El grupo terrorista islamista filipino Abú
Sayyaf ha amenazado con ejecutar el próximo 17 de octubre a uno de los
dos rehenes alemanes que mantiene secuestrado si no se cumplen las dos
exigencias que plantea: el pago de un rescate de 250 millones de pesos y
que Alemania deje de apoyar a Estados Unidos en su campaña de
bombardeos contra el Estado Islámico en Siria e Irak.
Los terroristas de este grupo vinculado a Al Qaeda secuestraron en
abril de 2014 a los dos ciudadanos alemanes, un hombre y una mujer,
cuando navegaban a bordo de un yate en la costa de la isla de Palawan,
en la zona occidental del archipiélago de Filipinas, situado al este del
estado malasio de Sabah.
A cambio de su liberación, los milicianos exigen el pago de 250
millones de pesos filipinos (unos 4,4 millones de euros) y que el
Gobierno de Alemania deje de respaldar a Estados Unidos en su ofensiva
contra el Estado Islámico en Irak y Siria.
"Hoy, vamos a hablarles del ultimátum", ha afirmado uno de los
milicianos de Abú Sayyaf que se ha identificado como Abú Rami y que se
ha presentado como portavoz del grupo, en una llamada telefónica a
periodistas de la ciudad de Zamboanga, en el sur de Filipinas.
"Después del 17 de octubre de 2014, viernes, a las 15.00, no
veréis a uno de ellos vivo. Será visto por el público para que podamos
demostrar que no estamos jugando", ha asegurado el milicianos de Abú
Sayyaf. Responsables de los servicios de seguridad filipinos mantienen
que los alemanes están secuestrados en las junglas de Jolo, una isla
remota del sur de Filipinas que tiene una importante presencia de
milicianos islamistas.
El grupo Abú Sayyaf tiene un amplio historial de secuestros,
asesinatos y atentados. Sus milicianos tienen secuestrados a varios
ciudadanos extranjeros. No está claro si estos milicianos islamistas
tienen vínculos con los combatientes del Estado Islámico en Oriente
Próximo.
Alemania ha descartado participar en ataques aéreos contra las
posiciones del Estado Islámico en Oriente Próximo aunque sí que ha
decidido armar a los peshmerga, los combatientes kurdos del norte de
Irak, en una decisión que rompe con su tradición de no implicarse en
conflictos bélicos.
Tomado de (Reuters/EP)
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