miércoles, 5 de febrero de 2014

Ecuador y Cuba pierden a un hombre indispensable


Doctor Miguel Márquez Vázquez

Con profundo dolor recibimos la noticia de la pérdida física del prestigioso médico ecuatoriano, radicado en Cuba, Doctor Miguel Márquez Vázquez. Luego de una vida al servicio de la medicina, falleció en La Habana que tanto amó, a la edad de 80 años, quien ejerció como Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cuenca, antes de integrarse a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la que sirvió al continente entero en el tema de la medicina social.

Consternados trasmitimos nuestras más sinceras condolencias a su familia, sintiéndonos parte también de la vida de ese hijo de la tierra ecuatoriana, pero amigo entrañable de la nación cubana, de su pueblo y sus líderes. Importantes contribuciones hizo Miguel Márquez a la medicina y a la política del continente, a través de sus libros y textos que aportan significativamente a la historia latinoamericana.


Su volúmen “Razones para la deslegitimación ético-axiológica de la globalización neoliberal”, pone al descubierto las profundas transformaciones ocurridas en el continente en la última década, a través de una valiosa compilación del pensamiento de líderes mundiales como Fidel Castro, Hugo Chávez y Rafael Correa.

El Doctor Miguel Márquez Vázquez nació en Cuenca, Ecuador, el 23 de marzo de 1934. Estudió Medicina en la Universidad de Cuenca y se graduó de Médico en dicha universidad, y luego obtuvo el grado de Maestría en Anatomía Patológica en la Universidad de Antioquia, Colombia. En 1979 fue designado Representante de OPS/OMS en Nicaragua, cargo que desempeñó hasta 1989.


Desde ese año, y hasta 1996, cumplió iguales funciones en Cuba.


Desde 1998 hasta 2008, Márquez fungió como consultor especial del PNUD/Cuba. Participó en más de 50 reuniones internacionales en el campo de la salud, la economía, la planificación y las políticas sociales. Dentro de su vasta obra científica, resulta relevante la elaboración de más de sesenta trabajos y documentos técnicos en temas como recursos humanos, salud pública y cooperación externa. Autor o coautor de más de una treintena de libros, Márquez fue director y administrador de ocho publicaciones periódicas, y miembro de los consejos editoriales de dos revistas internacionales.


Por su trabajo en el área de la salud y la medicina social recibió más de 40 Condecoraciones, entre las que resaltan la de Héroe de la Salud Pública de Ecuador, en 2002, y la Orden al Mérito Científico Carlos J. Finlay, otorgada por el Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba, en 1996. Fue profesor y Decano Honorario en cinco universidades latinoamericanas. En el año 2012 la Universidad de la República Oriental del Uruguay le otorgó el Título de Doctor Honoris Causa.


Dentro de sus múltiples responsabilidades y su infatigable labor a favor del bienestar de los pueblos, el Doctor Márquez siempre encontró espacio para atender a su familia, a su esposa e hijos, a quienes nos unimos hoy, totalmente emocionados ante esta irreparable pérdida. Todavía están frescas las imágenes de la visita que el Presidente Rafael Correa, a solicitud nuestra, le hiciera al Doctor Márquez, en la institución médica habanera donde se encontraba hospitalizado. El pasado 29 de enero, el Doctor Márquez fue inmensamente feliz al estrechar la mano del líder de la Revolución Ciudadana. Dialogaron como viejos amigos, con el convencimiento de que Ecuador cambió para siempre y que el pueblo despertó de una conciencia que la oligarquía había pretendido secuestrar.


Emblemática fue también la amistad del Doctor Márquez con el Comandante Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana. En múltiples ocasiones, Fidel visitó al Doctor ecuatoriano en su residencia habanera, y le ratificó la gratitud por su amistad incondicional, sobre todo en los tiempos más difíciles vividos por Cuba en la década de los noventa, durante el llamado “período especial”. Los cubanos jamás olvidarán el apoyo de Márquez, no solo con  medicamentos que contribuyeron a paliar las carencias; sino con afecto, con amor, con sincera solidaridad. En todos los escenarios internacionales, y desde su propia profesión, Márquez rechazó categóricamente el bloqueo impuesto a la Isla por sucesivas administraciones norteamericanas.

Con su partida física, Ecuador y Cuba pierden a un hombre excepcional, defensor de la justicia y el bienestar de los pueblos.


Me despido de un amigo y compatriota, ejemplo para las presentes futuras generaciones de revolucionarios, porque como le dijo hace unos días el Presidente Correa: “Márquez es uno de los indispensables”.


Hasta siempre, entrañable compañero. Con nuestra actitud digna honraremos eternamente tu memoria.


Edgar Ponce Iturriaga
Embajador del Ecuador en Cuba

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