viernes, 13 de diciembre de 2013

Van a intentar robar el cuerpo del comandante Chávez

Rumores llegan… Rumores… Hace muchos días que vengo insistiendo en que a Venezuela le están aplicando el mismo plan que a Siria. Es decir, crear una “insurgencia local” entrenada y abastecida desde el exterior. La serie de asesinatos de líderes locales “chavistas” crece sin que hasta el momento sepamos cómo van las investigaciones del gobierno venezolano. De las muertes se ha pasado a las desapariciones (como el caso del querido camarada, Jorge Luis Martínez, del Barrio 23 de Enero), que son parte del plan, y que sirve para crear zozobra, miedo, desconfianza en el gobierno de Maduro. 
Tras la estruendosa derrota de la mercenaria oposición en Venezuela en las pasadas elecciones municipales, no queda otra a sus patrocinadores que acelerar una nueva intentona por destruir la Revolución Bolivariana. Ya se encargaron de Chávez (porque no les quepa la duda que al Comandante lo asesinaron), ahora tienen que barrer con su recuerdo y familia (Adán Chávez denunció las amenazas).
Hace unos días recibí de mis fuentes en Colombia y Venezuela que hay un grupo élite paramilitar compuesto por 18 sujetos, entre hombres y mujeres, internado en Venezuela desde hace ya unos meses y que tiene por único objetivo dar un golpe de opinión para crear la atmósfera de descontento de un sector de los “chavistas” contra el presidente Maduro, a quién ahora, más que nunca, crecido y fuerte con el resultado electoral, también tendrán en la mira. Los 18 paramilitares fueron entrando paulatinamente por diferentes sitios entre Colombia y Venezuela e incluso por vía marítima y aérea desde el extranjero.
Mis lectores y radioescuchas saben que vengo denunciando un “Plan Pistola” -que consiste en asesinar selectivamente personas representativas en gobiernos o comunidades locales y que lo aplican contra los científicos nucleares en Irán; contra ministros, profesores, periodistas, líderes religiosos en Siria; que en Honduras lo comenzaron a aplicar después de la visita de Uribe y después que la Policía de Colombia inició sus “asesorías” -¡qué coincidencia!-; que lo aplicaron en Libia contra líderes de las tribus, periodistas, niños y seguidores de Gadafi. “Plan Pistola” que Pablo Escobar (cercano amigo de Álvaro Uribe) creó para aterrorizar y obligar a ceder al gobierno ajusticiando policías y altos cargos. Atando cabos informativos de los más recientes hechos de sangre contra los camaradas líderes revolucionarios asesinados al más claro estilo sicarial colombiano, sumado al atentado contra Eduardo Samán –que denuncié desde estas Notas advirtiendo que no era un intento de robo sino un atentado planeado por empresarios venezolanos en Colombia-, los atentados al servicio de energía y petróleo nacional, los acaparamientos de productos de primera necesidad, el pánico económico, el desabastecimiento, los sobreprecios de los tiquetes aéreos para desanimar el turismo hacia Venezuela y terminando con las recientes denuncias de Adán Chávez, no puede haber lugar a dudas que algo grande, muy grande, se está cocinando contra el querido pueblo de Bolívar. ¿Pero qué?
“Van a intentar robar el cuerpo del comandante Chávez”. Así me lo dijeron, así lo cuento. Puede que el mausoleo donde descansan los restos del comandante Chávez esté “custodiado las 24 horas”, pero es ahí donde sí creo que puedan intentar dar el golpe.
Cuando el M-19 anunciaba su aparición en Colombia, lo hizo robando señal de televisión, poniendo anuncios en la prensa escrita, robando la espada de Bolívar. Pero el gran golpe de opinión fue el robo de las armas del muy vigilado Cantón Norte de Bogotá, Colombia, el 31 de diciembre de 1978. Fue un golpe muy duro al militarismo colombiano que nunca fue superado con la toma de la Embajada de República Dominicana (27 de febrero de 1980) y la muy desdichada toma del Palacio de Justicia (6 de noviembre de 1985).
El robo del cuerpo o de partes del cuerpo no es nada nuevo y sí encierra un alto contenido político. El cuerpo del gran panfletista, Thomas Paine, fue robado en protesta por la forma miserable y ruinosa en que murió. La calavera del legendario Gerónimo, fue robada por estudiantes de la secta secreta Skull and Bones de la Universidad de Yale, de la cual hacía parte el abuelo de George W. Bush. El “Negro de Bañolas”, era un cuerpo robado en África y llevado a Europa como exhibición por su exótico color de piel. Estados Unidos no devolvió el cerebro completo de Mussolini a su viuda Rachel y según se dice, mandó a robar la cabeza de Pancho Villa. En Colombia, el ejército escondió los cuerpos de Camilo Torres, Raúl Reyes y del “Mono Jojoy”. 

Por Juan Carlos Vallejo

Notas de ANNCOL

 


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