Estas imágenes de Jackie Kennedy Onassis al desnudo fueron tomadas en una playa griega en 1972 después de que su propio marido, Aristóteles “Ari” Onassis, avisara a los fotógrafos de su ubicación exacta, relata el escritor Christopher Andersen en su nuevo libro, titulado The Good Son: JFK Jr. and the Mother He Loved.
Las fotografías de la ex primera dama de los EEUU caminando sola y sin ropa en una residencia ubicada en Skorpios fueron parte de una campaña de desprestigio armada por el magnate griego, de acuerdo con la publicación de Andersen.
La biografía sobre John F. Kennedy Jr , quien murió en 1999, describe cómo el empresario ridiculizaba a Jackie llamándola “La Viuda” durante las entrevistas, según un extracto publicado por el New York Daily News.
Se casó con él en 1968, cinco
años después del asesinato del entonces presidente John Kennedy. Su
familia y amigos, señala el libro, nunca estuvieron convencidos de que
Onassis fuera la pareja perfecta para ella.
A lo largo de su relación, el millonario continuó su amorío no tan secreto con la cantante de ópera Maria Callas,mientras supuestamente utilizaba sus contactos con la prensa para humillar públicamente a Jackie.
Anderson describe el momento exacto que aplastó su relación en 1972. Cansado
de Jackie, Onassis entregó a diez fotógrafos la ubicación exacta de su
esposa, de quien sabía que le gustaba tomar sol desnuda. Sin saber que
su marido estaba detrás del complot cruel, ella demandó a todas las
publicaciones que habían impreso las fotos.
Mientras
Onassis fue a su abogado y demandó el divorcio, que en realidad nunca
se completó. Él continuó viendo a “su verdadero amor”, la diva María Callas, hasta antes de morir en 1975.
El escándalo de la fotografías fue el éxito final después de años de disputas públicas entre Jackie y “Ari”.
La guerra matrimonial comenzó cuando una cartas que Jackie escribió a su supuesto amante Roswell Gilpatric, un ex funcionario del gobierno de Kennedy, fueron expuestas en la prensa en 1970, incluyendo una escrita un día después de su boda con el empresario naviero, donde ella le decía que “siempre iba a estar para él”.
“No le importaba ser retratado como un cretino, un pirata, un hombre viejo y sucio o incluso un ladrón.Pero la idea de ser cornudo en público… fue un golpe a su virilidad”, explica Anderson al Daily Mail.
No hay comentarios:
Publicar un comentario