miércoles, 2 de diciembre de 2015

Los planes secretos de la CIA para derrocar a Erdogan en Turquía


Fethullah Gülen (l) con Recep Erdogan (d) en 1998

Fuentes de inteligencia especulan hoy que EEUU y facciones de ultraderecha turcas –apoyándose en la CIA y el ISIS– se encuentran conspirando para derrocar al presidente turco Recep Erdogan y colocar en el cargo a un político incondicional a EEUU y sus servicios de inteligencia, Fethullah Gülen, quien actualmente vive en un exilio autoimpuesto en Estados Unidos, con domicilio en Saylorsburg, Pennsylvania, y quien participa solapadamente en planes para propiciar un cambio político en Turquía. 

Gülen entró a EEUU como protegido de la CIA en 1999, a pesar de que hubo reticencias del FBI por considerarlo un islamista radical, lo que puede observarse en el cable de WikiLeaks 05ISTANBUL1336_a, fechado el 4 de agosto del 2005.

Ante tal hecho, Rusia ha adoptado medidas urgentes como lo es un alerta emitido por el presidente Putin de activar las medidas requeridas para enfrentar una amenaza nuclear promovida por EEUU y la OTAN.

Estos planes para derrocar a Erdogan tiene una vieja data y tienen su inicio desde el 2008, cuando conspiraron en este sentido las élites del Pentágono, junto al American Enterprise Institute (AEI) –entre cuyos miembros se encuentra el ex vicepresidente Dick Cheney–,  con el propósito fue convertir a Turquía en un punto de apalancamiento para combatir a  los extremistas islámicos.

Las presiones de la estrategia norteamericana para lograr un islamismo moderado  cuyo requerimiento era colocar al frente del gobierno turco al imán Fethullah Gülen, Erdogan fundó el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en el 2001, presentando una alternativa de plataforma musulmana moderada anhelada por el AEI. No obstante, Gülen quedó como carta preferencial, contando con su fortuna que asciende a cerca de los 50 millones de USD.

En 2013 Erdogan descubrió el complot de la CIA-Gülen contra sí mismo, lo que lo hizo denunciar esta conspiración, amenazando con la expulsión de Francis Ricciardone, entonces embajador estadounidense en Turquía.

Temiendo las represalias de Erdogán, la CIA trasladó fuera de Turquía a varios de los conspiradores, entre ellos varios militares de alto rango y otros oficiales de la inteligencia turca, llevándolos hacia Irak el 8 de abril del 2013, donde se afiliaron al ISIS.

El conflicto pareció zanjarse mediante un acuerdo frágil entre Gülen y Erdogan coordinado por la entonces secretaria de estado, Hillary Clinton, quien obtuvo de Gülen la jugosa donación de 1 millón de USD para su campaña presidencial. También ambos garantizaron su participación equitativa en las ganancias por el contrabando de petróleo obtenido por el ISIS en Siria e Irak.

Informes preocupantes indican que Gülen ha estado entrando a potenciales islamistas radicales ubicándolos en cerca de 130 escuelas chárters, bajo la pantalla de refugiados de ONGs, entre ellas el Centro George Soros para el Progreso Americano, lo que pone en evidencia una potencial amenaza  para la seguridad nacional de EEUU. Gülen cuenta con el apoyo de varios congresistas norteamericanos, sabiéndose que desde 2008 ha sufragado sus campañas y ha pagado más de 200 viajes a los mismos en el mayor secreto, lo que es investigado por el Comité de Ética del Congreso y por el FBI.

Sin lugar a dudas, Gülen está siendo visto como la carta a usar por USA para solucionar el escandaloso affaire en que está envuelto Erdogan.

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