Esa publicación ultraderechista asentada en Miami divulgó este
sábado un titular que mucho sugiere para escribir: “¿Cómo era la vida en
Cuba antes de la Revolución?”.
Su excusa fue la presentación en Nueva York del libro “CubaThen”
(Cuba entonces), del fotógrafo Ramiro A. Fernández, y bajo el sello de
la editorial The Monacelli Press.
¿Intención? Continuar tratando de endulzar la imagen de aquellos años
50 del siglo pasado, directiva enfilada a de identificarlos con “la
época dorada de la isla, hoy bajo el régimen de los hermanos Castro”.
Diario Las Américas agrega que sus imágenes pasean sobre eventos
culturales, jóvenes celebrando justas deportivas y “hasta” en lo
relativo a gente desposeída que hoy ven cómo eran sus vidas.
Y finaliza con otro significativo reconocimiento: junto a las
coristas, los boxeadores y los acróbatas de circo, he buscado recopilar
fragmentos de la vida cotidiana, dijo su autor Ramiro Fernández.
A los insignes organizadores y publicistas de la exposición
fotográfica sobre Cuba en Nueva York les propongo añadirle los
siguientes detalles:
Terminaba 1958 cuando la Agrupación Católica Universitaria de la isla
finalizó una encuesta sobre “el nivel de vida del trabajador agrícola
cubano”.
La pesquisa dio continuidad a la famosa investigación del año 1953
que auspició esa misma institución religiosa, y entre sus resultados,
por ejemplo, anotó los siguientes:
“El obrero agrícola no dispone como promedio de más de 25 centavos diarios para comer, vestir y calzar.
“El 60 por ciento de ellos vive en bohíos de techo de guano y piso de
tierra, sin servicios ni letrina sanitaria, sin agua corriente y sin
electricidad.
“El 85 por ciento de esas covachas, rezagos inconcebibles de la
vivienda aborigen precolombiana, tiene solo una o dos piezas en las que
debe hacinarse la familia rural –hombres, mujeres y niños- para dormir.
“El 90 por ciento de ellos se alumbra con quinqués de luz brillante.
“El tres por ciento de su población no tiene luz de ninguna clase.
“”El 44 por ciento de los obreros agrícolas no asistió, ni pudo asistir jamás, a una escuela. El 43 por ciento son analfabetos.
“Ellos y sus familias se alimentan fundamentalmente de arroz y
frijoles. Solo el 11 por ciento toma leche y el cuatro por ciento carne.
“Su alimentación tiene un déficit promedio de más de mil calorías diarias.
“Así, a la insalubridad y la ignorancia, se une la desnutrición como
factor descriptivo esencial de las condiciones vitales de este sector
del pueblo cubano”.
Su esperanza de vida promedio entonces: 55 años, muy lejos de la
actual, cercana a los 80. ¿Será conocido esto en la exposición de Nueva
York sobre cómo era la vida en Cuba antes de la Revolución?
Y esto es solo una pequeña muestra de lo que podría darse a conocer… sin el más mínimo afán de lucro.
Y esto es solo una pequeña muestra de lo que podría darse a conocer… sin el más mínimo afán de lucro.
Nicanor León Cotayo
CubaSí
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