Para unos fue casual, para otros estaba premeditado.
Los hay que especularon y lanzaron todo tipo de hipótesis sobre el inicio de un
acercamiento definitivo entre Cuba y Estados Unidos. Otros, los menos, lanzaron
su rabia casi histérica en las redes sociales y en los acostumbrados medios de
prensa a su servicio. Lo cierto es que, durante una ceremonia centrada en el
legado de reconciliación de Mandela y en los actos fúnebres al mismo, Barack
Obama y Raúl Castro se estrecharon la mano, en un acto más protocolar que previamente organizado. Fue un encuentro breve,
tal como el contexto lo requería y Obama, por un acto de elemental cortesía –tal
como sucedió por parte de Raúl-, se saludaron entre sí, tal como ocurrió con
otros jefes de estado. Obama no podía evitarlo a fuer de ser descortés pues
Raúl encabezaba la fila de los mandatarios presentes.
The Economist reseñó de esta forma el evento: "Habría sido francamente grosero con él
evitar el saludo, sobre todo en una ocasión en la que Obama pronunció unas
emocionadas palabras sobre el espíritu de reconciliación de Mandela".
Tal vez la manipulación mediática de la noticia se
centró en destacar a este simple evento, como lo comentara AP, como un “encuentro entre dos enemigos de la Guerra
Fría”.
1.- Optimistas, algunos medios de prensa vieron este
gesto como un anuncio dentro de los supuestos pasos entre Estados Unidos y Cuba
hacia un acercamiento diplomático, lo que descongelaría las históricas
diferencias entre las dos naciones. Tal vez lo que despertó las especulaciones
fue el hecho de que han sido inusuales los encuentros a nivel presidencial entre
cubanos y norteamericanos y limitados a la coincidencia en un evento
internacional, aunque es sabido que los ocupantes de la Casa Blanca siempre han
eludido los mismos, llegando a presionar para que Cuba esté ausente en los
ellos. Cuando no ha sido posible, evitaron en más de una ocasión encontrarse
con Fidel y con Raúl. A saber, solo hubo otro estrechón de manos entre dos
presidentes, Fidel Castro y Bill Clinton, en el marco de la Cumbre del Milenio de 2000.
2.- Otros, aún escépticos, esperan que este gesto
sea solo algo pasajero y no una señal permanente de intención mutua en cuanto a
mejora de sus relaciones.
3.- Obama, acostumbrado a la doble moral, criticó en
su discurso a aquellos gobiernos, sin mencionar nombres, al decir: "hay
muchos que expresan solidaridad con la lucha de Madiba por la libertad, pero no
toleran el disenso de su propio pueblo". ¿Se habrá olvidado de que el
propio pueblo norteamericano es reprimido por protestar contra la guerra, la
crisis, la pobreza y la demora en establecer una reforma migratoria justa e
inclusiva?
4.- Raúl, en cambio, fue menos agresivo y se centró
en dignificar a la figura de Mandela, al decir del mismo valoraciones tales
como: "símbolo supremo de dignidad y de consagración inclaudicable a la
lucha revolucionaria por la libertad y la justicia; como un profeta de la unidad,
la reconciliación y la paz" (…) “Mandela
es un ejemplo insuperable para América Latina y el Caribe que avanzan hacia la
unidad e integración en beneficios de sus pueblos, respetuosos de su
diversidad, con la convicción de que le diálogo y la cooperación son el camino
para la solución de las diferencias la convivencia civilizada de quienes
piensan distinto”. Ni lastimó, ni
hirió a nadie. Pero había dos mensajes implícitos en su discurso: en primer
lugar, estaba claro que el luchador sudafricano luchó contra muchos de los allí
presentes hoy, quienes lo alabaron con compungida hipocresía; en segundo lugar,
dijo a Obama en su propia cara que era el momento de solucionar cualquier
diferendo conversando sobre la base del respeto mutuo.
5.- Los contrarrevolucionarios subvencionados por
Estados Unidos en su guerra subversiva contra Cuba, reaccionaros de maneras
diversas. Unos lo vieron como un acto protocolar, tal como Elizardo Sánchez
Santa Cruz, jefe del grupúsculo difamador denominado Comisión Cubana de
Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). Este mismo sujeto había
calificado de “mal chiste” haber invitado a Raúl a los funerales de Mandela. La
viuda de Payá, Ofelia Acevedo, cuestionó el gesto de Obama de manera airada y
con decepción.
La gusana y falsa huelguista, ubicada entre los
mercenarios de la época terciaria, Marta Beatriz Roque Cabello, calificó de
contradictoria la postura del presidente Obama al saludar a Raúl Castro y
agregó que ya están acostumbrados a ello. ¿Defraudada, montará otra dieta mediática
de aguacates?
El bandido de Palmarito de Cauto y jefe del
grupúsculo UNPACU, pareció irse en una posición contrapuesta al resto de los
mercenarios USA dentro de Cuba, al declarar que el saludo Obama-Raúl le parece positivo,
según declaró a EFE, pero trató de manipular a la figura y luchas de Mandela al
pedir al jefe de estado cubano respeto a la “disidencia”. Dijo Ferrer: "Ojalá que Raúl Castro diese también
algún síntoma de que quiere comportarse civilizadamente con los demócratas
cubanos y dialogar con ellos. Nos gustaría que abogase como Mandela por el
respeto a los derechos humanos". Obviamente olvidó dos cuestiones
esenciales: a) Mandela luchó contra el Apartheid que sometía a la mayoría de los sudafricanos,
mientras la contrarrevolución representa solo a grupos aislados e
irrepresentativos dentro de la población cubana y b) En Cuba no se violan los
derechos humanos del pueblo y las supuestas luchas por ellos por parte de los “opositores”
responde a un plan de desestabilización protagonizado por mercenarios al
servicio de una potencia extranjera.
El provocador Antonio González Rodiles, promotor de
"Estado de SATS", no quiso meterse en grandes problemas en los
precisos momentos en que montaba un show mediático en su casa en La Habana,
aunque lanzó sus ataques contra la legítima gobernabilidad en Cuba. Aún más agrio
en sus críticas fue el connotado contrarrevolucionario Guillermo “Coco”
Fariñas, quien lanzó unja dura crítica a Obama en un tweet que reza: "Respeto decisión de @barackobama, pero
que recuerde que saludó a Raúl Castro, un dictador que tiene las manos
manchadas de mucha sangre inocente"· Las falacias del sicópata de
Santa Clara sobre derechos humanos han subido de tono en los momentos en que,
como frecuente mercenario viajero, ha sido aupado por la flor y nata de los
enemigos de Cuba. ¿Hasta cuándo se lo permitiremos?
6.- Aunque Obama no hizo de momento declaración
alguna ante el hecho mediático, se apresuró su secretario de estado, John
Kerry, a aclarar en una audiencia sobre Irán en el Comité de Asuntos Exteriores
de la Cámara de Representantes de EEUU, que en saludo fue un acto casual, ante
la reprobación de la ultraderecha anticubana presente allí. Dijo, simplemente: "Señoras y caballeros, hoy era un día
para de homenajear a Nelson Mandela. El presidente estuvo en un funeral
internacional, y no eligió quién asistía". Raúl fue más objetivo y
restó relevancia al hecho en una entrevista concedida a la emisora colombiana La
FM, calificando el saludo como lo que realmente era: un hecho normal y de elemental
cortesía.
7.- Los tradicionales y furibundos enemigos
ideológicos de Cuba sobredimensionaron el evento para lanzar duras críticas a
Obama. Una de ellas, Ileana Ros-Lehtinen, interrogó a Kerry, descompuesta e
histérica, y luego declaró que el saludo era un "golpe de propaganda para
el dictador".
No podían faltar las críticas del ultraderechista senador
republicano John McCain, quien dijo que el
saludo de Obama "no hace más que darle a Raúl propaganda que permite apuntalar
su régimen dictatorial". Por su parte, el hábil Marco Rubio navegó entre
dos aguas en sus declaraciones, evitó criticar a Obama, pero le reprochó que
éste no hubiera tocado con Raúl el tema de los derechos humanos en Cuba.
