jueves, 24 de diciembre de 2015

Carta navideña a Fidel Castro



Querido Comandante:

Soy tal vez demasiado romántico y sensible, pero estas fiestas para los otros siempre me hacen pensar en Usted. Con inmensa alegría he conocido que cumplirá 90 años en el 2016 y ello me hace inmensamente feliz por tenerlo aún entre nosotros como parte intrínseca y valiosa de las cosas más amadas por nuestro pueblo.

Espero que nuestro pueblo le honre en este onomástico –aunque sé que no es dado a estos halagos– porque Fidel representa nuestra intransigencia, nuestra principal fortaleza y la base principal de nuestras convicciones, en estos momentos en que la manipulación mediática y la guerra ideológica se hace más refinada y peligrosa contra nuestra Revolución.

Mientras otros celebran en el mundo unas fiestas que nos han impuesto el consumismo y costumbres heredadas de nuestros antepasados, sé que ambos pensaremos en aquellos cuya mesa estará vacía en estas festividades y solo chocarán con la dura realidad de un futuro incierto. Usted no se imagina cuán valioso sigue siendo para los revolucionarios cubanos y del mundo, sobre todo para nuestro heroico pueblo.

Yo, que no tengo un ápice de pedirle nada –pues tanto le debo– le deseo que pase unos días, como lo hago yo, trabajando con la esperanza de que lograremos un mundo mejor para todos. Si lo he hecho, disculpe a este latinoamericano que recibió de usted el premio a ser un hombre digno.

No dejemos que nuestros enemigos, al menos por ahora, se regocijen por su ausencia física. Primero deben irse todos aquellos que planearon criminales atentados contra su persona y contra los mejores hijos de nuestro pueblo. Por ello, como su eterno soldado y admirador le invito a que se nos cuide mucho. ¡Que haya Fidel para rato!

Invito a nuestro pueblo, a nuestra Asamblea Nacional, a que nombremos a este año el “Año del 90 aniversario de nuestro Fidel”. Desde enero mismo hemos de trabajar para que las conquistas de la Revolución se fortalezcan, que el desánimo y el acomodamiento queden atrás como costumbres que nunca debíamos dejar proliferar entre nosotros.

Reciba usted mi abrazo y mi disposición a seguirle siendo fiel a usted, a Raúl, A MI PARTIDO y a mi Revolución.

Percy Francisco Alvarado Godoy.

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