sábado, 4 de octubre de 2014

Masacre en Colombia, por guerra entre narcos

La zona donde fueron encontrados los cuerpos fue resguardada por la policía.
La zona donde fueron encontrados los cuerpos fue resguardada por la policía. (AFP)

La Policía colombiana manifestó hoy que la masacre de ocho personas ocurrida la noche del viernes en el departamento del Valle (suroeste), se pudo haber presentado por guerras internas entre integrantes de bandas del narcotráfico, que se disputan el mandato interno de esa estructura.

Según las autoridades cuatro de las personas asesinadas en un finca del corregimiento de Pance al sur de la ciudad de Cali, tenían antecedentes judiciales y estarían en una reunión de "reacomodamiento" de las estructuras del narcotráfico.

"La finca de esta reunión, al parecer era de una persona del clan de 'los Valencia' (compuesta por cuatro hermanos) que fueron extraditados a Estados Unidos por narcotráfico, lo que nos lleva a asociar que todo tiene que ver con estructuras del narcotráfico que utilizan esos bienes para sus reuniones", señaló hoy a periodistas, el director de seguridad ciudadana, general Jorge Orlando Nieto.

Agregó que al lado de los cadáveres que estaban atados de pies y manos y con disparos en la cabeza, se encontraron 10 fusiles, una subametralladora con silenciador y un revólver.

Las autoridades informaron además que una de las víctimas era Julio César Paz, conocido como J1, capturado en julio pasado por extorsión a un abogado y quien había cobrado la libertad hace diez días.

Paz era jefe militar del "clan Úsuga" (los Urabeños) en Cali y además coordinaba la distribución de drogas sintéticas en esa región.

Los cuerpos de las ocho personas asesinadas se encuentran en Medicina legal de Cali.

Por su parte, la Defensoría del Pueblo expresó hoy su preocupación por el incremento inusitado de la violencia en Cali.

La entidad había alertado sobre la preocupante injerencia de los grupos armados ilegales en por lo menos 30 barrios, pertenecientes a doce comunas del departamento.

De igual manera, la Defensoría consideró que aunque las autoridades atribuyan algunas de las muertes a venganzas entre las organizaciones criminales, "el derecho a la vida es inviolable".

Finalmente, hizo un llamado para que desde el Ministerio de Defensa, la Policía y demás autoridades del orden nacional y territorial adopten con urgencia las medidas pertinentes para ponerle freno a estas escaladas cíclicas de homicidios, amenazas y afectaciones a la seguridad ciudadana en Cali y el Valle del Cauca. EFE


Tomado de  http://www.milenio.com/

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