viernes, 2 de octubre de 2015

El espía Hemingway en Cuba

Así tenemos que Hemingway trabajó como caza-espías para el Departamento de Estado, como caza-submarinos para la ONI y como asistente de jefe de estación para la OSS, pero también para la NKVD. Irónicamente, como concluyó el historiador Reynolds, las tres agencias estadounidenses y la soviética coincidieron en que, por mucho que quiso ser agente de inteligencia, Hemingway nunca estuvo a la altura de las expectativas.

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En los archivos desclasificados de la NKVD (1), el historiador de la CIA Nicholas Reynolds encontró que el escritor Ernest Hemingway había contactado tres veces a un oficial operativo de paso por Cuba: en septiembre de 1943, en abril de 1944 y en abril de 1945, a pesar de que el autor Norberto Fuentes no menciona NKVD en ninguna de las 712 páginas de su Hemingway en Cuba (Letras Cubanas, 1984).

Las memorias de Spruille Braden, embajador americano en Cuba (1942-54), recogen que a partir del verano de 1942 Hemingway trabajó en La Habana como caza-espías (2), pero jamás cazó a ninguno. El único espía arrestado y fusilado en la Isla, el alemán Heinz Luning, era bebedor y mujeriego como Hemingway, frecuentaba los mismos lugares que el escritor amerciano, pero vino a caer porque la contrainteligencia británica interceptó su correspondencia en Bermuda y pasó el caso a la policía de Batista. En 1943 Hemingway enroló su yate Pilar como caza-submarinos al servicio de la Oficina de Inteligencia Naval (ONI, en inglés) con el sueño de hundir un U-Boat de Alemania, pero apenas llegó a avistar uno, que se alejó enseguida (3).

El agente ARGO

Lo que Braden no sabía era que, en enero de 1941, Hemingway fue reclutado en Nueva York por la NKVD a través de Jacob Golos, quien había empezado su carrera como falsificador de pasaportes y ascendido hasta jefe interino de estación después de actuar como spotter, case handler and case officer (4). Los archivos de la NKVD indican que Hemingway fue “reclutado para nuestro trabajo sobre bases ideológicas” y recibió tanto un código material para comunicarse con otro agente como el código nominal “Argo”.

Hemingway había llamado la atención de la NKVD desde 1935 por su antifascismo y en 1937 el jefe de estación en Madrid, Alexander Orlov, certificó que era un true believer. Joe North, editor de la revista de extrema izquierda The New Masses, sabía que a Hemingway le gustaban los comunistas en papel soldados, pero odiaba a los comunistas en función de de sacerdotes (5).

La NKVD planeó usar a Hemingway como agente de influencia para aprovechar su prestigio literario en artículos favorables a la URSS y sus múltiples contactos con funcionarios del gobierno americano, hombres de negocios e intelectuales. El FBI vigilaba a Hemingway, pero no detectó su colaboración con la NKVD, que por lo demás resultó infructuosa. Según memo de la propia NKVD, “ARGO no nos dio ninguna [intel], aunque expresaba reiteradamente su deseo y voluntad de ayudarnos”.

Negativa de OSS

Aunque reconoció que Hemingway tenía capacidad para labores de inteligencia, la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS, en ingles), precursora de la CIA, le negó el ingreso a Hemingway en 1944, que Robert Joyce había solicitado a instancia de Martha Gellhorn, tercera esposa de Hemingway y corresponsal de guerra en Europa, quien alegó, como única manera de sacarlo de Cuba, ofrecerle trabajo como espía.

Joyce había entrado a la OSS tras cumplir su misión diplomática en La Habana, donde por encargo de Braden había supervisado a Hemingway como caza-espías, pero el jefe de los servicios secretos de OSS, Whitney Hart Shepardson, estimó que el afamado escritor era “demasiado individualista como para trabajar bajo control militar”. 

A la postre Hemingway salió por su cuenta de Cuba y trabajó como corresponsal de guerra en Francia, donde contactó al jefe de estación de OSS, David Bruce, y trabó relaciones con la resistencia antifascista (maquis). Tomaría parte en la liberación de París y se dirigió con Bruce a ocupar el Hotel Ritz para celebrar la victoria el 19 de agosto de 1944. Regresó a Cuba en marzo de 1945 y en 1947 Estados Unidos le concedió la Medalla Estrella de Bronce por servicio distinguido en la corresponsalía de guerra.

El saldo obligado

Así tenemos que Hemingway trabajó como caza-espías para el Departamento de Estado, como caza-submarinos para la ONI y como asistente de jefe de estación para la OSS, pero también para la NKVD. Irónicamente, como concluyó el historiador Reynolds, las tres agencias estadounidenses y la soviética coincidieron en que, por mucho que quiso ser agente de inteligencia, Hemingway nunca estuvo a la altura de las expectativas.

Antonio García-Riestra

Tomado del Blog de Emilio Ichikawa 

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