Cuando
el Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) permitió iniciar
la negociación de un acuerdo de diálogo político y cooperación con Cuba, las
reacciones fueron discordantes en el espectro político. La decisión, mediante
la cual se autorizó a la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, y a
la Comisión Europea a iniciar la negociación, abría no solo el deshielo de una
política incongruente hacia Cuba, posibilitando ampliar la cooperación de la UE
con la Isla, apoyar el proceso de reformas socioeconómicas que se llevan a cabo
en la misma y fomentar un mayor respeto de los derechos humanos desde la
viciada percepción europea sobre este tema. Por otro lado, representó un golpe
solapado a las posiciones aislacionistas de EE UU.
Esta
decisión fue un paso para acelerar el diálogo político y la cooperación con
Cuba establecido en 2008, a partir de la
petición de los ministros de Exteriores de la UE a Ashton, a fines de 2012.
La
respuesta cubana no se hizo esperar: “El Gobierno cubano ha sido informado oficialmente sobre la decisión del
Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea autorizando a
la Comisión Europea y a la Alta Representante para Asuntos Exteriores y
Política de Seguridad, Su Excelencia Catherine Ashton, a iniciar negociaciones
sobre las disposiciones de un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación
entre la Unión Europea y sus Estados Miembros, de una parte, y la República de
Cuba.”
Cuba dejó claro que la reiniciación del diálogo entre las
partes sobre la base del pleno “respeto a la igualdad soberana de los Estados,
al marco jurídico y al ordenamiento institucional de las Partes, y en total
apego al principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados.”
Esa es condición y premisa básica para tal entendimiento.
Ayer, 10 de febrero de 2014, el MINREX cubano finalizó su
declaración al respecto: “Cuba considerará la invitación formulada por la parte
europea, de manera respetuosa, constructiva y apegada a su soberanía e
intereses nacionales.”
Sin
embargo, a algunos grupos contrarrevolucionarios radicados en Miami,
fundamentalmente vinculados a la línea dura y al posicionamiento ideológico de
extrema derecha, la noticia resultó sumamente negativa y desencantadora. Saben
que este paso político de la UE deslegitimiza las posturas aislacionistas hacía
Cuba sostenidas por la ultraderecha norteamericana y la mafia terrorista de
Miami. En tal sentido, apenas se conoció la noticia, varios representantes de
estos grupúsculos reaccionaron con fuertes críticas hacia la UE, tratando de
impostar matrices de opinión coincidentes en que la misma:
● Hace
que la UE coloque en un primer plano los intereses económicos.
● Esta decisión favorece, primero que todo, al
gobierno cubano y es un espaldarazo al mismo.
Uno
de los primeros críticos fue el terrorista y provocador Ramón Saúl Sánchez, presidente
del Movimiento Democracia. A él se sumó Pedro
Corzo, director del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el
Totalitarismo, un fanático provocador y manipulador al servicio de los mafiosos
miamenses. No podía faltar el terrorista Ángel D´Fana, jefe del grupúsculo Plantados,
integrante de la también provocadora y extremista Asamblea de la Resistencia.
Hoy
aparecieron nuevas reacciones contra la decisión de la UE y nada menos que de
los miembros de la contrarrevolución interna, entre los que se destacaron Berta Soler, cabecilla de las Damas de Blanco;
el mercenario y provocador Guillermo Fariñas; así como el falsario e
inflador de mentiras, Elizardo Sánchez, jefe de la Comisión Cubana de Derechos
Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). Todos ellos calificaron de
desacertada la decisión de la UE argumentando la falacia de que la misma no
beneficia al pueblo cubano y fortalece al gobierno.
Cuba
ha sido clara en su respuesta. Existe la disposición a negociar con la UE, solo
sobre la base del respeto a nuestra soberanía y sin imposiciones. Fuerte y
claro el mensaje, como fuerte y clara es la impotencia de terroristas y
mercenarios USA ante tal acercamiento.
Percy
Francisco Alvarado Godoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario