domingo, 14 de diciembre de 2014

Precandidaturas presidenciales en USA: inició la carrera



Crédito: AFP
Luego de la reciente derrota electoral del Partido Demócrata en las elecciones intermedias, la conversación política en los Estados Unidos se volcó de inmediato a las presidenciales de 2016. Con la desaprobación de la gestión demócrata en ascenso (51,3 por ciento) y el fortalecimiento del Partido Republicano (que logró dejar atrás el recuerdo del cierre del gobierno federal en 2013 y ganó la mayoría en las dos cámaras legislativas) se abrió el juego para que muchos políticos vocearan sus deseos de aspirar a la primera magistratura.


Mientras que del lado demócrata un nombre se destaca sobre los demás, el de Hillary Rodham Clinton, la enorme lista del lado republicano es inédita en la política contemporánea.


Una lista que combine las propuestas para el público en la página de Internet del Partido Republicano y los nombres que destacan los medios principales de los Estados Unidos arroja las siguientes posibilidades:


1. Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey, quien ganó una popularidad inusual en un estado casi siempre demócrata, y sobrevivió ileso al escándalo del corte de puentes a Nueva York.


2. Jeb Bush, dos veces gobernador de la Florida (1999-2007), hijo y hermano de los ex presidentes George H. W. Bush y George W. Bush.


3. Mitt Romney, quien perdió contra Barack Obama en 2012, fue precandidato en 2008 y gobernó Massachusetts entre 2003 y 2007, quien dijo que no competiría pero podría cambiar de planes.


4. Marco Rubio, senador nacional por la Florida desde 2011, defensor de una solución legal a la inmigración sin papeles y un vehemente comunicador de las ideas del partido.


5. Rand Paul, senador nacional de Kentucky desde 2011, de la rama más conservadora de los republicanos, de gran atractivo popular según las encuestas y con buena capacidad para conseguir fondos.


6. Rick Perry, gobernador saliente de Texas y precandidato en 2012, quien encabezó la alianza de diecisiete gobernadores que presentaron una demanda judicial contra el presidente por el decreto ordenador de la inmigración sin papeles.


7. Paul Ryan, representante nacional de Wisconsin desde 1999 y ex candidato a vicepresidente en 2012


8. Ted Cruz, el ultraconservador senador nacional de Texas de alto perfil en los medios.


9. Rick Santorum, precandidato en 2012, senador nacional de Pensilvania durante doce años y representante nacional durante cuatro.


10. Mike Huckabee, ex gobernador de Arkansas entre 1996 y 2007 y precandidato en 2008.


11. Peter King, representante nacional de Nueva York desde hace once años.


12. John R. Bolton, embajador de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas (2005-2006) y subsecretario de Estado (en el área de Control de Armas y Asuntos de Seguridad Internacional) durante el primer gobierno de George W. Bush.


13. Michele Bachmann, representante nacional de Minnesota desde 2007 y precandidata en 2012.


14. Bobby Jindal, gobernador de Louisiana desde 2008, y antes representante nacional de ese estado.


15. Mike Pence, gobernador de Indiana desde 2013, y antes representante nacional de ese estado durante doce años.


16. George Pataki, ex gobernador de Nueva York entre 1995 y 2006.


17. Bob Corker, senador nacional de Tennessee desde 2007 y antes alcalde de Chattanooga, en ese estado.


18. Jim Gilmore, gobernador de Virginia entre 1998 y 2002 y presidente del Comité Nacional Republicano entre 2001 y 2001.


19. Carly Fiorina, empresaria de California, ex gerente de Hewlett-Packard y candidata nacional al Senado en 2010.


20. Lindsey Graham, senador nacional de Carolina del Sur desde 2003, un crítico del Tea Party en defensa de un partido más incluyente, intervencionista en política exterior.


21. Rick Snyder, gobernador de Michigan, empresario y precandidato a vicepresidente en 2012.


22. Scott Walker, gobernador de Wisconsin.


23. Ben Carson, ex director de Neurocirugía Pediátrica en el Hospital de Johns Hopkins.


24. Susana Martínez, gobernadora de Nuevo Mexico.



En diálogo con Infobae, el profesor Thomas J. Whalen, del departamento de Ciencias Sociales de Boston University, argumentó que "esa diversidad de precandidatos habla de la coexistencia de varios partidos republicanos, en muchos sentidos". Enumeró, con ejemplos: "Existe un ala libertaria, encabezada por Rand Paul; existe el establishment, el republicanismo al estilo de Jeb Bush; y existen los realmente conservadores, en la línea del gobernador de Texas, Rick Perry". Todos ellos son nombres que resuenan con fuerza.

Jeb Bush, hijo y hermano de los ex presidentes George H. W. Bush y George W. Bush

También Candice Nelson, titular del Departamento de Gobierno y directora académica de The Campaign Management Institute de la American University, opinó que "hay un cisma real en el Partido Republicano, entre los candidatos más tradicionales, como Jeb Bush, y los más conservadores, del Tea Party, como Rand Paul o Ted Cruz. Y hay muchos nombres de ambas clases". Observó además que este escenario es infrecuente porque los republicanos suelen tener una figura fuerte camino a las primarias: "Alguien que haya competido en elecciones anteriores y haya perdido, por ejemplo. Esta vez, no es el caso. Hay un montón de aspirantes; algunos compitieron en 2012, otros no. Pero no hay un candidato obvio".


Steven Greene, profesor de Ciencia Política en North Carolina State University, agregó que no sólo "los diferentes candidatos representan esos elementos variados de la coalición del GOP (Great Old Party, como se llama al Partido Republicano)", sino que en la actualidad la institución "posee un número inusualmente grande de figuras con un perfil nacional fuerte". Pero eso no alcanza, advirtió, y dio como ejemplo de caso de Rudy Giuliani en 2008. "La verdad es que sólo aquellos que puedan atraer el apoyo del establishment serán lo que al final terminen por competir en las primarias. Creo que la evidencia sugiere que para figuras como Rand Paul y Ted Cruz será difícil conseguir ese apoyo del establishment republicano. Pensaría que Crhis Crhistie, Scott Walker, Paul Ryan y Rick Perry parecen encontrarse entre los precandidatos más fuertes al día de hoy."


Dicho eso, Greene comenta con humor y sensatez: "Puede ser una misión inútil predecir esto con dos años de anticipación, así que me reservo el derecho de estar completamente equivocado".

"Jeb Bush se destaca entre todos, por la marca Bush" 
Para Whalen el problema principal que enfrentan los republicanos es menos la diversidad de voces que la división de las políticas, de manera tal que "el conjunto no se puede poner de acuerdo alrededor de algunas ideas, y eso puede debilitarlos en 2016, como ciertamente los debilitó en 2012 contra el presidente Obama". Recordó: "Cuando Mitt Romney terminó por imponerse contra sus competidores, ya no tenía mucho tiempo para prepararse para la competencia presidencial".


Sumó un nombre que podría resultar convocante, dentro del partido y entre el público en general: "Creo que Jeb Bush se destaca entre todos, por la marca Bush en la política estadounidense y porque tiene relaciones en cada fracción. Su nombre resonaría en las elecciones generales, si llegara." Nelson coincidió: "Si Jeb Bush decide competir, tendría buenas oportunidades en las elecciones generales. Pero sus ideas no son lo suficientemente conservadoras para algunos republicanos que votan en las primarias". 


He ahí un tema complejo y de fondo para los republicanos: "Cómo arreglarse con su base más conservadora que vota en las primarias y las reuniones electorales (caucus, en el lenguaje político estadounidense) con miras a las elecciones generales", agregó Nelson.


Whalen convino y detalló: "Ahora hablamos de las primarias, y normalmente en las primarias se va con la base republicana, donde hay en su mayoría republicanos extremos. Pero la transición a un mensaje general sería difícil, porque esas ideas extremas no atraen al estadounidense común. Figuras como Rand Paul tienen lo que muchos consideran ideas extremas que podrían desalentar a muchos votantes estadounidenses comunes, y herir al Partido Republicano, sobre todo si hay un candidato demócrata con un discurso de moderación en la elección general".

"Las ideas extremas no atraen al estadounidense común"
Esta primaria tan abierta preocupa a los contribuyentes principales a la campaña electoral. La idea de una interna prolongada y sangrienta entre demasiadas figuras les resulta mala por dos motivos: debilita la capacidad del elegido para recoger los fondos necesarios (80 millones de dólares, según estimó The New York Times, para ganar las primarias) y fortalecería a la competidora principal del Partido Demócrata, Hillary Rodham Clinton, al brindarle tiempo de exposición al público general.


Según el prestigioso diario, habrá que esperar una decantación que comenzará con los primeros debates republicanos, en el verano del hemisferio norte; mientras tanto, los donantes –agregó el artículo– se centran en Christie, Bush y Romney. Para The Washington Post, una lista depurada comenzaría por Paul, Christie, Bush, Rubio y Walker.


"El dinero es un tema. La carrera hacia la presidencia va a ser cara. Muchos republicanos ya cortejan a los donantes, pero aquellos que aportan mucho dinero tienen resistencia a lanzarse por ahora", observó la profesora Nelson. "Tuvieron una mala experiencia con Mitt Romney para que llegara a la campaña, y no ganó. Los grandes aportantes republicanos están esperando a ver qué pasa. Creo que tendremos una idea más clara probablemente hacia el verano, cuáles serán los candidatos realmente serios y cuáles no, y entonces los donantes comenzarán a participar. Por ahora parecen estar a la expectativa".


El profesor Greene agregó que es necesario "convencer a las élites de cada partido (los funcionarios más importantes, los recaudadores de fondos fundamentales), porque las bases populares no llevan muy lejos a nadie que no tenga apoyo de arriba". Parte de convencer a las élites "es conseguir el dinero y los individuos claves para construir una organización fuerte".



Contra la larga lista republicana, el Partido Demócrata parece enfrentar el problema opuesto: una precandidatura demasiado fuerte.

Se puede hacer una lista de aspirantes:


1. El actual vicepresidente Joe Biden.


2. El gobernador de Maryland, Martin O'Malley.


3. La senadora nacional de Massachusetts, Elizabeth Warren.


4. El ex senador nacional de Virginia Jim Webb.


5. El senador de West Virginia Joe Manchin.


Pero hay una favorita:


6. La ex secretaria de Estado, ex senadora y ex primera dama, Hillary Rodham Clinton.


El millonario Warren Buffett donó 25.000 dólares al grupo Ready for Hillary, la donación máxima permitida por el grupo, pero sobre todo una señal de lo que podría donar en caso de que Clinton ganara la candidatura presidencial demócrata.


Es cierto que hace ocho años, a esta misma altura de las especulaciones, ella misma era la favorita. Y entonces comenzó a crecer Obama. El resto es historia conocida.


Sin embargo, ninguna figura novedosa asoma en el paisaje del Partido Demócrata, con la excepción de Warren, quien tiene un fuerte discurso contra la inequidad económica y los bancos y el 1 por ciento más rico como beneficiarios de la riqueza nacional a costa del resto de los estadounidenses, pero que por ese mismo discurso extremo en comparación con el de Clinton (a quien sus detractores internos ven como demasiado cercana a Wall Street y una antigua figura del establishment de Washington) podría encontrarse con el problema equivalente, en la punta opuesta, que sufren los ultraconservadores en el Partido Republicano: al ciudadano promedio de este país no le gusta la desmesura. 

"Es difícil ver en el horizonte a otro Barack Obama"
Según una encuesta de Bloomberg Politics, Clinton aventajaría en una contienda por la presidencia a los nombres más fuertes de su competencia: 45 por ciento de los votantes probables (en los Estados Unidos el voto es optativo) dirían que la elegirían antes que a Romney (quien obtuvo el 39 por ciento); 45 por ciento la prefiere a Paul (37 por ciento); 43 por ciento la escoge antes que Jeb Bush (37 por ciento) y 42 por ciento antes que a Christie (36 por ciento).


Todos los expertos consultados son terminantes:


"Creo que si ella se decide a competir, la nominación será suya. Tiene el dinero y ella y su marido han participado en las políticas demócratas durante décadas. Realmente no veo a otro candidato demócrata que pueda desafiarla", dijo la decana Nelson.


"Si pierde la oportunidad será por su decisión. Es difícil ver en el horizonte a otro Barack Obama que la pueda para como en el 2008. Ella ha cautivado casi todo el apoyo clave institucional y organizativo del Partido Demócrata", coincidió el académico Greene. "Dese luego, alguien la va a desafiar –y acaso con algún éxito durante un tiempo, como anti-Hillary– pero dadas sus ventajas vastas, es difícil no verla ganar la nominación demócrata".


"Dado su nombre y los papeles que ha ejercido en la política nacional, ella tiene el mejor curriculum vitae, por lejos, entre los precandidatos demócratas, tanto en conocimientos del gobierno nacional como en política exterior para 2016", agregó el profesor Whalen. "Y además tiene un aspecto extra, el hecho de hacer historia: podría ser la primera mujer presidente, como Obama fue el primer presidente afroamericano".

Hillary Clinton tiene un mensaje fuerte y populista sobre la economía 
Whalen mencionó una posible mella a la fuerza de Clinton: "Del lado progresista del partido se escuchan muchas quejas sobre sus vínculos con la gente del sistema financiero y su integración al establishment. No tiene mucho contacto con el trabajo cotidiano de base de los demócratas: el bolsillo, los impuestos, la calidad de vida". El académico de Boston University señaló que O'Malley y Warren han comenzado a recibir mucha atención. "Ella tiene un mensaje fuerte y populista sobre la economía, que resuena con fuerza dentro de los sectores del partido que se ubican hacia la izquierda. Ya desafió a los republicanos, tuvo un fuerte debate con Scott Brown. Ella es una posibilidad que causa intriga."


Para la profesora de American University, el desafío mayor para Clinton estaría ya fuera de su partido: "Dependerá de quién sea el candidato republicano. Si el candidato es alguien como Marco Rubio, que es joven y nuevo, se parecería a lo que le sucedió con Obama. Pero en términos de grupos sociales, los demócratas tienen ventajas entre la población afroamericana, las minorías, los latinos, los jóvenes. En cambio, los republicanos debe resolver cómo van a lidiar con esa cuestión."


Infobae

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