Los
congresistas de la mafia cubano americana, caracterizados por sus corruptelas y
por extemporáneas posiciones de línea dura, Ileana Ros-Lehtinen y Mario
Díaz-Balart, la tomaron esta vez contra el exgobernador de Florida, Charlie Crist, quien
cometió el “delito” de abogar por el levantamiento del criminal bloque contra
Cuba.
No
le perdonan a Crist, quien se cambió de una posición ultraderechista –antes fue
gobernador por los republicanos y candidato independiente al Senado en el año
2010-, a enarbolar la bandera demócrata, que haya cambiado su percepción
política con respecto a Cuba. Antes había permanecido en las mismas posiciones retrógradas
de abogar por el endurecimiento del bloqueo y torpedear los viajes a la Isla,
posición afín a la de la Lehtinen y Mario Díaz-Balart.
El
asunto en cuestión comenzó con unas declaraciones de Crist hechas por el
exgobernador en el programa de HBO Real Time with Bill Maher, donde se
atrevió a decir lo siguiente: "El
embargo no ha logrado nada en más de 50 años para cambiar al régimen en
Cuba". (…) "Para mí resulta obvio que tenemos que movernos en otra dirección
y levantar el embargo". Eso encendió la chispa de descontento entre
los mafiosos de línea dura. Como gobernador republicano, entre 2007 y 2011,
Crist respaldó las sanciones estadounidenses a Cuba y firmó una ley estatal
para aumentar los costos de las agencias que reservan viajes a la Isla.
Las
airadas reacciones de los mafiosos en el Congreso son evidencias de ya un
marcado encontronazo entre las posturas tradicionales de la ultraderecha ideológica
con una nueva derecha más conciliatoria en los asuntos referidos a Cuba, la que
trata de buscar la forma de un acercamiento –sobre todo económico y comercial,
así como promover los intercambios entre intelectuales, científicos y
culturales, como una vía para propiciar una transición política en la Isla. En
realidad, es una contradicción entre los que aún apuestan por el garrote y los
que ahora lo hacen por la zanahoria, defendiendo más que todo los intereses económicos que
la buena fe.
Crist
no es simplemente un sincero interesado
en acercar pueblos, sino más bien un partidario de una doctrina más
inteligente: derrotar el socialismo cubano mediante la introducción del
capitalismo y sus patrones ideológicos. Por ello, proclamó sin tapujos: "Si queremos llevar la democracia a
Cuba, tenemos que alentar los valores americanos y las inversiones allí, no
bloquearnos a nosotros mismos y dejar que la influencia la tenga China".
También
prima en él la intención de buscar salidas a la propia crisis que vive la
economía floridana como parte de la gran debacle que afecta a EE UU. Eso lo
precisó claramente, al decir: "Sin
embargo, la realidad es que ninguna economía estatal está más afectada por la
política de Estados Unidos hacia Cuba que la economía de la Florida". (…) "Cambiar
esta política para permitir que agricultores, fabricantes y la industria de la
construcción de la Florida venda productos y servicios en Cuba, impulsaría la
economía de la Florida y ayudaría a las empresas a crear más empleos en nuestro
estado".
La
arremetida contra el atrevido Crist no se hizo esperar en un escenario de
intolerancia y ultra conservadurismo. La Lehtinen calificó de vergonzosas sus
declaraciones, al igual que lo hizo Mario Díaz Balart, pares republicanos.
Lo
cierto es que ambos detractores de Crist se encuentran ahora envueltos en
sonados escándalos. La Lehtinen se ha visto comprometida en un caso de
corruptelas relacionado con los prófugos banqueros ecuatorianos, los hermanos
Isaías, de quienes recibió sumas de dinero con el fin de que se evitara su extradición
a su país, donde son requeridos por fraude millonario. Por su parte, Díaz-Balart
se sabe que presionó a la Casa Blanca para que el dinero destinado para la
subversión en Cuba no fuera repartido directamente por la USAID, procurándose
él mismo tener acceso a esas partidas, lo que se confirma por Tracey Eaton en
su blog, en un trabajo titulado Source: Miami foundation has
"tremendous impact" (1)
Lo evidente es que esta arremetida contra Crist por
sobre el tapete dos cuestiones esenciales: 1) poco a poco se ha ido debilitando
la posición intolerante con respecto a Cuba y el rol de censores de los
tradicionales mafiosos en el Congreso y 2) se están abriendo paso nuevos
enfoques con respecto a la eliminación del bloqueo contra Cuba –posición no toda
plagada de buenas intenciones, pero que resulta más adecuada a los nuevos
tiempos y realidades-, lo que hace más heterogénea la percepción política del
tema cubano en EE UU.
A los intolerantes, como dijera el poeta y prosista
español, Antonio Machado, no les queda otra cosa de mostrarse tal como son y
cuál es su forma de actuar: “Es propio de hombres de cabezas medianas embestir
contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.”
(1) http://alongthemalecon.blogspot.com/2014/02/source-miami-foundation-has-tremendous.html
Percy
Francisco Alvarado Godoy
Criminales intolerantes ante la eliminación del bloqueo a Cuba por parte de mafiosos estadounidenses que tienen ascendencia cubana como Bob Menendez o Lincoln y Mario Diaz-Balart o emigrantes cubanos que participan en la política de Estados Unidos, defendiendo los crimenes contra la paz, merecen ser exterminados como se les hizo a los nazis hitlerianos en los juicios de Nuremberg.
ResponderEliminar