8.- Los grupos mafiosos y terroristas de Miami
reaccionaron casi satanizando a Obama por un hecho meramente diplomático. Para
ellos, el gesto de Obama fue tildado con epítetos tales como "decepcionante",
"hipocresía diplomática", "indigno" y
"desacertado", según reportó EFE.
El terrorista Ramón Saúl Sánchez, provocador y
flotillero jefe del Movimiento Democracia, dijo: "Da tristeza que Obama le de la mano a un dictador (Raúl Castro)
que tiene la suya embarrada de sangre". (…) Obama "podía haber evadido
perfectamente ese momento. La política tiene que tener dignidad humana".
El corrupto y desbancado repartidor de dinero a la
contrarrevolución interna en Cuba, Orlando Gutiérrez Boronat, jefe del
Directorio Democrático, dijo que el saludo de Obama "envía un pésimo
mensaje político" a sus asalariados en Cuba.
Otros connotados contrarrevolucionarios provocadores
radicados en Miami como Ángel DeFana, jefe del grupúsculo Plantados y Sylvia
Iriondo, de MAR por Cuba, también lanzaron fuertes críticas a Obama.
9.- Otras personas, menos intolerantes y más conocedoras
de los complejos vericuetos de la diplomacia, ofrecieron opiniones más
sensatas. Tal es el caso del presidente del
centro de estudios Diálogo Interamericano, Michael Shifter, quien declaró: "Haberse negado a saludar a Castro
-especialmente en el acto de homenaje a Nelson Mandela- habría quedado como un
gesto corto de miras y completamente opuesto a la generosidad de espíritu de
Mandela".
En esa misma dirección reaccionó el académico
cubanoamericano Arturo López Levy, quien dijo: “Mandela, después de muerto, continúa promoviendo la paz y la
reconciliación entre los pueblos", luego de apuntalar que "no hay
que exagerar" ese apretón de manos pero sí "transmite mensajes
positivos" y su simbolismo "no es insignificante".
10.- Este evento dio pie también a que necrófilos y
augures lanzaran todo tipo de sandeces y especulaciones. Esta vez la payasada
salió del Augur del Tarot, quien colocó el siguiente comentario, aparecido en
el cuestionado sitio http://neoclubpress.com:
“¿Qué vio Augur del Tarot más allá del
apretón de manos entre Barack Obama y Raúl Castro? ¿Qué significado esotérico
tiene ese saludo, presenciado por el mundo, en el futuro de ambos países?”
“El
saludo no fue real, sino simbólico. Fue la señal de un pacto asumido, virtual y
telefónicamente, hace un año: la confirmación de que ambos mandatarios se
volverán a encontrar en La Habana durante el sepelio de Fidel Castro. Cuando
esto suceda, cosa que pronostiqué para el 1 de enero del 2014, habrá al pie de
los festejos fúnebres del Comandante una
declaración conjunta de ambos mandatarios.”
“Obama
se comprometerá a trabajar en función de abolir el embargo, Raúl en función de
democratizar la vida política de los cubanos. Obama prometerá inyectar con
créditos blandos la economía de Cuba. Raúl, desestatizar la propiedad. Obama
ensanchará las vías para el intercambio cultural. Raúl prometerá ayudar a
Estados Unidos con misiones internacionalistas en el campo de la cultura, el
deporte y la ciencia. Y, como recompensa, Obama
develará en el mausoleo de la Estatua de la Libertad una efigie de Fidel
Castro. ¡Pa´su madre!”. Esta
nueva estupidez solo puede despertar hilaridad y desprecio por ese tonto
agorero que tiene poco tino en sus predicciones. Fidel, aunque ya viejo,
disfrutará ese nuevo Primero de enero junto a su pueblo. ¡No tengo la menor de
las dudas.
No cabe duda que el saludo entre Obama y Raúl fue un
hecho casual y no planificado, ocurrido por la lamentable muerte de Mandela.
Sin embargo, soy de los que me inclino a pensar que desde hace un tiempo ha
llegado el momento –duélale a quien le duela-, de que los mandatarios de dos
países vecinos se sienten a conversar y replantear sus relaciones bilaterales
con respeto mutuo y aceptando la soberanía del otro.
Creo que Obama puede marcar la diferencia.
Percy Francisco Alvarado Godoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario