Los que pensaron
que la visita del presidente galo a Cuba pudiera convertirse en un circo
mediático para sobredimensionar a la contrarrevolución interna han fracasado en
sus sucias intenciones. El respeto a nuestra soberanía está puesta sobre la
mesa en cualquier negociación, sea con quien fuere.
El tiro les salió por la culata. No habrá encuentro con la contrarrevolución.
El Excmo. Sr.
François Hollande, Presidente de la República Francesa, arribará a Cuba este domingo
10 de mayo en visita oficial, según informa una nota publicada en el diario Granma,
convirtiéndose en el primer jefe de estado francés en visitar Cuba desde 1959.
El programa del
mandatario galo incluye conversaciones oficiales con el General de Ejército
Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, a la par
que desarrollará otras actividades, fundamentalmente el lunes 11, para
continuar viaje posteriormente a varios territorios franceses de ultramar como
Saint-Martin, Saint-Barthélemy, Martinica, Guadalupe y Haití
Según la agenda
dada a conocer por la presidencia francesa no se excluye que el mandatario se
entreviste con el Comandante en Jefe, Fidel Castro, reunión que “encantaría” al
mandatario visitante.
Hollande asistirá,
asimismo, a un acto solemne ante el Memorial de José Martí, de acuerdo a la
agenda facilitada por el Palacio del Elíseo.
Ya en horas de la
tarde, el presidente francés se
entrevistará con el mandatario cubano Raúl Castro y luego asistirá a la
cena oficial organizada en su honor por el gobierno cubano.
Las relaciones
entre París y La Habana se han fortalecido desde hace un año, luego de los cambios
en la posición de la Unión Europea (UE) sobre Cuba, lo que se ha manifestado en la visita a Cuba del ministro
francés de Asuntos Extranjeros, Laurent Fabius, y el secretario de Estado
francés para el Comercio Exterior, Mattias Fekl. A la par, el canciller cubano Bruno
Rodríguez visitó París recientemente en lo que fue su primera gira oficial por
varios países de la Unión Europea (UE).
Lo que sí está
claramente definido es que esta visita abarcará aspectos políticos, culturales
y económicos, lo que se confirma con la presencia en la delegación gala de
destacadas figuras de los negocios como los representantes de Pernod Ricard, Accor
y Air France.
No habrá espacio para encuentros con la
contrarrevolución.
La diplomacia gala
es consciente de que esta visita debe basarse, tal como lo ha sugerido Cuba a
la UE, en el respeto mutuo y en la no injerencia en los asuntos internos de las
naciones. En tal sentido, Francia ha evitado hacer caso a las diversas
presiones de grupos parlamentarios de derecha en esa nación, así como a varias
ONGs vinculadas a la guerra ideológica anticubana.
Varias son las
presiones encaminadas a convertir esta visita en un atolladero político para
Hollande, al intentar presionarlo para que discuta con las autoridades cubanas
temas controvertidos y manipulados como el de los derechos humanos y la
libertad de expresión. Una de esas organizaciones provocadoras ha sido Reporteros
Sin Fronteras (RSF), la que instó a Hollande el pasado jueves a interceder ante
el presidente cubano por un supuesta apertura a la libertad de expresión,
asunto soberano para Cuba.
Christophe Deloire,
secretario general de RSF, manipuló descaradamente en su misiva a Hollande el
tema de la libertad de prensa y cuestionó el modelo político cubano, tratando
de chantajear al mandatario galo con unas declaraciones añejas expresadas por
el sobre Cuba en el año 2003 en el semanario francés "Le Nouvel
Observateur", la que ya se encuentran fuera de contexto histórico y
político.
RSF trató de
sugerir a Hollande que el mismo solicitara a las autoridades cubanas la puesta
en libertad de varios contrarrevolucionarios –supuestos periodistas
independientes-, como Yoeni de Jesús Guerra García, José Antonio Torres y Ángel
Santiesteban-Prats, quienes se encuentran condenados por razones subversivas y
e inconstitucionales.
Como respuesta a
las demandas de RSF y también Centro de Información Hablemos Press, la
presidencia francesa rehusó cualquier encuentro con contrarrevolucionarios
cubanos.
De tal manera, son
vanos los esfuerzos del contrarrevolucionario Manuel Cuesta Morúa, portavoz del
grupúsculo Arco Progresista, quien pidió al presidente francés un encuentro con
mercenarios de las Damas de Blanco y de la coalición Espacio Abierto, quienes
pretenden infundadamente erigirse como voceros de la Sociedad Civil Cubana. La
carta de Morúa a Hollande fue enviada a través del programa Puente Democrático,
del Centro para la Apertura y Desarrollo de América Latina (CADAL),
organización con sede en Argentina y dedicada a capitanear últimamente acciones
provocadoras contra Cuba.
Los que pensaron
que la visita del presidente galo a Cuba pudiera convertirse en un circo
mediático para sobredimensionar a la contrarrevolución interna han fracasado en
sus sucias intenciones. El respeto a nuestra soberanía está puesta sobre la
mesa en cualquier negociación, sea con quien fuere.
Percy Francisco Alvarado Godoy.
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