El golpista hondureño Roberto
Micheletti es un fiel miembro de la UnoAmérica y respalda un golpe de
estado en Venezuela. Manifestó su apoyo hace diez días junto con 26
venezolanos y hondureños, ilustración del repudio que tiene el pueblo
hondureño tanto contra el golpista hondureño como un golpe de estado en
Venezuela. El jueves 5 de marzo, la Resistencia hondureña movilizó y
convocó a una multitudinaria manifestación en respaldo al pueblo y
gobierno de Venezuela. “La ternura es la solidaridad de los pueblos”
(Che).
Alentados por el golpe de estado de
Ucrania que propulsó fascistas y hasta neonazis al poder, políticos de
la más rancia extrema derecha sudamericana están al frente de una
conspiración golpista contra Venezuela, que pretende aprovechar otra ola
de violencia para acapararse del poder.
Encabezado
por Adrián E. Oliva, presidente de la organización derechista Alianza
Parlamentaria Democrática para América Latina (APDA) y miembro de
Unoamérica, junto a la diputada opositora venezolana María Corina
Machado, asociada a Leopoldo López, el complot ya cuenta con millonario
financiamiento de la NED (National Endowment for Democracy)
norteamericana.
Oliva y Machado trabajan en función de sumar parlamentarios de la
ultraderecha regional a sus objetivos desestabilizadores en Venezuela y
continuar alentando a gobiernos, miembros de parlamentos y ONG
regionales a que presionen, bajo el falso pretexto de los “derechos
humanos”, al gobierno bolivariano para eventualmente promover el
establecimiento de un gobierno de transición en ese país.
Oliva, Machado y la diputada opositora argentina Cornelia Schmit, están
en conversaciones con diputados argentinos y colombianos para organizar
una cumbre de la APDA con el propósito de discutir la situación
venezolana y desarrollar su plan de apoyo a la oposición para el
derrocamiento del gobierno de Nicolás Maduro.
La “ONG” golpista
Pretenden organizar una delegación o comisión de legisladores de la
derecha latinoamericana, adscritos o no a APDA para viajar a Venezuela
en un momento que coincida con nuevas olas de violencia de la oposición,
para desde Caracas sacar una declaración a la comunidad internacional,
llamando a la formación de un gobierno de transición. Simultáneamente se
propondrían como “mediadores” en la crisis de Venezuela para la
conformación de dicho gobierno. Las intenciones 0reales, por supuesto,
son fomentar un golpe de estado en el país.
Entre los “mediadores” propuestos, aparte de la APDA, estarían
Unoamérica la organización de nostálgicos del Plan Cóndor, la seudo ONG
Human Right Foundation, conocida por su participación en un intento de
magnicidio en Bolivia, y la red de paramilitares del ex presidente
colombiano Álvaro Uribe.
La función “social” de la APDA, es
respaldar y “legitimar” los intentos de golpes de estado, asesinatos y
violencia que se generen en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina y
demás países progresistas de la región. No puede resultar casual que se
haya creado esta supuesta alianza antes de comenzar el 2012, año
electoral en Venezuela, evidenciándose sus objetivos de desacreditar la
revolución bolivariana.
La Red Latinoamericana y la “Criatura de la CIA”
Los proyectos de Oliva prevén emprender la campaña de apoyo a Leopoldo
López, acción similar a la que emprendió por el terrorista Alejandro
Peña Esclusa, aliándose a este y buscando liderazgo en la derecha.
Máximo representante en Venezuela de UNOAMERICA, Peña Esclusa fue
arrestado en Caracas con 900 gramos de C-4 y detonadores, después de una
denuncia por el salvadoreño Francisco Chávez Abarca, un especialista
del explosivo militar C-4 formado por Luis Posada Carriles.
Foto: Alejandro Peña Esclusa
Mientras la Human Rights Foundation, es
una criatura de la CIA encabezada por uno de sus reconocidos agentes
Thor Halvorssen, quien no por coincidencia es también pariente cercano
de Leopoldo López. Fue cómplice del fracasado golpe contra el presidente
Boliviano Evo Morales, en 2009. La sucursal boliviana de la falsa ONG
de Halvorssen era dirigida desde Miami por el terrorista cubanoamericano
Armando Valladares, vinculado a la agencia de inteligencia
norteamericana, y miembro del círculo de amistades de Luis Posada
Carriles.
Oliva y su grupo pretenden además utilizar el escenario de
desestabilización en Venezuela para que le sirva como punta de lanza en
oxigenar las fuerzas de oposición a los gobiernos de Bolivia, Ecuador,
Argentina y demás países progresistas de la región.
Tanto la APDA como su representante, Oliva Alcázar, son “hijos
protegidos” de la extrema derecha del senado y congreso estadounidense.
Su financiamiento proviene de la NED y la USAID mediante Unoamérica, que
ha sido reiteradamente acusada por sus vínculos con la CIA y que al
mismo tiempo abastece monetariamente los proyectos, viajes y eventos de
la APDA.
La sucursal boliviana
Las enseñanzas terroristas para subvertir los países del ALBA y ganar
dinero por esto, Oliva las aprendió de Hugo Acha Melgar, boliviano
prófugo por financiar el terrorismo en Santa Cruz en el complot de 2009 y
también asociado a Human Right Watch y Human Rights Foundation.
Acha
Melgar, le mostró a Oliva “el camino del dinero de Washington” y las
formas de captar fondos para beneficio propio así como le enseñó que el
negocio norteamericano de las denuncias por falsas violaciones de los
derechos humanos en países incómodos para EE.UU. es de los más
lucrativos, y sobre todo si son contra los países del ALBA.
En Bolivia, el desespero de protagonismo de Oliva le ha resultado más
dañino para su carrera, ya que su intención de posicionarse como líder
de la derecha boliviana ante Europa y EE.UU. le causó que todos los
opositores le dieran la espalda. Esto acompañado de las constantes
denuncias de malversación de los fondos entregados, específicamente
utilizados para pagos a servicios de prostitutas, donde todavía se
comenta los escándalos del Hotel Savoy en Buenos Aires cuando se negó a
pagarle sus servicios a una de ellas.
El nivel de movilización y organización de la ultraderecha regional
contra el gobierno democráticamente electo en Venezuela, solo es posible
con el millonario financiamiento procedente de EEUU y grandes intereses
económicos vinculados a la derecha que se destinan para la guerra sucia
contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Jean-Guy Allard
ANNCOL
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