Un total de 1.013 iraquíes murieron y otros 2.024 resultaron heridos
en el mes de enero por acciones violentas, uno de los meses más
sangrientos en los últimos años, según un informe difundido hoy por el
Gobierno iraquí.
Las cifras -ofrecidas de forma conjunta por los ministerios de Sanidad, Interior y Defensa-
destacan que 795 de las víctimas fueron civiles, mientras que 122 eran
militares y otros 96, miembros de las fuerzas de seguridad.
Mientras, en el parte de heridos se registraron 1.633 civiles, 238 militares y 153 civiles.
Al
margen de este recuento, el Gobierno iraquí indicó también que a lo
largo de enero fueron abatidos 189 "hombres armados", sin especificar a
quiénes se refieren, y otros 458 fueron detenidos.
La misión de Naciones Unidas
en Irak (UNAMI) había anunciado recientemente que el pasado diciembre
se cerró con 759 muertos por la violencia, de ellos 661 civiles.
Las
cifras varían en función de quién las proporciona, ya que la UNAMI
recogió el pasado mayo la muerte violenta de 1.045 personas, la cifra
más alta desde abril de 2008.
Sin embargo, según la contabilidad
del Gobierno iraquí, este enero ha sido el más mortífero desde aquel mes
de hace ya casi seis años, cuando perdieron la vida 1.428 personas.
Este
recrudecimiento de la violencia obedece a diferentes factores,
especialmente al deterioro de las tensiones sectarias entre suníes y
chiíes y la creciente actividad de Al Qaeda en el oeste del país.
Tomado de http://noticias.lainformacion.com
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