sábado, 22 de agosto de 2015

Estados Unidos y el pragmatismo al negociar con terroristas

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Estados Unidos no negocia con grupos terroristas. Excepto cuando sí. La semana pasada, se reportó que el Frente Al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria, había "aceptado" replegarse de cierto territorio.
A cambio de ello, "Washington accedía a detener los bombardeos en su contra".

Pocos días después, la nota era que varios combatientes entrenados por Estados Unidos y que habían sido secuestrados por el Frente Al Nusra, repentinamente eran liberados. Es decir, todo parece indicar que nos encontramos ante un escenario en el que la máxima potencia, a través de terceros actores, mantuvo en los últimos días alguna clase de negociación con la filial de Al Qaeda en Siria. Este evento tiene al menos dos aristas relevantes: Una, al respecto de la propia guerra civil siria. La segunda, el pragmatismo exhibido en esta negociación.

La guerra civil ha convertido a Siria en un verdadero rompecabezas. Sobresalen cuatro importantes actores: (1) El gobierno y sus milicias aliadas, (2) La recientemente formada coalición de milicias rebeldes en donde participa el Frente Al Nusra, milicia afiliada a Al Qaeda, (3) Los grupos kurdos, y (4) El "Estado Islámico" o ISIS.

La estrategia de Estados Unidos contra este último actor incluía entrenar a unos miles de rebeldes para que éstos combatieran por tierra contra ISIS, contra Assad y contra milicias hostiles como el Frente Al Nusra, todo a la vez, algo que por ahora no ha resultado.
Recientemente, Washington logró involucrar a Turquía. Se ha decidido establecer una zona "libre de ISIS", para lo que se necesitaba conseguir también que Al Nusra se replegara de dicha zona de control. El problema es que pretender que los combatientes entrenados por EU simplemente llegasen y replegasen a esa filial de Al Qaeda, era ilusorio. Esas consideraciones, quizá, son las que pudieron haber llevado a los estrategas de Washington a autorizar las negociaciones.

Esto demuestra cómo al margen de cuanto se nos dice que países como EU no negocian con terroristas como Al Qaeda, de pronto pueden darse condiciones que flexibilizan esa postura: (a) Washington, sus aliados y Al Nusra, tienen por ahora no uno, sino dos enemigos comunes: ISIS y Assad, (b) Al Nusra cede territorio a los aliados de Washington a cambio de que se le garantice que no será bombardeado, y (c) Nusra gana también porque el "acuerdo" le permite reforzar su control sobre otras posiciones.

Evidentemente no se trata de "conversaciones" abiertas o directas. Probablemente Turquía intervino a través de sus vínculos con ciertas milicias islámicas, las cuales sí tienen buenos contactos y relaciones con el Frente Al Nusra.

Por supuesto que el hacerlo tiene costos. Hoy Washington tiene a ISIS en la mira. El día de mañana, habrá que lidiar con los otros grupos que ahora están teniendo que ser empoderados. Aun así, lo que podemos ver es que los estrategas en Washington han preferido poner ciertos principios entre paréntesis en aras de conseguir que su plan funcione. Seguramente para muchos ello es un escándalo. Sin embargo, al margen de su respetable opinión al respecto, al menos partamos de que negociaciones como éstas sí existen, y ocurren de manera mucho más frecuente de lo que se piensa.

MAURICIO MESCHOULAM, Analista internacional.

El Siglo de Torreón

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