Las organizaciones noticiosas que han publicado los documentos filtrados
de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) han
revelado inadvertidamente los nombres de por lo menos seis agentes de
inteligencia y otros secretos del Gobierno que nunca se propusieron
difundir, según detectó The Associated Press.
Las revelaciones involuntarias ilustran los riesgos de dar a conocer, aun con buenas intenciones, detalles ultrasecretos del Gobierno.
En algunos casos, periódicos prominentes como The New York Times retiraron rápidamente los documentos del gobierno que habían publicado en línea y los modificaron para ocultar la información que habían expuesto accidentalmente.
En una ocasión, el periódico The Guardian publicó un documento de la NASA que pareció identificar a un agente de inteligencia estadunidense radicado en el exterior. Antes de que el medio pudiera corregir el error, un ingeniero de programación, Ron Garret, de Emerald Hills, California, trató de tomar contacto con el agente en su oficina.
"Supuse que alguien se lo tenía que advertir", dijo Garret a The Associated Press.
Las revelaciones inadvertidas, que incluyen detalles técnicos y otra información, son una nueva complicación en los desafíos éticos y técnicos de la cobertura periodística sobre los programas de vigilancia de la NSA. Los periodistas que han visto los secretos filtrados por el ex analista de inteligencia Edward Snowden coinciden en que hay algunos detalles que no deben publicarse, pero las organizaciones de prensa a veces se han visto en figurillas para cumplirlo.
Glenn Greenwald, el reportero y columnista que ha desempeñado un papel clave en la publicación de muchas revelaciones de Snowden, dijo que no publicaría los nombres de los agentes de inteligencia a menos que fuesen altos funcionarios públicos. Greenwald dijo a The Associated Press que los errores que revelaron por lo menos seis nombres y otro material fueron equivocaciones menores del personal técnico que fueron rápidamente corregidos.
"Hemos reportado sobre esos documentos con las mayores y más respetadas organizaciones de prensa en el mundo, pero como toda institución humana, ninguno es perfecto", agregó.
No estaba en claro inmediatamente qué perjuicio, si acaso, se ha debido a la revelación de los nombres de seis empleados de la NSA y otros secretos.
Las revelaciones involuntarias ilustran los riesgos de dar a conocer, aun con buenas intenciones, detalles ultrasecretos del Gobierno.
En algunos casos, periódicos prominentes como The New York Times retiraron rápidamente los documentos del gobierno que habían publicado en línea y los modificaron para ocultar la información que habían expuesto accidentalmente.
En una ocasión, el periódico The Guardian publicó un documento de la NASA que pareció identificar a un agente de inteligencia estadunidense radicado en el exterior. Antes de que el medio pudiera corregir el error, un ingeniero de programación, Ron Garret, de Emerald Hills, California, trató de tomar contacto con el agente en su oficina.
"Supuse que alguien se lo tenía que advertir", dijo Garret a The Associated Press.
Las revelaciones inadvertidas, que incluyen detalles técnicos y otra información, son una nueva complicación en los desafíos éticos y técnicos de la cobertura periodística sobre los programas de vigilancia de la NSA. Los periodistas que han visto los secretos filtrados por el ex analista de inteligencia Edward Snowden coinciden en que hay algunos detalles que no deben publicarse, pero las organizaciones de prensa a veces se han visto en figurillas para cumplirlo.
Glenn Greenwald, el reportero y columnista que ha desempeñado un papel clave en la publicación de muchas revelaciones de Snowden, dijo que no publicaría los nombres de los agentes de inteligencia a menos que fuesen altos funcionarios públicos. Greenwald dijo a The Associated Press que los errores que revelaron por lo menos seis nombres y otro material fueron equivocaciones menores del personal técnico que fueron rápidamente corregidos.
"Hemos reportado sobre esos documentos con las mayores y más respetadas organizaciones de prensa en el mundo, pero como toda institución humana, ninguno es perfecto", agregó.
No estaba en claro inmediatamente qué perjuicio, si acaso, se ha debido a la revelación de los nombres de seis empleados de la NSA y otros secretos.
AP
Tomado de http://www.oem.com.mx
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