Operadores SEAL de la Armada esperaban una misión de la noche para capturar líderes insurgentes cerca de Faluya, Irak, en julio de 2007. Crédito John Moore / Getty Images |
The New York Times publicó
ayer un reportaje titulado “The Secret History of SEAL Team 6: Quiet Killings
and Blurred Linesen”, bajo la firma de los periodistas Mark Mazzetti, Nicholas Kulish, Christopher
Drew, Serge F. Kovaleski, Sean D. Naylor and John Ismayel, en el que pone al
desnudo el carácter despiadado del llamado Team 6 Seal –especie de fuerza de élite
antiterrorista de la US Navy norteamericana-, quien ha unido a sus laureles obtenidos en la
eliminación selectiva de importantes objetivos terroristas como Osama bin Laden,
el escarnio de haber cometido innumerables crímenes de guerra contra civiles
inocentes en sus operaciones.
Estos crímenes del
Team 6 Seal se han cometido principalmente en escenarios en Afganistán e Irak.
El diario hace
mención a una matanza de civiles en Helmand, Afganistán, donde estos individuos
asesinaron a varios inocentes, así como un caso en Kunar donde “neutralizaron”
a seis menores de edad.
El citado diario apunta que el Team ha realizado operaciones encubiertas en
colaboración con la CIA bajo el llamado Programa de Omega, especie de
operaciones clandestinas dirigidas a la eliminación física de determinadas
personas a las que se vincula al terrorismo o son incómodas a EEUU.
Estas operaciones, sin embargo, también han estimulado las preocupaciones
recurrentes sobre la matanza excesiva y la muerte de civiles. Testigos de estas
matanzas han sido no solo aldeanos afganos, sino también un militar británico y
un rehén norteamericano liberado en una de sus operaciones.
El diario confirma que la impunidad de este grupo Seal está avalada por el
carácter secreto de sus operaciones, lo cual limita la supervisión de las
mismas por parte del Comando Conjunto de Operaciones Especiales, a la par de
que muchas de las investigaciones realizadas aún descansan en archivos muertos
y no se les da curso por parte del JSOC. De esta forma, los crímenes
injustificados permanecen en la impunidad.
El propio Congreso, cegado por la euforia de alguno que otro éxito
operacional, trata de no inmiscuirse en estos asuntos. Al respecto, cita el
periódico a Harold Koh, ex asesor jurídico de la parte superior del
Departamento de Estado, que proporcionó orientación a la administración de
Obama sobre la guerra clandestina, quien señaló a los periodistas:
"Esta es un área donde el Congreso notoriamente no quiere saber demasiado".
La razón de esta apatía en realizar un escrutinio a la actividad del Team 6
radica, según NYT en que “Al igual que la campaña de ataques con aviones no
tripulados de la CIA, las misiones de operaciones especiales ofrecen los
responsables políticos una alternativa a las costosas guerras de ocupación.
Pero el baluarte de secreto alrededor del Team 6 hace que sea imposible evaluar
plenamente su registro y las consecuencias de sus acciones, incluyendo las
bajas civiles o el profundo resentimiento dentro de los países en los que sus
miembros operan. Las misiones se han convertido en una forma de combate en las
sombras con poca discusión o debate público.”
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