombianos en un acto trascendental que
reconfigure el cuadro político perfilado y monopolizado por el bloque de
poder. Se trata de acumular más fuerzas para que la dinámica social de
con una correlación de fuerzas que coloque a la defensiva al fachismo
uribista, por cierto muy golpeado por el fracaso de su candidato
presidencial.
El
poder constituyente ha mostrado su rostro en millones de seres humanos y
requiere ser apalancado en una estrategia muy eficaz de acceso a los
comandos centrales de la dirección política de la sociedad para hacer de
la democracia participativa y protagónica una realidad. Es preciso que
nos sacudamos la fantasía ideológica montada por la derecha respecto de
las supuestas ventajas de su mentirosa democracia liberal
institucionalista.
Es
preciso planificar, organizar y ejecutar miles de tareas para que el 10
de enero sea otra vibrante batalla popular por la paz y la democracia.
Tomado de ANNCOL
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