El quinteto promotor del Proyecto Juntarnos |
El
pasado primero de abril se reunieron en la capital cubana cinco
contrarrevolucionarios -Guillermo Fariñas Hernández, René Gómez Manzano,
Félix Antonio Bonne Carcassés, Iván Hernández Carrillo y Félix Navarro
Rodríguez-, con la finalidad de articular un nuevo proyecto subversivo
denominado “Proyecto Juntarnos”.
La
clara finalidad de esta reunión es “vender” a sus financistas norteamericanos y
a la opinión pública internacional la falsa idea de que la dividida e
intrascendente contrarrevolución interna se encuentra encaminada a lograr, al
fin, una concertación política unitaria.
El
sitio Martinoticias.com fue uno de los primeros medios en los que se dio a
conocer este nuevo proyecto, desde ya destinado al fracaso, si tomamos en
cuenta que a los mercenarios de la USAID les interesa más la ambición personal,
el dudable protagonismo y el aumento de sus ingresos personales.
El
mercenario “Coco” Fariñas fue el encargado de divulgar este nuevo proyecto,
según ellos, puesto en marcha ya y cuyos resultados se verán en los próximos
tres meses.
La
idea esencial de este proyecto fue descrita por Fariñas de la siguiente manera:
“Lo que queremos es enfrentar al Gobierno
cubano con un frente común de puntos, donde estemos unidos, donde todo el mundo
esté de acuerdo y estar bien preparados para la desaparición del liderazgo
histórico de la revolución cubana, que indiscutiblemente va a traer como
consecuencia una presión internacional más amplia para que el Gobierno cubano
se siente con su propia oposición”.
Otra
de las matrices políticas sostenidas por los mercenarios es evitar que los
principales cambios que tienen lugar en el país sean controlados exclusivamente
por el gobierno cubano y tratar de influir en dicho proceso de cambios. De
hecho, lleva implícito buscar un reconocimiento a los grupúsculos internos manipulados
por EE UU.
Estos
pillos, quienes intentan "buscar lo que nos (les) une y obviar, por ahora,
lo que nos (les) separa", en un contradictorio argumento, saben que este
objetivo es difícil de lograr. Los recelos existentes entre ellos, las
diferentes percepciones políticas, la búsqueda de cotos de poder, las
ambiciones específicas y diferenciadas, el desbalance existente entre la
repartición de premios y beneficios materiales, las corruptelas abundantes
entre sus líderes, la inconsistencia y diferencias manifiestas en su percepción
sobre la realidad cubana actual, el aumentado divorcio entre los mercenarios
viajeros –quienes gozan de prebendas y abultados pagos-, con respecto a los
menos beneficiados por la USAID, son un fuerte escollo a vencer.
Vender
la falsa idea entre estos gusanos –en su mayoría permeados por una sicología
delincuencial-, de que por igual participarán en la conducción del país
en una utópica era pos revolucionaria, tampoco es creíble para casi todos.
Ellos saben que, a la larga, serán víctimas de este grupo que hoy intenta
manipularlos con una endeble convocatoria a la unidad de acción.
Otra
falsa idea es presumir que el gobierno cubano podría, algún día, sentarse a
negociar con los miembros de la contrarrevolución interna. Eso, está advertido,
no sucederá jamás. Cuba nunca cederá un ápice ante quienes pretenden
servilmente, siguiendo órdenes de sus enemigos, echar al traste a nuestro
socialismo y a nuestra Revolución.
Tenemos
pleno conocimiento de los contactos iniciados por estos mercenarios con otros
grupúsculos en el país. Sabemos también que sus propuestas de unidad han sido
escuchadas y cuestionadas tras bambalinas por otros liderzuelos, quienes la ven
como una jugarreta de sus artífices para desbancarlos de los beneficios y roles
protagónicos. En vez de apoyo, de compromisos leales y sinceros, han ido
encontrado recelos, fuertes dudas y la suspicacia tradicional entre bandidos.
Estas reticencias ponen en duda que en los próximos dos meses se logre el
objetivo del quinteto de timadores que promueven el Proyecto Juntarnos.
Siguiendo
este patrón, el pasado 5 de marzo de 2014, el contrarrevolucionario René Gómez
Manzano, uno de los gestores del proyecto, publicó en el sitio del grupúsculos
UNPACU (http://www.unpacu.org), un trabajo
titulado “Juntarnos es la palabra de orden”, en el que hace el mismo llamado
hecho anteriormente por Fariñas.
En
su caso, Gómez Manzano extrapola contextos
políticos diferentes al cubano, como son
los casos de Ucrania, Venezuela y Ecuador, considerando la necesidad de que la
contrarrevolución interna se una para convertirse en sujeto de presión política
y propiciadora de un imaginario cambio en la Isla. Su error fatal es que
desconoce que ellos carecen de fuerza y cohesión política, además de ser una
diminuta y manipulada red de mercenarios, para propiciar el ansiado cambio constitucional en Cuba.
Posicionándose
a favor de la postura norteamericana de negar la excarcelación y repatriación
de nuestros tres hermanos aún presos injustamente en EE UU, solicitando la
inmediata liberación del espía Alan P. Gross sin condiciones, atacando al
gobierno de Maduro y posicionándose a favor de los planes de la derecha
fascista venezolana, aceptando las criminales medidas impuestas por EE UU a
Cuba, Gómez Manzano y sus compinches expresan su afiliación al ideario político
de la extrema derecha norteamericana.
El
interés de impostar la existencia de una
oposición dentro de Cuba, remedo burlesco de la derecha venezolana, y que la
misma sea validada dentro del contexto nacional, mueve a la risa. La inmensa
mayoría del pueblo cubano ignora a esta minúscula red de provocadores y conoce
su entreguismo, endeudamiento político y sucios objetivos desestabilizadores.
Es ese mismo pueblo quien les dará respuesta contundente tanto en las celebraciones por un aniversario más de la UJC y la Organización de Pioneros de Cuba, las Jornadas por la Victoria de Playa Girón, así como el próximo Primero de
Mayo.
Percy
Francisco Alvarado Godoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario